Retos “ECO” para combatir la pandemia del tabaco. Dr. Vicente Guillem

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..Dr. Vicente Guillem. Presidente de la Fundación ECO y jefe del Departamento de Oncología Médica en el Instituto Valenciano de Oncología.
El pasado 31 de mayo celebrábamos el Día Mundial sin Tabaco con unas cifras, una vez más, alarmantes. Más de 9,5 millones de españoles consumen tabaco, a diario u ocasionalmente, según el Observatorio del Cáncer AECC. También según esta fuente, todavía el 24% de la población española continúa fumando. A esto se suma que para 2025 seguirá habiendo alrededor de 1.200 millones de fumadores en todo el mundo, según estimaciones de la OMS.

Partiendo de esta realidad, y de que España es uno de los países que más medidas ha tomado durante los últimos años contra el tabaquismo, debemos reflexionar sobre qué podemos hacer para acabar con la verdadera pandemia de las últimas décadas. Desde la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO) tenemos claro que el tabaquismo debe combatirse a tres niveles: el educativo, el sanitario y el normativo. Por ello, hemos lanzado los Retos “ECO” en la lucha contra el tabaquismo en España. Una serie de recomendaciones que los especialistas en Oncología consideramos determinantes para dar pasos firmes para la eliminación de un hábito que, en nuestro país, se cobra más de 50.000 vidas al año.

Más de 9,5 millones de españoles consumen tabaco, a diario u ocasionalmente, según el Observatorio del Cáncer AECC

EDUCAR a toda la población sobre los efectos negativos del consumo de tabaco es primordial, ya que, todavía hoy, uno de cada tres españoles entre los 15 y los 64 años fuma diariamente, según la última Encuesta EDADES, elaborada por el Ministerio de Sanidad.

Hablo de una educación en dos direcciones. Por un lado, orientada a personas fumadoras, a través de la promoción de los programas de deshabituación tabáquica, que cada vez son más efectivos y exitosos. Por otro, a aquellas personas que nunca han fumado, desarrollando campañas para educar de forma precoz —desde los colegios— sobre el tabaquismo como principal causante de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo. No debemos olvidar que cada vez se empieza a fumar antes y, sobre todo, está aumentando la proporción de mujeres que fuman.

También se ha demostrado una relación directa entre el consumo de tabaco y la aparición de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y/o diferentes tipos de cáncer, entre otras patologías. Esto se debe a que el tabaco contiene más de 4.000 productos químicos, entre los que destacan la nicotina o el alquitrán. Al menos 250 de ellos son nocivos y más de 50 causan cáncer.

En el plano de la Oncología, el hábito tabáquico es uno de los principales factores de riesgo para la enfermedad oncológica. Claro ejemplo es el cáncer de pulmón, el más mortal de todos. El tabaquismo es el gran responsable de la mayoría de los nuevos diagnósticos y de los fallecimientos por este tumor. Pero, al mismo tiempo, hay una clara e innegable vinculación con otros tipos de cáncer como el de boca, garganta, estómago, páncreas, hígado, cuello uterino, vejiga, colon o recto.

Debemos reflexionar sobre qué podemos hacer para acabar con la verdadera pandemia de las últimas décadas

Mención aparte para el pronóstico de los pacientes oncológicos, pues para aquellos que fuman es claramente más desfavorable frente al de aquellos que se reconocen como no fumadores. Fumar no solo causa cáncer, sino que también impide que el organismo lo combata.

Por todo, desde el punto de vista clínico, urge CONCIENCIAR a la sociedad para que deje de fumar, y para que lo haga cuanto antes, pues la tendencia es a que lo haga después de los 55 años.

Y no podemos perder de vista la concienciación a todo el personal que trabajamos en Sanidad, para que seamos ejemplo de las recomendaciones que ofrecemos en las consultas, e intensifiquemos la información a los pacientes con el fin de erradicar sus hábitos tabáquicos.

Por su parte, las leyes en materia de tabaquismo desarrolladas en España han evidenciado un impacto favorable para la exposición de la sociedad al humo del tabaco. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer, hasta que consigamos erradicar, o al menos reducir de forma importante, el consumo de tabaco en nuestro país. Hay que ORIENTAR esta legislación hacia el aumento de los espacios —interiores y exteriores— sin humo y hacia el encarecimiento exponencial del precio del tabaco. En definitiva, hay que continuar impulsando, y aplicando, leyes restrictivas contra el tabaquismo, y ser implacables con la publicidad de los cigarrillos.

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