..Elena Santa María.
..Cristina Cebrián (fotografía y vídeo).
El incremento de los bulos, a través de nuevas vías de comunicación, su sofisticación y las posibles soluciones para acabar con ellos han sido las principales cuestiones abordadas en el coloquio #SaludSinBulos organizado por iSanidad y moderado por Carlos Mateos, coordinador de la iniciativa y director de la agencia Com Salud. En el mismo han participado el Dr. Antonio Torres, responsable del grupo de comunicación y relación médico paciente de la SEMG; y Mónica Hurtado, responsable de comunicación de GEPAC.
El debate se ha centrado en la proliferación de bulos en dos ámbitos muy concretos: el de la medicina familiar y el de la oncología. Tanto el Dr. Torres como la responsable de comunicación de GEPAC coinciden en que en los últimos años los bulos se han incrementado. “En intensidad, calidad y rápida dispersión” señala el Dr. Torres. Esta rápida dispersión se debe a la aparición de las redes sociales, porque “el bulo se difunde mucho más rápido cuando hay un solo emisor y múltiples receptores” añade. Mónica Hurtando apunta además que este incremento “es muy peligroso para los pacientes porque el temor ante un diagnóstico les impulsa a buscar otras opciones que ponen en riesgo su salud”.
En los últimos años los bulos se han incrementado en intensidad, calidad y rápida dispersión por la aparición de las redes sociales
Confianza en el profesional sanitario
La confianza en otras alternativas distintas a la opinión médica inevitablemente pone en cuestión la confianza en el profesional sanitario. En este sentido, el Dr. Antonio Torres recuerda que los bulos no son nuevos, “el Dr. Google ha sustituido a la cuñada o al vecino. Siempre ha existido este tipo de distorsión de la realidad”. Y ha indicado que la confianza en el médico desaparece cuando la relación médico-paciente es difícil. “Y cada vez es más difícil por las condiciones en las que tenemos que trabajar, está situación debe ser retomada porque no se puede atender al paciente en una consulta rápida y con imposición de criterios sobre todo cuando hay dudas por su parte”.
Siempre ha existido este tipo de distorsión de la realidad
Esta situación se acentúa en los pacientes con cáncer, que, en palabras de Hurtado, “al tener un pronóstico difícil buscan soluciones de otro tipo, el cáncer se asocia al miedo a la muerte y necesitan encontrar esperanza, por eso se guían por falsas informaciones que les ofrecen falsas esperanzas que no les ha dado su médico”.
Es verdad, apunta Mateos, que “a veces nos encontramos profesionales sanitario que también fomentan bulos, por ejemplo que al tomar un alimento con positividad se cura el cáncer”. Estos casos “hacen daño a la confianza en los profesionales y crea falsas expectativas, muchos pacientes fallecen por el abandono de terapias” confirma Mónica Hurtado. El Dr. Torres va más allá: “este tipo de acciones deberían estar contempladas en el código penal. Debemos pedir una ética en el comportamiento de una sociedad, no nos podemos hacer daño de esa manera, es indigno de una sociedad avanzada”.
Este tipo de acciones deberían estar contempladas en el código penal. Debemos pedir una ética en el comportamiento de una sociedad
Profesionalización de los emisores de bulos y herramientas para atajarlos
Carlos Mateos indica que además los fabricantes de bulos “cada vez lo hacen mejor, utilizan un lenguaje científico”. “Se inventan hasta el emisor de la noticia” señala el Dr. Torres, que confiesa no entender qué interés puede haber detrás de generar estas noticias porque “hacen un daño irreparable”. “En ocasiones tienen intereses comerciales, pero también hay personas que disfrutan propagando bulos” apostilla Mateos.
Para luchar contra estos profesionales de los bulos, GEPAC ha editado, explica Mónica, el libro Mitos y Pseudoterapias “con información veraz y fiable sobre los mitos que todos hemos escuchado en la calle”. Un libro que se presentará el próximo 27 de noviembre en el Congreso de #SaludSinBulos.
Otra herramienta para detectar bulos es la tecnología. “Es la única herramienta, la detección no puede ser artesanal” apunta el Dr. Torres. “Hay compañeros que después de sus consultas se dedican a la detección de bulos y algunos colegios de médicos ya dan noticias rápidas en respuesta a los bulos que aparecen” añade. Además, “es importante explicar en consulta qué webs son fiables y donde buscar información veraz y dónde no para no ponerse en riesgo a uno mismo o a los familiares” propone la responsable de comunicación de GEPAC.
Es importante explicar en consulta qué webs son fiables y donde buscar información veraz y dónde no para no ponerse en riesgo
Resaltar la figura del paciente experto
A parte de “recetar” webs, “estaría bien recomendar blogs de pacientes” sugiere Carlos Mateos. Antonio Torres está de acuerdo en que “la figura del paciente experto es fundamental, y de hecho las 17 autonomías han llegado a la conclusión de que es no hay nadie mejor que el que ha padecido la enfermedad para entender cuándo uno está siendo engañado o confundido, no tiene sentido no contar con las asociaciones de pacientes”.
La figura del paciente experto es fundamental, y de hecho las 17 autonomías han llegado a la conclusión de que es no hay nadie mejor
A la hora de resaltar esta figura, Mónica Hurtado proponer “crear una figura influencer de pacientes que sirva de guía para otros pacientes”. Una propuesta que el Dr. Torres comparte, “hay que avalar esa figura, de una persona con conocimiento y experiencia veraz que se ha documentado adecuadamente”, una plataforma dice, que habría que trabajar, “sobre todo desde las asociaciones de pacientes”.
Las 17 autonomías han llegado a la conclusión de que es no hay nadie mejor que el que ha padecido la enfermedad para entender cuándo uno está siendo engañado o confundido
Uno de los canales de emisión de bulos más habitual es el WhatsApp, y debería ser también un canal de respuesta “la inmediatez del bulo hay que pararla con la inmediatez de la respuesta” indica Torres, que añade “algún compañero lo ha hecho , desmontar una fake news utilizando el WhatsApp”. El doctor cree que “hay que ser radical y cortar el problema de raíz, si un profesional o un paciente recibe un bulo hay que responder inmediatamente para cortar esa cadena de emisiones, no se puede esperar a emitir un comunicado porque el daño ya está extendido, y aun así siempre quedan residuos, como ha pasado con las vacunas”.
La inmediatez del bulo hay que pararla con la inmediatez de la respuesta
La mala reputación de la industria farmacéutica
Respecto a la reputación conspiratoria de la que se acusa frecuentemente a la industria farmacéutica, el Dr. Torres es tajante: “la industria habrá cometido errores, como todos, pero eso no significa que genere ese grado de retorcimiento. A los que conocemos el esfuerzo de la industria por llevar un alivio a los enfermos nos resulta insultante”.
A los que conocemos el esfuerzo de la industria por llevar un alivio a los enfermos nos resulta insultante
Como conclusión, Mónica Hurtado propone “trabajar todos juntos para crear plataformas de información que sirvan de referente de pacientes con cáncer”. El Dr. Torres concluye con una sencilla frase: “confíe en su médico, porque quiere lo mejor para su salud”.