..Redacción.
Solo el 53% de los pacientes crónicos ha podido continuar su tratamiento en los centros sanitarios durante el último cuatrimestre de 2020. Así, el 44,3% de los pacientes ha sufrido algún cambio en su atención, según datos extraídos del Estudio del impacto de la Covid-19 en las personas con enfermedad crónica. La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) dio a conocer el estudio el pasado 22 de enero. El informe supone una segunda fase de análisis en al que se recogen datos referentes a los meses comprendidos entre septiembre y diciembre de 2020 a personas con al menos un diagnóstico de enfermedad.
La presidenta de la POP, Carina Escobar, ha explicado: “Cuando se inició la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 en nuestro país, comenzamos este estudio para conocer cuál estaba siendo el impacto en los pacientes crónicos. Los datos que obtuvimos resultaron ser muy preocupantes, poniendo de relevancia que el sistema no había sido capaz de mantener la atención a las personas con una patología previa”. Además, Escobar ha señalado que “con la continuidad de esta situación compleja, vimos necesario realizar una segunda fase de seguimiento que nos permitiera comprender la situación para poder concretar así propuestas de mejora de la atención sanitaria”.
Por otro lado, el 62,9% de las personas encuestadas ha presentado síntomas originados por su enfermedad o síntoma crónico durante el periodo de análisis. Además, en relación con los datos referentes a la atención sanitaria, un 25,2% de los pacientes declara haber tenido dificultades para conseguir su tratamiento farmacológico.
Según el estudio, un 25,2% de los pacientes encuestados declaran haber tenido dificultades para conseguir su tratamiento farmacológico
El estudio muestra cómo el seguimiento del estado de salud por los diferentes niveles asistenciales ha evolucionado de forma positiva en los dos periodos analizados. Ha destacado especialmente el rol de atención primaria: cuatro de cada 10 pacientes han recibido seguimiento por su parte. En cuanto a la atención hospitalaria, el dato ha mejorado en 11 puntos, registrando un 29,4%.
Respecto a la actividad de las asociaciones de pacientes, la percepción de los encuestados ha sido que su seguimiento se ha triplicado (14,9%) con respecto a la primera encuesta.
Solo el 37,6% de los encuestados afirma haber recibido información específica sobre medidas preventivas según la enfermedad o síntoma cronificado. Este dato es ligeramente superior en comparación con la primera fase del estudio (34,6%). Mientras, en la primera fase del estudio, un 10% de los solicitó el aplazamiento de pruebas o intervenciones por miedo al contagio. En cambio, en la segunda fase, este porcentaje se incrementa hasta alcanzar el 19%.
“Somos conscientes de que es una crisis sin precedentes, y al inicio de la misma podíamos comprender ciertos desajustes en el sistema, pero nueve meses después seguíamos viendo cómo todavía no se habían alcanzado los niveles de atención prepandemia y las necesidades de los pacientes, desatendidos durante tanto tiempo, se vieron cada vez más acuciadas”, ha explicado Escobar.
Por su parte, María Gálvez, directora de la POP, ha añadido: “Estos datos son claros ejemplificadores de las dificultades que los pacientes con alguna patología han sufrido durante los últimos meses. El SNS ha ido adoptando ciertas medidas puntuales en diferentes comunidades autónomas, pero éstas requieren de una equidad y permanencia que proporcione no solo continuidad en la asistencia sanitaria, sino que ésta sea segura para los pacientes que lo necesiten”.
El 44% de los encuestados percibe su salud en general como regular o mala debido a la falta de atención sanitaria
Debido a la falta de atención sanitaria, el 44% de los encuestados percibe su salud en general como regular (27,5%) o mala (17,1%). Según el informe, este dato supone el doble de los encuestados en comparación con la primera fase. En este sentido, son las mujeres quienes perciben mucho peor su salud al compararla con la de los hombres.
Impacto laboral y económico
Los datos del estudio revelan que el impacto de la pandemia en la situación de los pacientes crónicos ha ido más allá de lo sanitario. La crisis provocada por el Covid-19 ha afectado a su ámbito laboral y situación económica.
“Las diferentes fases de la desescalada y la correspondiente vuelta a la nueva normalidad han supuesto una situación complicada para aquellos pacientes crónicos que, siendo población de riesgo, han tenido que enfrentarse a los miedos al contagio y falta de seguridad en sus entornos laborales” ha explicado María Gálvez. En este sentido, el informe refleja que la opción del teletrabajo ha disminuido notablemente durante la segunda fase de evaluación. Es decir, ha pasado del 63,6% a un 18,9%. Esto ha supuesto que, una vez finalizada la etapa de confinamiento domiciliario, uno de cada dos participantes haya tenido que asistir a su puesto físico de trabajo a pesar de ser población de riesgo.
Cabe destacar que solo el 28,2% de los encuestados tiene reconocido legalmente un grado de discapacidad. La presidenta de la POP ha apuntado que “por lo que hay muchas personas con una enfermedad que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Son invisibles porque no tienen reconocida una prestación social, ni reconocida su situación de vulnerabilidad y riesgo social”. Además, durante esta segunda ola, un 5% más de participantes solicitaron algún tipo de ayuda social.