..Redacción.
El Ministerio de Sanidad ha rechazado la posibilidad de poner la vacuna de AstraZeneca a voluntarios menores de 60 años. Así se establece en la sexta actualización de la Estrategia de Vacunación recientemente aprobada.
Sexta actualización de la estrategia de vacunación
Para Sanidad, no se dispone de suficiente información para adoptar la decisión más adecuada. Por tanto, entiende, que el valor del consentimiento informado como garantía de una decisión autónoma, sería “muy discutible“. Así, “difícilmente” se puede ofrecer antes de recibir la vacuna la información que exige la Ley. Por tanto, esta propuesta puede entrar en contradicción con los principios éticos en los que se fundamenta la propia estrategia. “La toma de decisiones para la priorización debe basarse fundamentalmente en la evidencia científica y, por tanto, no puede basarse solamente en el consentimiento informado del individuo y, menos aún, sobre la base de una información científica de seguridad de la que aún no se dispone y que como señala también la Estrategia debe ser fiable“, destaca el texto aprobado.
El Ministerio considera que hay razones que impiden modificar la estrategia de la vacuna de AstraZeneca para voluntarios
Por último, el Ministerio reconoce que estamos en un contexto de escasez de recursos. Entiende que es necesario priorizar, y la vacunación “no puede establecerse por elecciones” individuales. Todas estas razones impiden modificar la estrategia de la vacuna de AstraZeneca para voluntarios.
Vacunas en las residencias de mayores
Por otro lado, se ha puesto de manifiesto el valor de los resultados de los estudios de efectividad de la vacunación con vacunas de ARNm en las personas institucionalizadas en residencias de mayores. “Muestran muy buenos resultados de protección frente a la infección, la hospitalización y muerte“, indican.
En concreto, el riesgo de infección en esta población se redujo en un 57,2% 14 días tras la vacunación con una dosis y un 81,2% tras la segunda dosis. Además, se observa protección indirecta en las personas no vacunadas que viven en residencias con alta tasa de vacunación.
