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El tratamiento con inmunoterapia para el cáncer de páncreas era, hasta hora, poco eficaz. Sin embargo, el ensayo multicéntrico en fase II Combat, demuestra resultados prometedores con la combinación de inmunoterapia y quimioterapia para tratar el cáncer de páncreas. La investigación se ha publicado en la revista Nature Medicine y la dirige el Dr. Manuel Hidalgo, del Hospital Cornell de Nueva York (Estados Unidos). Se trata, por tanto, de un paso más para romper la barrera de la inmunoterapia en cáncer de páncreas.
“Aunque hay que ser cautos porque el estudio incluía un número modesto de pacientes, este es un resultado prometedor que nos permite por fin desarrollar la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer de páncreas. Los resultados demuestran que se ha conseguido una tasa de respuesta importante y una duración de esta respuesta mayor de la esperada”, explica la Dra. Teresa Macarulla, oncóloga médica del Hospital Vall d’Hebron e investigadora principal del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).
Para favorecer la acción del sistema inmune, en el ensayo se combinó pembrolizumab con BL-8040, un antagonista de CXCR4
La Dra. Macarulla, ha participado de forma muy activa en este estudio, junto a investigadores de la Clínica Universitaria de Navarra y los hospitales Gregorio Marañón, La Paz y el Hospital de Fuenlabrada. En el ensayo Combat se reclutó a pacientes con cáncer de páncreas que ya habían recibido como mínimo un primer tratamiento de quimioterapia y se mostraban refractarios al mismo.
“Otros ensayos de inmunoterapia habían demostrado ser ineficaces en el tratamiento de estos tumores. Así que se buscó cambiar la biología del tumor para tener un ambiente más favorable para responder a la inmunoterapia; para ello se combinaron dos estrategias de inmunoterapia con la quimioterapia”, añade la Dra. Macarulla.
En concreto, para favorecer la acción del sistema inmune, en el ensayo se combinó pembrolizumab con BL-8040, un antagonista de CXCR4 que promueve la infiltración de las células T en el tumor. Así, gracias al bloqueo de pembrolizumab, se ayuda al sistema inmunitario a destruir las células cancerosas. Además, la combinación de estos dos fármacos ya demostraron cierta actividad, la cual se potenció al añadir el tratamiento de quimioterapia. De este modo se logró aumentar la supervivencia general de 3,3 meses a 7,8 meses.
Dra. Macarulla: “Los datos obtenidos sugieren que el bloqueo de CXCR4 y PD1 puede ampliar el beneficio de la quimioterapia en cáncer de páncreas”
“Los datos obtenidos sugieren que el bloqueo de CXCR4 y PD1 puede ampliar el beneficio de la quimioterapia en cáncer de páncreas y justificar la confirmación en un ensayo randomizado posterior”, explica la Dra. Macarulla. Por otro lado, el fármaco BL-8040 logró en enero del 2020 la designación como medicamento huérfano por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Esta aprobación demuestra la necesidad de nuevas terapias eficaces en esta patología.
Aumento de la incidencia y pronóstico pobre
Hoy en día, el cáncer de páncreas sigue teniendo un diagnóstico pobre y una tasa de supervivencia a los cinco años menor del 10%. Además, en los últimos años ha aumentado su incidencia, algo que sumado a lo anterior ha hecho que las predicciones sitúen este tipo de cáncer como responsable de la segunda causa de muerte por cáncer en EE. UU. en el año 2030.En España, en 2018, se produjeron más muertes por cáncer de páncreas que de mama, siendo la tercera causa de muerte por tumor más frecuente.
Aunque se están realizando intensos esfuerzos en la investigación de este tipo de tumor, existen pocos tratamientos activos para tratar a los enfermos
Aunque se están realizando intensos esfuerzos en la investigación de este tipo de tumor, existen pocos tratamientos activos para tratar a los enfermos. Además, hasta el momento, ninguno basado en la inmunoterapia había logrado obtener resultados.
“Resulta muy importante seguir desarrollando nuevas alternativas de tratamiento, sobre todo si tenemos en cuenta que la incidencia de este tipo de tumor no ha dejado de crecer en los últimos años; mientras que no se han logrado desarrollar nuevos tratamientos eficaces. Este estudio abre una puerta que puede resultar muy prometedora en el futuro y que justifica la realización del ensayo randomizado confirmatorio”, concluye la Dra. Macarulla.
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