..Gema Maldonado. Palma (Mallorca)
Los servicios de atención primaria han cribado, diagnosticado y hecho el seguimiento del 90% de los pacientes que se han contagiado de Covid-19 desde el inicio de la pandemia según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). “El número de hospitalizados y fallecidos es muy importante y han ocupado portadas, pero el gran volumen de casos se ha seguido en los centros de atención primaria”, reivindicaba este jueves el Dr. Lorenzo Armenteros, portavoz de SEMG, durante el XXVII congreso anual de la sociedad que se celebra en Palma (Mallorca).
Dr. Armenteros: “El número de hospitalizados y fallecidos es muy importante y han ocupado portadas, pero el gran volumen de pacientes Covid-19 se ha seguido en los centros de atención primaria”
El también médico de familia ha señalado que la labor de primaria en este año y medio de pandemia “ha sido de contención absoluta” y, sin ella, “el sistema hospitalario hubiera hecho crack”. “A través de atención telefónica, visitas a domicilio y urgencias extrahospitalarias pudimos contener la avalancha de pacientes que hubieran llegado a los hospitales. Queremos que se sepa cuál ha sido nuestra labor, porque hemos sido los grandes desconocidos de esta pandemia”, ha defendido. “Es una reivindicación de dignidad para nosotros, para los pacientes y para los compañeros que murieron trabajando”.
A través de una mesa de debate sobre el el papel de la atención primaria en la crisis sanitaria, varios facultativos han expuesto el trabajo realizado desde cuatro ámbitos: los centros de salud, las urgencias hospitalarias, las urgencias extrahospitalarias y desde los servicios de primaria encargados de la atención de los centros sociosanitarios. Han puesto de relieve el número de médicos fallecidos por Covid-19: 118 en toda España. Muchos de ellos contagiados en los inicios de la crisis por falta de material de protección adecuado.
“Queremos que se sepa cuál ha sido nuestra labor, porque hemos sido los grandes desconocidos de esta pandemia. Es una reivindicación de dignidad para nosotros, para los pacientes y para los compañeros que murieron trabajando”
“Mi primer contacto con el Covid-19 ocurrió el 12 de marzo, con un paciente de urgencias que se encontraba mal. La siguiente noticia que tuve del paciente fue una llamada del médico de urgencias SUAP, me dijo que había fallecido”. Así ha relatado su experiencia la Dra. Isabel Orlandis, médica de familia en el Centro de Salud de Andratx (Mallorca). “Yo le exploré sin mascarilla ni EPI. La llamada fue aterradora, pensé que había contagiado a mi familia y a todo el centro de salud. Al día siguiente nos dieron la orden de cerrar puertas y no recibir a nadie sin filtro previo”.
De un 14% de consultas telefónicas que se realizaban en primaria en 2019, pasaron al 95% en 2020
Comenzaron así las llamadas teleconsultas. De un 14% de consultas telefónicas que se realizaban en primaria en 2019, pasaron al 95% en 2020. Y no en las mejores condiciones. “Con nuestros teléfonos, sin manos libres y trabajando en el ordenador”, recordaba el Dr. Armenteros, quien, como otros compañeros, recurrían formas de comunicación “de dudosa capacidad de mantenimiento del respeto a la privacidad de los datos, como el whatsapp o el correo electrónico”. Así, las consultas telefónicas se convirtieron en consultas de seguimiento de pacientes pluripatológicos, con problemas de salud mental, pacientes complejos, relató. “Nos ha creado una gran incertidumbre, teníamos que tener la capacidad de detectar signos de alarma que pudieran alertarnos de pacientes con dolencias graves”, reconoce.
Dra. Olandis: “Nos estamos encontrando con pacientes que han pasado infartos e ictus en casa o que un bultito en la mama se ha convertido en una lesión en un estado avanzado”
Las consecuencias de este tipo de consulta y del retraso en acudir al médico por parte de los pacientes que “minimizaban sus síntomas por miedo a contagiarse en los centros de salud y las urgencias”, apunta la Dra. Orlandis, es un aumento de patologías más avanzadas y otras que han vivido sin atención. “Nos estamos encontrando con pacientes que han pasado infartos e ictus en casa o que un bultito en la mama se ha convertido en una lesión en un estado avanzado”, lamenta la médica.
Uno de los puntos puestos sobre la mesa es el descontento de la atención primaria con las autoridades sanitarias. El Dr. José Luis Guerrero, médico de familia y jefe de Servicio de Urgencias del Hospital Comarcal de Inca (Mallorca), recordaba en su intervención que los protocolos que el Ministerio de Sanidad mandaba a las 8:00 de la mañana ya no valían dos horas después. “Llegaba uno o dos protocolos al día, teníamos que interpretarlos y adaptarlos a nuestra realidad”. Una tarea más que se sumaba a la “volatilidad e incertidumbre” de la situación.
Lamentan la “incomprensión de pacientes, autoridades y compañeros de hospitalaria” pese a la cantidad de pacientes Covid-19 y de otras patologías tratados en atención primaria
La falta de explicaciones de las autoridades sanitarias sobre el cierre de los centros de salud es otra de las actuaciones que han recibido críticas. Para el Dr. Armenteros, “nos hemos acostumbrado a las colas porque nadie tuvo la capacidad de informar de que eran decisiones políticas por seguridad de los pacientes y del personal”. Además, cree que ha habido “desconocimiento” de las autoridades “de lo que verdaderamente sufríamos a pie de consulta”. Por lo que lamentó que desde la atención primaria han “sufrido incomprensión por parte de pacientes, autoridades sanitarias e incluso compañeros de atención hospitalaria”.
Para volver a la atención presencial reivindican que se reduzcan “de forma tajante” las labores administrativas y burocráticas que ahora les ocupa el 35% del tiempo
Ahora, con una situación epidemiológica que no se veía desde principios del pasado verano y un buen ritmo de vacunación, los médicos de primaria quieren volver a la presencialidad, según expusieron en el Congreso. “Somos los primeros que tenemos ganas de volver a hacer nuestro trabajo, de atenderles y poder explorarlos, porque nuestro trabajo no es estar detrás de un teléfono”, afirma la Dra. Orlandis. Pero reivindican que se reduzcan “de forma tajante” las labores administrativas y burocráticas. “Nos consumen hasta el 35% de nuestras consultas y es una barbaridad desperdiciar ese tiempo”, concluye Armenteros.
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