..Juan Pablo Ramírez.
Empresas y centros de investigación se encuentran inmersas en la carrera para desarrollar una vacuna contra el coronavirus. El presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), el Dr. Amós García Rojas, explica en esta entrevista a iSanidad que “garantizar la eficacia y seguridad de la vacuna del coronavirus es lo que llevará más tiempo”. Exhausto, por la presión que viven los profesionales por esta crisis sanitaria, el Dr. García Rojas destaca que las diferentes líneas de investigación son “prometedoras”.
¿Cómo valora los diferentes trabajos de investigación en vacunas?
Desde el marco de fuera de la investigación no hay mucha información, pero en líneas generales hay líneas bastante prometedoras en relación a vacunas contra el coronavirus. El tema es la implementación del producto a nivel poblacional y eso no va a ser inmediato. No basta con que esté finalizada la vacuna, sino garantizar su eficacia y de su seguridad, que es lo que va a llevar más tiempo. Esto es lo que va a enlentecer la disponibilidad de la vacuna. Calculamos que aproximadamente estará dentro de un año. En cualquier caso, hay que hacer uso de la única vacuna que tenemos disponibles. Hay una disponible, que es quedarse en casa. Permite cortar la cadena de transmisión.
“No basta con que esté finalizada la vacuna del coronavirus, sino garantizar su eficacia y de su seguridad, que es lo que va a llevar más tiempo”
Mientras trabajan los investigadores, ¿qué se puede hacer para incrementar la capacidad de producción que permita tener la vacuna lo antes posible?
En principio, ya por experiencias previas, una vez que el producto ha formalizado sus perfiles de eficacia y seguridad, el proceso de producción puede ser rápido. Normalmente se enfoca toda la producción en esa vacuna, con lo cual es posible que se disponga rápidamente de la vacuna. Habría que definir a quién se le va administrar la vacuna. Se tendrá que discutir, pero en principio tendría que ir dirigida a la población más vulnerable, lógicamente los ancianos y después los pacientes con una patología de base. Este sería el perfil de la población diana sobre la cual tendríamos que suministrar la vacuna.
Posteriormente los profesionales sanitarios…
Por supuesto, sería un perfil muy similar a la población diana que tendría que recibir la vacuna. Los profesionales evidentemente porque estamos en la primera línea del combate y estamos más expuestos. Es bastante razonable que seamos de los primeros en recibirla. Es fundamental que sigamos operativos porque si no quien atiende a los enfermos.
Cuando esté lista la vacuna se debe administrar prioritariamente a ancianos, personas con patología de base y a los profesionales sanitarios
Se habla de pacientes reinfectados, aunque podrían ser recaídas, ¿hasta qué punto dificultaría la investigación de la vacuna?
No está claramente contrastado. Desde esa perspectiva, cuando llegue la vacuna tenemos que enfocar las líneas de intervención sobre las evidencias y mirar para otro lado con lo que no está sólidamente documentado.
Se habla de que el virus afecta más a los hombres que a las mujeres, ¿puede ser porque existen más pacientes crónicos en la población masculina?
Es cierto que por las cifras que vemos en nuestro país, hay un mayor perfil de positivos en hombres que en mujeres. Puede ser perfectamente porque hay un perfil de riesgo más elevado que en la mujer. De todas formas, con el tiempo habrá que ver como estas afirmaciones se van sustentando. No se puede afirmar taxativamente que el hombre tenga más riesgo que la mujer, sino que hay más casos en varones. Es cierto que está mayor presencia en el hombre puede estar ligada a que tiene más patologías de riesgo.