La eliminación de las sujeciones es un proceso lento pero muy beneficioso

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..Cristina Cebrián (video y fotografía)
..Fernando Ruiz
El Grupo Amavir señala que el proceso de eliminación de las sujeciones es un proceso lento que no se realiza de la noche a la mañana. Se tiene que hacer de manera escalada empezando con los residentes más sencillos hasta los más complicados. Porque el miedo y la desconfianza que sienten las familias con la eliminación de las sujeciones es un sentimiento compartido, así lo ha señalado Cristian Borovia, fisioterapeuta de Amavir Villanueva de la Cañada, que al principio tenían miedo, pero poco a poco este proceso ha demostrado los grandes beneficios que experimentan los residentes.

La eliminación de las sujeciones es un proceso lento pero que reporta grandes beneficios para los residentes

Gema Mateos, terapeuta del centro de Villanueva de la Cañada, ha señalado que a medida que cogían confianza esto se reproducía en las familias. De hecho, ha afirmado que realizaron una práctica con las familias más reacias a desatar y les aplicaron las mismas sujeciones que sus familiares tenían, con estímulos a su alcance como patatas fritas, refrescos, pero con la limitación de que no podían acceder a ellas. La terapeuta ha afirmado que se produjo un cambio de mentalidad en las familias al comprobar por sí mismos lo mal que lo estaban pasando mal. “Ese fue el momento en el que ya accedimos a retirar las sujeciones”, ha asegurado Mateos.

En este sentido Marta Gómez, responsable asistencial de enfermería del Grupo Amavir, ha destacado que crecemos en una cultura muy protectora, que “nos inculca que el atar es por el bien del usuario”. Por ello supone un cambio drástico el afirmar que “atar es malo, que lo que hay que hacer es dejar a las personas libres”. Además, ha señalado que este cambio cuesta, porque al principio las familias son muy reacias y tienen miedo, “por lo que se pasan muy malos momentos, pero con el tiempo el éxito te muestra que es posible”.

Marta Gómez: “crecemos en una cultura que nos inculca que el atar es por el bien del usuario”

Por otro lado, Cristian Borovia ha remarcado que al principio ellos mismos pensaban que no se podía realizar el proyecto, por el hábito de trabajar de una manera totalmente opuesta a la que proponen actualmente. “Nos lo tuvimos que creer primero nosotros para poder transmitirlo a los demás trabajadores, y áreas profesionales”. Borovia ha afirmado que fue un proceso lento pero a medida que veían los resultados positivos fue calando, permitiendo que el proyecto “poco a poco se fue llevando solo”.

En esta línea, Gema Mateos ha destacado que ya llevan 5 años realizando esta práctica. “Es más, cuando ves a una persona con sujeciones te choca, te choca al ver una persona atada”, ha aseverado la terapeuta.

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