Dos sedaciones paliativas con resultado de muerte acaban con una condena de cuatro años de cárcel

sedaciones_paliativas_con_resultado_de_muerte

..Redacción.
Las dos sedaciones paliativas con resultado de muerte en Burgos han terminado con la condena del Dr. Juan Antonio Huidobro. La condena del ex Jefe de Medicina Interna del hospital de Burgos (HUBU) alcanza cuatro años y cinco meses de prisión. También tendrá que pagar una indemnización por 121.000 euros. 15.000 son por el daño moral causado al primer paciente y 106.000 por una mala praxis con el segundo. También se le impone una inhabilitación de 5 años para ejercer la medicina. Estos hechos tuvieron lugar en septiembre de 2014 y enero de 2015.

Las sedaciones paliativas con resultado de muerte han acabado con pena de cárcel, indemnización e inhabilitación

Huidobro declaró en su momento que obtuvo el consentimiento verbal de los familiares. En su momento insistió en que lo hacía para “evitar su sufrimiento” en ambos casos. “El paciente tiene que morir con dignidad“, aseguró. La sentencia considera probado que en ninguno de los casos existió consentimiento informado

Las denuncias no se presentaron hasta que la propia Fiscalía de Burgos había abierto diligencias de investigación por si las sedaciones paliativas con resultado de muerte en el servicio de Medicina Interna eran constitutivas de delito.

La sentencia todavía puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Burgos

Primer caso
La primera paciente, de 77 años, ingresó, por pluripatología amplia. Estaba ya condicionada en los dos años anteriores (2013 y 2014) por siete ingresos hospitalarios. En el último ingreso presentaba dolor abdominal y vómitos de una hora de evolución, previamente atendida por el 112. El facultativo aseguró que estaba en “situación agónica”. Administró la sedación paliativa por “enfermedad terminal y dolor de abdomen” según reconoció en el juicio.

Ningún protocolo o guía de aplicación de sedación paliativa dice que tenga que ser escrito el consentimiento”. Según el médico no es el paciente quien tiene que autorizar la sedación paliativa.

Segundo caso
Un paciente de 95 años ingresa desde una residencia. El cuadro fue definido como “paciente con un proceso consultivo tumoral añadido una infección respiratoria”. También tenía “disnea, anemización importante, desorientación, anorexia, inmovilización…”. “El paciente presentaba una opacidad y aplicamos una sedación paliativa frente a un síndrome que era la disnea”, aseguró.

Huidobro aseguró que “no en la agonía sino frente a un síntoma refractario que es la agonía”. Para él “no había otra forma” que la sedación paliativa. “El paciente no estaba en condiciones de dar su consentimiento al estar desorientado en tiempo y espacio”, declaró. El sobrino del paciente y la mujer fueron los que dieron el consentimiento. El proceso tuvo que interrumpirse porque otros familiares así lo exigieron. Finalmente falleció dos días después en la residencia con el mismo cuadro.

Artículos relacionados

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en