Sonia Martínez Machuca (Sermas): “Tenemos un envejecimiento de la plantilla y se nos presenta un reto a cinco años”

..Juan Pablo Ramírez.
..Victoria Guillén / Ana González-Besada (fotografía y vídeo).
Sonia Martínez Machuca cumple seis meses al frente de la Gerencia de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud. Esta especialista de medicina de familia ha tenido que hacer frente a lo peor de la tercera ola de coronavirus. En este contexto, Martínez Machuca trabaja para poner en marcha el plan estratégico de atención primaria con la necesidad de renovar una plantilla envejecida. Precisamente este es uno de los principales hándicaps, ya  que los profesionales en una situación de vulnerabilidad no pueden atender a pacientes Covid.

Mientras, el primer nivel asistencial ha desempeñado un papel clave contra la pandemia, tanto con el plan de vacunación como en la detección precoz y seguimiento de los pacientes. Los profesionales de primaria han realizado hasta la fecha dos millones de test de diagnóstico y 48,8 millones de consultas. En este contexto, la Gerencia ha tratado de poner en marcha medidas para reducir la carga administrativa de los profesionales.

Lleva seis meses al frente de la Gerencia de Atención Primaria ¿Qué balance haces de este medio año?
Ha sido un gran reto a nivel personal y profesional con las dificultades inherentes a la vida. El balance es de muchísimo trabajo, de haber enfrentado cuestiones muy importantes en este poco tiempo y de intentar sacar proyectos adelante que van a ser muy beneficiosos para toda la atención primaria. El balance, a pesar de todas dificultades y del trabajo, creo que tengo que decir que es positivo. Tenemos mucho que hacer todavía, pero estoy muy satisfecha.

Atención primaria es la que está viendo la mayor parte de los casos Covid. Afortunadamente, cada vez tenemos más mayores protegidos y realmente el perfil de infectados ahora es más joven

Entre lo mucho que queda por hacer es el plan de vacunación ¿Cómo se está desarrollando dentro de atención primaria?
El plan de vacunación, a pesar de todas las dificultades inherentes a una situación como la pandemia está siendo un gran trabajo de equipo en la Consejería de Sanidad. En atención primaria ha habido una respuesta magnifica de todos los profesionales. El primer nivel asistencial lleva hasta el momento el mayor porcentaje de vacunas. Además, estamos siguiendo, por otro lado, con toda la actividad Covid.

Aunque estamos ahora mismo en una fase de meseta en la infección, nos encontramos en una cuarta ola. Atención primaria es la que está viendo la mayor parte de los casos Covid porque, afortunadamente, cada vez tenemos más mayores protegidos y realmente el perfil de infectados ahora es más joven. Estamos diagnosticando a esos pacientes, los estamos siguiendo y todos nuestros profesionales están colaborando en ello.

Para los profesionales de primaria ha sido un reto la vacunación. Supone ver un poco de luz a final del túnel después de haber estado siguiendo a tantos pacientes, acompañándolos. Muchos han ido bien y otros no tan bien.

Los centros de salud han tenido que hacer un esfuerzo muy grande porque tenemos que diferenciar una zona Covid y otra no Covid

¿Qué papel ha jugado atención primaria contra el Covid-19?
Madrid ha adoptado medidas positivas y lo veremos con el tiempo. Realmente, se ha hecho un mapa asistencial de Covid. Se ha conseguido que desde que un ciudadano tiene la sospecha de infección hasta que finalmente acaba en un recurso específico, como puede ser el Hospital Enfermera Isabel Zendal, hemos desarrollado una red muy específica para atender a estos pacientes.

Atención primaria es la responsable de ese primer contacto con el enfermo que tenga una sospecha o un síntoma. Los centros de salud han tenido que hacer un esfuerzo muy grande porque tenemos que diferenciar una zona Covid y otra no Covid para que realmente cumplamos unos estándares de seguridad tanto para pacientes como para profesionales. Según avanzó la pandemia, las primeras fases que fueron las más duras, el primer objetivo era sacar los problemas adelante. Pero en cuanto nos hemos puesto a ordenar hemos conseguido sacar de los centros de salud parte de esa actividad.

