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Mantener la ampliación en las plantillas con el personal sanitario que se incorporó para hacer frente a la pandemia, continuar con las nuevas estructuras UCI habilitadas para responder ante un posible repunte, sin que esto obstaculice la vuelta de los recursos de otras especialidades a sus tareas, y asegurar que los equipos de seguridad se mantiene al 200%, son algunas de las recomendaciones que los intensivistas suman al plan del Ministerio de Sanidad para la desescalada. Para hacerlas, se basa en lo “aprendido” sobre la enfermedad estas semanas, que ahora debe servir para “asentar protocolos y pautas” y mantener “el trabajo en equipos multidisciplinares”.
En la desescalada las unidades de UCI reforzadas con intensivistas, enfermeros y otros profesionales deben mantener su número actual
Advierten de que las unidades reforzadas con intensivistas, enfermeros y otros profesionales deben mantener su número actual, “más allá incluso de que se vuelva a un escenario de carga asistencial pre-COVID-19”. Entienden que solo así se podrán garantizar “rotaciones de calidad” que permitan descansar a estos profesionales después de la situación de estrés que han vivido estas semanas.
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) señala que aún hay unidades de críticos que se mantienen por encima del 150% de su capacidad. Es una situación variable por hospitales y por comunidades autónomas. Por eso, apuesta por plantear la desescalada en función de “la situación particular” de cada comunidad. También deben tener en cuenta “el previsible aumento de la patología no Covid-19” que se han mantenido “en niveles anormalmente bajos”.
Semicyuc advierte de que aún hay unidades de críticos que se mantienen por encima del 150% de su capacidad
Esta situación también lleva a Semicyuc a considerar que los recursos de otras especialidades “deberían volver a sus funciones habituales cuanto antes”. Este aspecto también incluye a las UCI. Entienden que si bien tienen que mantener espacios para pacientes con Covid-19, “deberían replantear su estructura” con el fin de “no bloquear el resto de las actividades propias de intensivos”.
Los intensivistas consideran que debe ser cada hospital el que establezca los protocolos que le aseguren disponer del doble de camas de UCI en caso de rebrote. Y creen que estos espacios deben estar “preparados estructural y funcionalmente, aunque no alojen pacientes”. En este sentido, desde Semicyuc recomiendan que los hospitales analice si son idóneas las nuevas zonas asistenciales creadas y que identifiquen las posibles mejoras necesarias en todas las estructuras, no solamente en las habilitadas por la pandemia, “como, por ejemplo, adaptar todos los boxes a presión negativa”. Además, extienden esta evaluación a los nuevos materiales que se han adquirido por la pandemia. Recomienda ver sus funcionalidades, su utilidad, garantizar la formación en su manejo y sustituir el equipamiento obsoleto.
Cada hospital debe asegurar tener el doble de camas de UCI en la desescalada, con espacios preparados “aunque no alojen pacientes”
Además de garantizar un stock del equipamiento y materiales de seguridad del 200% de lo necesario habitualmente, reclaman que se habilite un sistema de reposición continuo de manera precoz, antes de que se desborden las UCI ante un nuevo repunte. Piden también sistemas de monitorización que anticipen posibles escenarios. A los que suman sistemas de información clínica que “muestren cambios y posibles alarmas en tiempo real”. De esta forma se podrán establecer una respuesta global y redistribuir los recursos.
Por último, apuestan por la comunicación directa entre los familiares y los pacientes siempre que sea posible. Y creen que recomendable mantener de forma habitual el uso de dispositivos electrónicos que permitan la comunicación con las familias y asegurar el contacto telefónico.
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