..Hortensia Mateo.
La pandemia de Covid-19 ha puesto en el foco la importancia que juegan las vacunas en los sistemas sanitarios. El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos y codirector de la cátedra de Medicina Humanitaria Asisa-URJC, el Dr. Ángel Gil, destaca en una entrevista con iSanidad que la vacunación a cualquier edad siempre resulta eficiente. Es uno de los mensajes clave que el Dr. Gil transmitió durante la jornada ¿Cómo cambiarán las vacunas el curso de la pandemia?, organizada por la Fundación Asisa.
A partir de los 55 años comienza la inmunosenescencia. ¿Hasta qué punto es importante la vacunación para lograr un envejecimiento sano y saludable?
La inmunosenescencia es un proceso de envejecimiento del sistema inmunológico que va a ligado a la edad y que si inicio y progresión va relacionado no solo con la edad sino con la presencia de enfermedades crónicas asociadas de tal forma que la presencia de diabetes podría adelantar dicho proceso. De todas formas, la edad en sí misma ya es una causa y por eso a partir de una determinada edad el sistema inmunológico se va deteriorando de forma progresiva.
A partir de una determinada edad el sistema inmunológico se va deteriorando de forma progresiva. Muchos calendarios incorporan indicaciones como la vacunación antineumocócica y la antigripal a partir de los 60 años de edad
Por eso en muchos calendarios incorporan indicaciones como la vacunación antineumocócica y la antigripal en personas a partir de los 60 años de edad. Ese fenómeno de inmunosenescencia hace que la capacidad de respuesta frente a las enfermedades infecciosas sea menor y que por lo tanto les hace más vulnerables no solo a padecer la enfermedad, sino a que estas sean más graves y son frecuencia sean motivo de hospitalizaciones e incluso de muerte, de hecho, frente a la gripe y la neumonía neumocócica el 95% de las muertes que se producen son en mayores de 65 años de edad.
De hecho, las enfermedades infecciosas ponen en peligro la vida de dicho sector de la población por lo que la vacunación va a permitir reducir esas complicaciones y mejorar por tanto la calidad de vida de dicho sector de la población ya que tienen un efecto directo en la reducción de las hospitalizaciones y la muerte.
¿Profesionales y pacientes están concienciados sobre su vacunación tanto en edad adulta como más avanzada?
Durante muchos años la vacunación ha estado ligada al campo de la pediatría y no es hasta el año 2004 cuando empezamos a diseñar los calendarios de vacunación para los adultos. Sin embargo, aún queda mucho campo de mejora ya que la percepción de la salud en la población adulta no les hace percibir el riesgo de las enfermedades inmunoprevenibles. Esa percepción llega a edades más avanzadas, a partir de los 75 años de edad, y en ese momento en gran medida ya es tarde por eso en gran medida en la mayoría de los calendarios la edad para la vacunación del adulto se fija en los 60-65 años de edad.
La vacunación siempre resulta eficiente independientemente de la edad
¿Cómo de coste efectiva es la vacunación en las personas más añosas?
La vacunación siempre es eficiente independientemente de la edad. De hecho, en un artículo publicado recientemente en 2020 en la Revista Española de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, se pone esto de manifiesto: cualquier vacuna cuando se hacen estudio de coste efectividad y de su coste en relación con los años de vida perdidos o los ajustados por calidad son siempre favorables o muy favorables a la vacunación.
¿Cómo cambiarán las vacunas el curso de la pandemia?
La pandemia, y en concreto la búsqueda de vacunas frente al Covid-19, han revolucionado el campo de la vacunología y más específicamente la innovación para buscar nuevos métodos para la obtención de vacunas, como el uso del mRNA o vectores como los adenovirus. Por lo tanto, hay más investigación e innovación en dicho campo.
La pandemia, y en concreto la búsqueda de vacunas frente al Covid-19, han revolucionado el campo de la vacunología
Cuando comience la vacunación por Covid-19, el suministro podrá ser limitado entre la propia población y entre países más o menos desarrollados. ¿Cuáles deberían ser las principales estrategias que tendrán que ponerse en marcha para garantizar un acceso justo y equitativo?
Es necesario establecer grupos prioritarios de vacunación y, como ya se ha establecido, habrá que empezar por los grupos más vulnerables y en aquellos donde la enfermedad cursa de forma más grave y con mayor riesgo de complicaciones. Es decir, los mayores de 75 años de edad y/o con enfermedades crónicas asociadas y, por supuesto, todos los trabajadores vinculados a estos pacientes ya sean de centros sanitarios o sociosanitarios.
Debido a este desarrollo exprés de la vacuna, ¿qué mensaje cree que deben transmitir los profesionales sanitarios a sus pacientes? ¿Cree que puede haber desconfianza incluso en personas partidarias de la inmunización?
Lo más importante es que la población sepa que cuando se acaben los ensayos clínicos, las agencias reguladoras, como la EMA o la FDA, tienen que dar su aprobación y que revisarán a fondo toda la información derivada de dichos ensayos clínicos como eficacia y seguridad. Solo cuando hagan eso, se procederá a su aprobación y esas agencias son las que garantizan que el uso de dichas vacunas está garantizado. Si no, no se autorizarán ni se utilizarán.
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