El Hospital Doctor Peset de Valencia investiga cómo diagnosticar la retinopatía diabética mediante el uso de lágrimas

La Unidad de Investigación Oftalmológica Santiago Grisolía del Hospital Universitario Doctor Peset (Valencia), adscrita a la Fundación FISABIO, dirige un estudio multicéntrico para desarrollar un prototipo diagnóstico de retinopatía diabética usando para ello lágrimas.

Este estudio que, se titula ‘Sistemas genéticos para un nuevo abordaje del riesgo de progresión de la retinopatía diabética’, ha recibido el Premio Nacional Doctores Galo y Gustavo Lehoz al mejor trabajo de investigación en el último Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología que se celebró en Sevilla del 23 al 26 de septiembre del pasado año. En el estudio también participan investigadores de Murcia, Valladolid y Oporto (Portugal) gracias a fondos del FIS y de la OFTARED.

La retinopatía diabética es la enfermedad vascular más frecuente de la retina. Es una de las principales causas de pérdida severa de visión en edad laboral -entre los 20 y los 70 años de edad- en el mundo occidental, y una de las principales causas de ceguera a nivel mundial. Se origina por el el conjunto de lesiones producidas en la retina por las alteraciones microcirculatorias provocadas por un control insuficiente de la diabetes. Comporta una pérdida progresiva de visión. Hay otros factores de riesgo que influyen de manera negativa en esta patología, como es la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo. En España se estima que afecta a entre un 20 y un 25 % de las personas con diabetes tipo 2 y a entre un 50 y un 65 % de las personas con diabetes tipo 1.

Al igual que la diabetes, se puede considerar a la retinopatía diabética como una “enfermedad silenciosa”, y es que esta patología no manifiesta ningún tipo de sintomatología, por lo que es crucial diagnosticarla y tratarla, ya que su desarrollo tiene graves consecuencias, como el edema macular y otra serie de complicaciones que pueden desencadenar en una pérdida de visión muy importante.

Aislar en las lágrimas un marcador específico que sirva para diagnosticar la patología
El objetivo principal del estudio es poder aislar en las lágrimas un marcador específico que pueda usarse para el diagnóstico o pronóstico de esta patología ocular en enfermos con diabetes tipo 2.

Según el investigador del Hospital Universitario Doctor Peset-FISABIO, Vicente Zanón Moreno, “hasta ahora se utilizaba el humor acuoso o el humor vítreo para diagnosticar determinadas enfermedades oculares”, pero presentaba limitaciones, y es que “se trata de muestras biológicas que no tienen un fácil acceso puesto que el humor acuoso se encuentra en la cámara anterior del ojo, entre el iris y la córnea, y el vítreo entre la superficie interna de la retina y la cara posterior del cristalino”. Estas limitaciones, prosigue, “hace que estas muestras sólo se puedan extraer durante la cirugía y ello dificulta el diagnóstico precoz de patologías como la retinopatía diabética, el glaucoma, las cataratas o el ojo seco, entre otras”.

Sin embargo, este estudio que, dirige la doctora María Dolores Pinazo, oftalmóloga y responsable de la Unidad de Investigación Oftalmológica Santiago Grisolía del Peset, podría acabar con esta barrera, ya que se ha comprobado que las lágrimas son una muestra biológica totalmente válida para obtener información genética que determine la predisposición a determinadas enfermedades oculares.

Según los investigadores, “las lágrimas aportan información muy valiosa puesto que en ellas se ha descubierto que hay presencia de microRNAs, un tipo de ácido ribonucleico pequeño que participa en la expresión de determinados genes precisamente inhibiendo o silenciando esa expresión”. Además, de cara a la investigación, “cualquier paciente está dispuesto a dejar analizar sus lágrimas” por lo que “acceder a ellas es muy fácil”.

Los micrornas que contienen las lágrimas son “potenciales marcadores del riesgo de desarrollar o de la progresión de algunas patologías oculares y ayudarían de forma sencilla a mejorar el pronóstico de los pacientes”, explican los investigadores del Peset.

El siguiente paso del estudio será identificar los microRNAs que son específicos para cada una de las enfermedades oculares (retinopatía diabética, cataratas, glaucoma, ojo seco), puesto que hay diferencias en la expresión de los microRNAs según la patología.

Si los investigadores logran encontrar y acotar estas diferencias, las lágrimas podrían convertirse en biomarcadores fiables para el diagnóstico y pronóstico de enfermedades concretas y para el desarrollo de futuras bioterapias.
..Redacción

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