Lo primero que organizamos fue los puntos centralizados de pruebas diagnósticas, los puntos de PDIA. Luego las unidades de atención Covid, las Uacovid, que suponen una estructura que ha dado también respuesta a los centros de salud para que puedan recuperar toda la actividad no Covid. A través de ellas hemos conseguido, por un lado, ubicar a los gestores-rastreadores que se contrataron por parte de la Consejería para ayudar al rastreo de los casos de los pacientes y, además, les hemos ido complementando con otros perfiles profesionales.Toda la atención a los contactos de un caso, incluso los casos leves, se lleva en esta Uacovid. De forma que parte del trabajo que hacían los centros de salud lo están haciendo estas unidades específicas.

El mayor porcentaje de pacientes Covid, afortunadamente porque todos no acaban en un recurso hospitalario, lo está viendo primaria

Aún así, los centros de salud siguen diagnosticando, controlando y haciendo seguimiento de esos pacientes tanto telefónico como atención domiciliaria en aquellos que así lo requieren. Ahora mismo, se puede decir que el mayor porcentaje de pacientes Covid, afortunadamente porque todos no acaban en un recurso hospitalario, lo está viendo primaria.

¿Qué otros recursos se han creado para hacer frente a la pandemia en atención primaria?
Además de los PDIA y de las Uacovid, se han creado para hacer frente la pandemia, las UAR que son las unidades para la atención a residencia. Suponen un recurso que ha venido para quedarse. Han facilitado la creación de unas estructuras para la coordinación entre los pacientes que están institucionalizados y la atención hospitalaria. Y, luego todo el mundo sociosanitario. Hemos conseguido crear una estructura de coordinación y atención a este grupo específico de pacientes que nos ha permitido atender de una forma muy eficiente a este grupo de población. Estos serían los recursos específicos, además de la reestructuración que hemos hecho en los propios centros de salud.

Estas tres estructuras se han creado por la pandemia, pero los propios centros de salud han tenido que reinventarse. Hemos tenido que dividir los centros de salud en zonas de atención a Covid y no Covid. Eso ha hecho que el espacio físico de los centros de salud se haya visto mermado. Los pacientes con una sospecha de Covid no pueden estar en los espacios que los pacientes no lo tienen.

Las UAR han facilitado estructuras para la coordinación entre los pacientes que están institucionalizados y la atención hospitalaria

Los profesionales han hecho otras tareas que no venían haciendo habitualmente, por ejemplo, la unidad administrativa que se ha reinventado completamente. Durante los meses más duros de la pandemia han sido capaces de organizar y canalizar todas estas demandas de los ciudadanos. Las enfermeras que se han puesto a seguir pacientes con síntomas leves, siguiendo un protocolo y trabajando de la mano absolutamente de los médicos. También han realizado una tarea clave las unidades de atención específica, de los fisioterapeutas, matronas, psicólogos que realmente han estado apoyando en las tareas que han sido necesarias para la atención al paciente Covid y luego, además, sus propios procesos los han readaptado con la telemedicina.

Se ha puesto en marcha el Plan de Mejora de Atención Primaria, ¿qué medidas se han podido iniciar?
Teníamos un plan estratégico 2024 que realmente arranca antes de la pandemia. Ya éramos conscientes que teníamos que cambiar las formas de trabajar y que teníamos que replantearnos, por un lado, la atención que prestamos a los ciudadanos, enfocarlos a una atención centrada en los pacientes. Y, por otro lado, con una asistencia basada en el valor. Estamos acostumbrados a trabajar en un modelo muy paternalista y nos tenemos que volver hacia los pacientes. Los pacientes han cambiado, la sociedad ha cambiado y la atención primaria tenía que cambiar.

Esto unido a un déficit de profesionales que todos sabemos que resulta realmente un problema, sobre todo, con los médicos. Tenemos un envejecimiento de la plantilla importante y se nos presenta un reto a cinco años porque no va a existir un recambio regeneracional. Por eso, éramos conscientes de que había que hacer un replanteamiento. Con este espíritu nace el Plan Estratégico 2024. De hecho, hay muchísimo trabajado.

