La mutación de un gen provoca un exceso de resorción ósea en el Síndrome de Lehman

..Cristina Cebrián.
La genética vuelve a sorprender a la comunidad científica. En esta ocasión, un equipo de investigadores de la Universidad de Connecticut (EE.UU.) ha descubierto que una mutación rara de un gen es la causante de un exceso de resorción ósea. El estudio, publicado recientemente en la revista ‘Journal of Biological Chemistry’, demuestra como esa mutación genera un mayor número de células productoras de hueso pero menos cantidad de hueso, en la enfermedad rara conocida como Síndrome de Lehman. Este hallazgo puede dar pistas sobre cómo el gen analizado podría afectar a enfermedades como el cáncer de mama y la demencia.

Si se analiza el comportamiento de los huesos que funcionan mal en personas jóvenes, también se obtendrán pistas sobre la causa de la debilitación de huesos en la población anciana

Síndrome de Lehman
En 1977 el doctor Ralph Lehman describió el caso de una niña de 14 años con meningoceles laterales múltiples, osteoesclerosis generalizada, anormalidades en la columna vertebral y facies especial. Debido a que la madre también tenía los mismos síntomas, el médico sospechó que se trataba de un caso hereditario y lo bautizó como el Síndrome de Lehman. Posteriormente, en los años 1978, 1995 y 1997, se describieron 6 casos adicionales con fenotipos similares.

Se trata de una enfermedad rara de la que sólo se han identificado 100 casos, todos ellos con la misma mutación en su ADN: aquella que cambia el gen conocido como Notch3

Se trata de una enfermedad rara de la que sólo se han identificado 100 casos, todos ellos con la misma mutación en su ADN: aquella que cambia el gen conocido como Notch3, que es parte de una familia de genes que controlan el destino de las células. Éstos generan proteínas que ayudan a las células a decidir “que quieren ser cuando crezcan”. Ahora, los investigadores estadounidenses se han dado cuenta de que la mutación del Notch3 está provocando algo para interrumpir el delicado equilibrio de las células óseas. Para descubrir la causa, trataron a un ratón mediante bioingeniería con el fin de obtener la misma mutación de este gen que las personas que padecen el Síndrome de Lehman.

Búsqueda de células ‘culpables’
Nadie había estudiado antes las mutaciones del Notch3 en el esqueleto”, comenta Ernesto Canalis, director del Centro de Investigación Esquelética de la Universidad de Connecticut y uno de los autores del trabajo. Canalis considera que el modelo de ratón que han utilizado es precisamente una réplica de lo que ocurre con la mutación del gen en los seres humanos. “Se trata de aumentos sutiles en el Notch3 y los cambios en los ratones están dentro de las expectativas de la vida real”, señala.

Ernesto Canalis: “Nadie había estudiado antes las mutaciones del Notch3 en el esqueleto”

El equipo de investigadores está ahora trabajando en estos modelos de ratón que tienen el Síndrome de Lehman para comprobar si se pueden revertir los efectos de la mutación del gen. También han desarrollado un ratón que solo presenta la mutación en células concretas, para asegurarse así de que realmente el gen Notch3 es el responsable de la debilitación de los huesos. Del mismo modo, también buscan identificar el tipo de células que son las verdaderas culpables.

Las mutaciones estudiadas también podrían estar asociadas con la metástasis en los huesos que provoca el cáncer de mama

La proteína generada por Notch3 es la encargada de generar osteoblastos, las células generadoras de huesos. En esta investigación, se observó cómo la proteína más resistente se mantuvo por más tiempo y generó más osteoblastos. Parece algo muy positivo pero nada más lejos de la realidad.

A medida que las células crecieron, estos osteoblastos adicionales fueron enterrados en sus huesos y comenzaron a producir un receptor activador del factor nuclear κ B, conocido como RANK, una señal para que el cuerpo produzca células que reabsorban hueso, conocidas como osteoclastos. De esta forma, debido al aumento de osteoblastos, se enterraban más y se producía mayor RANK de lo habitual, por lo que se generaban más osteoclastos provocando que el cuerpo absorbiera demasiado hueso.

Las mutaciones estudiadas también podrían estar asociadas con la metástasis en los huesos que provoca el cáncer de mama, así como en la arteriopatía cerebral autosómica conocida como CADASIL por sus siglas en inglés (Cerebral Autosomal Dominant Arteriopathy with Subcortical Infarcts and Leukoencephalopathy). Canalis espera que con una mejor comprensión de cómo influye este gen, se obtendrá más información sobre las enfermedades óseas y de otro tipo.

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