..Cristina Cebrián (video y fotografía)
..Fernando Ruiz.
El grupo Amavir ha clasificado las sujeciones entre las más fáciles y las más difíciles con el fin de eliminarlas de las residencias. En un principio comenzaron retirando aquellas más sencillas, para conseguir la confianza de las personas más reacias a desatar. Como remarca Gema Mateos, terapeuta del centro de la Cañada, “atar no es seguro“. La compañía se encuentra inmersa en este proceso y ya ha retirado las sujeciones en 19 de sus 42 centros.
Es clave la formación e información de familiares y trabajadores para realizar ese cambio de mentalidad de que sujetar no es seguro
En este sentido, Mateos ha destacado la importancia de la formación de los trabajadores, así como la información tanto a trabajadores como familiares. La terapeuta ha señalado que al principio las familias son muy reacias a la eliminación de sujeciones. Los familiares piensan que sujetar es lo más seguro. “Hay que convencer y promover ese cambio de mentalidad entre todos. Es muy importante”.
De hecho, ha señalado que este objetivo se consigue mediante charlas informativas y externas para los trabajadores con el objetivo de informar sobre proyecto y transmitirlo a las familias. “También clasificamos las sujeciones entre las más fáciles y las más difíciles. Al principio la metodología era desatar a las personas con las sujeciones más sencillas. De esta manera, se pretendía conseguir la confianza de aquellas personas más reacias a desatar”, ha añadido Gema Mateos.
Gema Mateos: “El cambio de mentalidad se consigue mediante charlas informativas sobre el proyecto”
En este sentido, Cristian Borobia, fisioterapeuta de Amavir Villanueva de la Cañada, ha remarcado cómo fue el proceso de generación de conocimiento y confianza entre los trabajadores. “Realizamos muchas charlas entre el personal, especialmente con el auxiliar, ya que son quienes más tiempo pasan con los residentes y a los que estas medidas les generaba más miedos e inseguridades. Por ello tuvimos que ayudarles, modificando esa mentalidad para que se sintieran seguros y hacerles ver que el cambio era posible”.
Por otro lado, Marta Gómez, responsable asistencial de enfermería del Grupo Amavir, ha señalado la importancia de que “todos vayamos remando en la misma dirección”. Además, ha añadido que estos proyectos hacen equipo. “Para desatar hay que tocar muchas partes del usuario, desde lo físico, lo psicológico y lo social. Por ello, cada departamento tiene su parcela donde actuar. Sin los compañeros, esto no se podría hacer. Todos tenemos que tener claro el objetivo y apoyarnos”, ha explicado.
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