Estamos acostumbrados a trabajar en un modelo muy paternalista y nos tenemos que volver hacia los pacientes

Es un plan en el que se trabajó desde todos los ámbitos, desde los asistenciales, los colegios profesionales, las sociedades científicas y los representantes sindicales. Se hizo una primera valoración para decidir donde queremos ir y que debemos mejorar. Además, ese plan, que terminaremos de presentar cuando nos lo permita la situación epidemiológica. Dentro de este plan estratégico una de las cosas que están es el Plan de Mejora Integral de la Atención Primaria que en estos momentos podemos decir que se esta reimpulsando y estamos pendientes de poderlo presentar oficialmente. Necesariamente tendrá que pasar primero por mesa sectorial como ya ha anunciado el consejero de Sanidad y la presidenta de la Comunidad de Madrid.

¿Cómo ha impactado la pandemia en las listas de espera?La atención primaria se caracteriza por la accesibilidad y la solución de los problemas que se prestan a los ciudadanos. El centro de salud ha tenido que reconvertirse, obviamente, parte del horario que los profesionales tenían exclusivamente para atender las demandas de los ciudadanos, para programarse, pues esas agendas de trabajo se han tenido que alterar porque todos los médicos y todas las enfermeras tienen que dedicarle una parte de su tiempo a la consulta Covid.

Tenemos un envejecimiento de la plantilla importante y se nos presenta un reto a cinco años porque no va a existir un recambio regeneracional

Aunque hay una serie de recursos humanos que se han introducido con la pandemia, muchos los hemos centralizado para ser más eficientes. Los médicos y las enfermeras tienen que hacer otras tareas que antes no hacían y eso lógicamente condiciona que tengan un tiempo menor. Por otro lado, el cambio de modelo de atención hacia el ciudadano hace que aquel que pida una cita y entre en un centro de salud, obligue a determinar primero si ese paciente puede tener Covid porque tendría que entrar por otro sitio al centro de salud.

Nuestra plantilla tiene una edad media alta. Estamos envejecidos. Además hay otro condicionante. Los profesionales han tenido que adaptarse por un situación de especial vulnerabilidad. O bien por edad o bien por una patología crónica ahora mismo tenemos profesionales que no pueden atender a pacientes Covid porque el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales no lo permite.

Todas estas circunstancias hacen que las plantillas que teníamos antes no corresponden a las que tenemos ahora. Primero porque unos profesionales deben tener unos procesos diferentes y el que tiene unas circunstancias de especial vulnerabilidad no puede trabajar en las circunstancias que lo hacía antes, luego el trabajo presencial hay que repartirlo entre todos los profesionales. Estamos en una pandemia y los ciudadanos no pueden olvidarlo. Esto condiciona que no se pueda atender el mismo volumen de demandas que se atendía antes. Lo hemos tenido que organizar así y tendremos que mejorarlo pero esperamos que la situación epidemiológica nos permita a todos cuanto antes volver a la normalidad.

Tenemos profesionales que no pueden atender a pacientes Covid porque lógicamente el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales no lo permite

¿Cómo han evolucionado los plazos?
Depende de la situación de cada centro de salud. Determinados centros pueden tener una plantilla más amplia. Hemos hecho una valoración de cómo han evolucionado las enfermedades crónicas durante el año 2020 y como se ha ido recuperando el seguimiento y los diagnósticos. De hecho, ya se ha remitido esta información a The Lancet. Los meses más duros de la pandemia se vio como cayó la atención a los pacientes crónicos y los diagnósticos pero se ve como a lo largo de 2020 se empezó a recuperar hasta casi haber recuperado la normalidad en la mayoría de los procesos.

