Dra. Sara González (Amavir): El trabajo en las residencias es multidisciplinar, y debe estar encabezado por un médico con formación en geriatría

geriatra

..Fernando Ruiz.
El paciente geriátrico presenta características particulares que hacen necesario un abordaje diferente del que usualmente se emplea para la población adulta en general. Hay que resaltar no solo los aspectos propios del envejecimiento fisiológico, con progresivo declive de la funcionalidad de órganos y sistemas, sino también la disminución de la reserva funcional y la alteración de la homeostasis del organismo. Todas estas condiciones aumentan la vulnerabilidad ante situaciones de estrés o enfermedad, de tal suerte que los modelos de valoración clínica deben adaptarse.

La figura del geriatra es capital. Sin embargo, ante una población cada más envejecida, existe una carencia de especialistas en este área

En este sentido, la Dra. Sara González, jefa médico del Grupo Amavir, afirma que “la valoración multidisciplinar desde el ingreso es la base de una buena continuidad en los cuidados. Hay que conocer todas sus patologías, antecedentes, sus vínculos emocionales, su apoyo social, familiar, etc. En definitiva, hay que realizar una correcta valoración geriátrica integral“. Esta valoración se define como un proceso diagnóstico multidimensional e interdisciplinario diseñado con el fin de lograr el mayor grado de independencia o la mejor calidad de vida del anciano. Se distinguen varios aspectos fundamentales en el procesos de valoración en los adultos mayores: valoración clínica, funcional, afectiva, cognitiva psicosocial y nutricional. Estos aspectos evalúan y cuantifican los problemas físicos, funcionales, psíquicos y sociales que pueda presentar el anciano.

Por ello, la figura del geriatra es capital. “Este profesional tiene mucha importancia porque cada vez tenemos una población más envejecida. El envejecimiento es propio de todo ser humano y el organismo no responde igual. Es muy importante conocer cuál es la situación del paciente para poder valorar la patología. Además, hay que sumar la carencia de especialistas en geriatría. Es más, en España hay comunidades autónomas en las que no hay geriatras en los hospitales. En las residencias, la mayoría son médicos con formación geriátrica y, sobre todo, con formación en trabajo en equipo”, añade la Dra. González. 

En España, hay comunidades autónomas en las que en los hospitales no hay ni un geriatra

De hecho, en la formación de los médicos se incorporó una parte de formación en geriatría durante la carrera, ” aunque todavía no es suficiente, dado el porcentaje de personas en edad geriátrica, y normalmente es optativa“, asevera la jefa médico del grupo Amavir.

Por ello, se puede decir que la valoración geriátrica integral es el mejor instrumento del cual se dispone para la correcta atención geriátrica tanto en el ámbito hospitalario como en atención primaria con resultado positivo en la calidad asistencial.

En las residencias, el trabajo es multidisciplinar, y debe estar encabezado por un médico que tenga la formación geriátrica adecuada para el tipo de paciente que hay en cada centro. “La media de edad de nuestros pacientes es de 85 años en hombres y 86 en mujeres. Probablemente, muchos de ellos van a necesitar cuidados paliativos que mejoren su situación física, psíquica, emocional, social y espiritual”, asevera la Dra. González.

“Asimismo, ofrecemos los cuidados de fin de vida, que son los cuidados cuando sabes que la muerte está muy cerca. En Amavir estamos en un proceso de mejora continua y tenemos la suerte de contar con el apoyo en todas las residencias de los equipos de paliativos de la sanidad pública y algunas unidades de hospitalización domiciliaria que nos dan un apoyo excepcional, con los que aprendemos y damos el mejor cuidado a los residentes”, añade la jefa médico del grupo Amavir.

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