..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
Parece mentira que la continuidad de proyectos sea tan difícil en la política de hoy día. Es una estupenda noticia que Enrique Ruiz Escudero repita como consejero en Madrid. En las pocas Comunidades Autónomas en las que ha sucedido también es una buena noticia (Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura o Baleares). Son escasos los ejemplos a seguir. Eso significa que no habrá que cambiar al equipo de gobierno, que hay una continuidad en los proyectos…
Es un problema continuo, habitual. Cambia el gobierno autonómico y cambia el consejero de sanidad. Y a continuación cambia el jefe de prensa, el director general, el viceconsejero y a veces hasta el chofer. No hay ninguna continuidad de los proyectos, el que llega “impone” proyecto y olvida lo que había. Sucede incluso cuando gobierna el mismo partido -e incluso el mismo presidente-.
Esta falta de continuidad de proyectos es un problema. Se quedan proyectos sin terminar y comienzan otros que habitualmente tampoco terminan. No solo es un problema económico y de oportunidad, también es un problema de credibilidad. La falta de continuidad en los proyectos trasluce que no son importantes. Han quedado atrás las OPE’s, la carrera profesional… y quien sabe cuantas cosas más han empezado “decenas” de veces.
La falta de continuidad de proyectos no sólo es un problema económico, lo es también de oportunidad y de credibilidad
De todas maneras, es un mal endémico. También sucede en el Ministerio de Sanidad. La media de permanencia es de dos años. El más longevo fue Julián García Vargas que estuvo poco más de cuatro años, de 1986 a 1991 (¡¡¡hace ya 30 años!!!)
No tenemos una mejor sanidad porque no tenemos unos mejores políticos. Se heredan los problemas y se ponen parches. Nadie se atreve a dar continuidad a proyectos, no existen más allá de una legislatura. Es un grave problema como se está denunciando continuamente porque genera inestabilidad.
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