El área que más se ha resentido es la de epoc. La espirometría tiene que hacerse en condiciones seguras y es una técnica que conlleva más riesgo de contagio. Pero el resto de patologías crónicas se ha recuperado con normalidad. Tenemos que pensar que hemos recuperado la atención al paciente crónico de forma proactiva. No esperamos a que el ciudadano nos llame. Esas personas han seguido controladas. Otras patologías menos graves o urgentes tardan un poco más en poder contarlo al médico o a la enfermera. Estamos viendo a los pacientes crónicos y atendiendo la patología no demorable, aunque quizás no de la manera en que estábamos acostumbrados hasta ahora.

Los meses más duros de la pandemia se vio como cayó la atención a los pacientes crónicos y los diagnósticos. A lo largo de 2020 se empezó a recuperar

¿Cómo se puede afianzar la teleasistencia y la atención a domicilio?
Cuando suceden situaciones como la pandemia tenemos que aprender de ellas. Es la oportunidad para establecer un modelo de atención diferente. Tenemos que mejorar la consulta no presencial. Casi todo es actividad telefónica, pero tenemos que ir mucho más allá y avanzar en la telemedicina. Contamos con proyectos encima de la mesa como el de ruralidad. Queremos darle aquí un impulso importante a la telemedicina, no solamente para el contacto con atención primaria, sino que haya una continuidad asistencial con el hospital. Hay un proyecto importante para implementar recursos en los pacientes para que tenga las herramientas que le permitan conectarse.

La telemedicina es una herramienta muy valiosa para el seguimiento del paciente crónico. En la pandemia hemos visto consultorios rurales que por problemas de espacio no han podido atender pacientes Covid. Esos puntos no se han podido mantener abiertos. En estos casos, hemos aumentado la actividad domiciliaria. Tenemos que dar un paso más en la e-consulta que ya la tenemos establecida, de tal manera que el médico de primaria, el especialista y el paciente puedan verse para que el ciudadano no tenga que desplazarse.

Tenemos que hacer la atención primaria más atractiva para conseguir que todos los residentes que formamos se queden

Otra herramienta es la consulta asíncrona que en los próximos días pondremos en marcha. Permitirá que los ciudadanos además de fijar una consulta con su médico, puedan hacer una consulta a través de Mi Carpeta Salud. Queremos impulsar también las apps a pacientes. Hay un amplísimo recorrido por hacer.

Consejería de Sanidad y sindicatos alcanzaron recientemente un acuerdo para incluir en bolsa de empleo a los MIR que finalicen su residencia en mayo, ¿qué necesidades de personal existen?
Tenemos que hacer la atención primaria más atractiva para conseguir que todos los residentes que formamos se queden. Este año hemos conseguido articularlo a través de bolsa, pero llevamos años intentando que cada dirección asistencial capte a los residentes que formamos. Es un reto que tenemos por delante. Que se hayan podido incluir estos MIR en bolsa es una gran ventaja para que nada más terminar su residencia les podamos ofrecer vacantes estructurales que necesitamos cubrir. Este Plan de Atención Primaria, que esperamos que vea la luz próximamente, pretende hacer más atractiva la primaria. El médico de familia, al igual que la enfermera familiar, son profesionales muy polivalentes, con una capacidad de resolución altísima, y están muy bien formados. Tienen ofertas de trabajo más allá del centro de salud. A veces optan por otras vías como urgencias hospitalarias.

El servicio de intérprete lo han utilizado 7.000 usuarios y además cuenta con 50 idiomas

El servicio de intérpretes de atención primaria ha llevado a cabo 7.000 intervenciones, ¿qué destacaría de esta experiencia?
Hemos dado respuesta a una necesidad de nuestros profesionales que en algunas zonas venían demandando un servicio para poder aprestar una mejor atención a sus pacientes. Hay comunidades que pueden tener especial dificultad, como la china, que en algunas áreas de Madrid es muy numerosa. Era una demanda de médicos y enfermeras para poder entender a la persona y hacer una entrevista clínica y detectar sus necesidades. Ha permitido mejorar el servicio. Ya lo han utilizado 7.000 usuarios y además cuenta con 50 idiomas. El mandarín es el más demandado. Se articula a través del móvil y es un servicio inmediato. Podemos traducir al paciente en tiempo real.

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