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Es uno de los diez tipos de cáncer con mayor mortalidad y que en un 75% de los casos acaben en el fallecimiento del paciente, no se pueden eliminar completamente por vía quirúrgica y sus células suelen resistirse a la quimio y la radioterapia, pero una nueva investigación desarrollada por el ISCIII arroja nueva luz sobre los gliomas y sus resultados sugieren que mejorar el conocimiento de la interacción entre las células tumorales y el microambiente cerebral puede facilitar la investigación y selección de tratamientos.
Los gliomas no se pueden eliminar completamente por vía quirúrgica y sus células suelen resistirse a la quimio y la radioterapia
La revista Cancers ha publicado la investigación de un equipo de la Unidad Funcional de Investigación en Enfermedades Crónicas (UFIEC) del ISCIII. Se trata de una revisión de los investigadores Pilar Sánchez-Gómez, Ricardo Gargini y Berta Segura-Collar, de la Unidad de Neurooncología de la UFIEC, sobre los gliomas. Han actualizado la clasificación molecular de este tipo de cáncer cerebral y la descripción de los distintos subtipos tumorales. En su investigación han prestado atención a la relación entre las células tumorales y el microambiente en el que se desarrollan.
Según explica la investigadora Pilar Sánchez-Gómez, los gliomas, tumores primarios de origen glial, se encuentran en un tejido “muy diferente al de otros cánceres”. Así, el tejido cerebral “tiene unas particularidades que si no llegamos a comprender, tampoco podremos entender estos tumores”. Por eso, su investigación parte de la idea de que no basta con conocer las mutaciones que acarrean estas células tumorales, sino también cómo evolucionan en su microambiente. “Solo si comprendemos cómo el tumor es capaz de modificar ese microambiente y hacerlo suyo podremos llegar a mejores abordajes terapéuticos”, afirma.
Dra. Sánchez-Gómez: “Solo si comprendemos cómo el tumor es capaz de modificar ese microambiente y hacerlo suyo podremos llegar a mejores abordajes terapéuticos”
El estroma o microambiente es el entramado de un órgano, la matriz extracelular que compone su entorno y que, junto al parénquima, define el comportamiento y funcionalidad de ese órgano, el cerebro en el caso de los gliomas. Las células del glioma tienen una especial relación con su entorno, especialmente con la vasculatura que se genera cuando se desarrolla el cáncer.
El ISCIII explica que investigaciones previas del grupo, publicadas hace unos meses en la revista Science Translational Medicine, junto con datos más recientes que los autores publicarán próximamente, han permitido caracterizar que la presencia de determinadas alteraciones en los genes IDH1/2 y EGFR, entre otros, determinan la generación de diferentes fenotipos vasculares. Desde tumores menos agresivos, con una vasculatura similar a la del cerebro normal, a gliomas de rápido crecimiento en los que se observa la presencia de abundantes vasos muy anómalos, con un mayor lumen y con mayor o menor pérdida de la barrera hematoencefálica.
Los investigadores del ISCIII han caracterizado que la presencia de determinadas alteraciones genéticas determinan la generación de diferentes fenotipos vasculares
Esta barrera es la que normalmente establece una frontera entre el cerebro y el flujo sanguíneo. Además, delimita la entrada de nutrientes y de células inmunes. De hecho, las células inmunitarias, ya sea las del propio cerebro como las reclutadas de la sangre, constituyen otro factor importante del microentorno de los gliomas, en estrecha relación con el entorno vascular.
Estudios recientes que han comparado diferentes tipos de cáncer han evidenciado que los gliomas, especialmente los más agresivos, son uno de los tumores más vascularizados. También se ha determinado que el componente inmune de los gliomas es muy diferente al del resto de los tumores; tienen muy baja presencia de linfocitos y muchas células mieloides con fenotipo inmunosupresor que en vez de atacar a las células tumorales promueven su crecimiento.
Hay una compleja interacción entre las células tumorales y las diferentes células que componen el estroma de los gliomas que no está claramente descrita
Además, existe una compleja interacción entre las células tumorales y las diferentes células que componen el estroma de los gliomas. Esta interacción no está claramente descrita y, probablemente, dificulta la eficacia de las terapias. Ocurre con tratamientos antiangiogénicos, los que tratan de frenar la formación de nuevos vasos sanguíneos, o las recientes inmunoterapias.
Otro componente del microambiente que no está presente en otros tumores son las neuronas cerebrales. Las funciones de las neuronas se ve seriamente afectada por la presencia de los gliomas, empeorando el pronóstico de este tipo de cáncer. Una de las vías de investigación recientemente abiertas en el grupo está caracterizando como las alteraciones vasculares podrían estar induciendo la disfunción neuronal. Esto, además, podría ser un mecanismo conservado en otras enfermedades cerebrales que cursan con neurodegeneración, como el Alzheimer.
Comprender las particularidades del tejido cerebral en el que se desarrollan los gliomas es fundamental
Los investigadores de la Unidad de Neurooncología de la UFIEC consideran que comprender las particularidades del tejido cerebral en el que se desarrollan los gliomas es fundamental para unir esta información con la relacionada con las alteraciones genéticas del cáncer. Sánchez-Gómez, Gargini y Segura-Collar explican en su revisión que comprender el ecosistema en el que se desarrollan los gliomas y como va cambiando según evoluciona la enfermedad o en respuesta a las diferentes terapias es fundamental para encontrar terapias más efectivas ante estos tumores.
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