Los hombres que abusan de alimentos grasos, a lo largo del día, podrían tener la necesidad de “echarse” una siesta por la tarde, y es que así lo sugiere un reciente estudio realizado en Australia.
El estudio que, aparece publicada en la revista Nutrients, muestra como los investigadores encontraron que entre 784 hombres de 35 a 80 años de edad, aquellos en los que en su dieta abundaban los alimentos ricos en grasas, presentaban durante el día más problemas de somnolencia.
Como afirma Yingting Cao, candidata doctoral de la Universidad de Adelaida, en Australia, y principal autora del trabajo, aunque el estudio no prueba de manera fidedigna una conexión entre una dieta rica en grasas con la somnolencia, si considera que ciertas “neurohormonas intestinales” fomentan la somnolencia, por lo que es posible que una dieta rica en grasas pueda, de alguna manera afectar y por ende favorece la somnolencia diurna.
Los hallazgos del estudio que, se basan en casi 800 hombres australianos encuestados sobre su dieta y su estilo de vida, también se sometieron a un estudio en sus hogares para detectar si presentaban síntomas de apnea del sueño. El equipo de Cao encontró que, en general la cuarta parte de los hombres que presentaban la ingesta diaria más alta de alimentos grasos, eran más propensos a quejarse de somnolencia diurna que la cuarta parte que menos grasa comían.
En concreto los investigadores encontraron que un 46% de los hombres del grupo con la ingesta más alta de grasa tenían sueño habitualmente durante el día, frente al 37% de los hombres del grupo con la ingesta más baja.
Limitaciones del estudio: comprender cómo influyen los alimentos grasos y el momento del día
Las limitaciones del estudio, según Cao, es que se necesitan más investigación para comprender de qué manera los alimentos grasos podrían fomentar la somnolencia y, si el momento en el que a lo largo de día se consumen comidas ricas en grasa es importante. Por ejemplo, ¿condiciona al sueño el comer comida rica en grasa por la noche?
Aunque los autores del estudio intentaron tomar en cuenta otros factores que podrían provocar la somnolencia, como el peso corporal, los niveles de ejercicio, la diabetes, la depresión, y los hábitos de tabaquismo y consumo de alcohol, según Jim White, dietista y voz autorizada de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics), es difícil el culpar a un nutriente solo, y es que considera que “hay muchos factores que pueden provocar somnolencia diurna”, por lo que “aunque este estudio muestra una relación con una mayor ingesta de grasa y el sueño”, concluye que las limitaciones que tiene hace que se deba “observar el estilo de vida general y la conducta alimentaria de las personas, en lugar de señalar a un macronutriente”.
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