..Gema Maldonado.
La triatleta y médica Susana Rodríguez Gacio afrontó los peores meses de la pandemia de Covid-19 en primera línea en la recta final de su residencia de medicina física y rehabilitación en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, atendiendo por teléfono a los pacientes infectados y ayudándolos después a recuperarse tras su paso por la UCI.
Ahora, su rostro ha dado la vuelta al mundo porque la revista Time la ha elegido para su portada como representante de un grupo de sanitarias y deportistas que competirán en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio. Es la historia de esta atleta y sanitaria, que ha ganado 27 competiciones internacionales y a la que un grave problema de visión ligado a su albinismo no le ha frenado ni para ejercer como médica ni para alcanzar el sueño de casi cualquier deportista: pelear por una medalla olímpica. Ya lo hizo en Río de Janeiro en 2016 y volverá a hacerlo en unas semanas en Japón.
El grave problema de visión de Susana Rodríguez Gacio no le ha frenado para llegar a ser médica en la sanidad española y triatleta paralímpica peleando por una medalla
Días antes de partir hacia Tokio, mientras entrena en la isla de Lanzarote, la triatleta Susana Rodríguez atiende a iSanidad para hablar de su vivencia como médica durante la pandemia, en unos meses en los que compaginaba largas jornadas de trabajo con tres horas diarias de entrenamiento en casa. Pero también señala las pocas facilidades que ofrece el Sistema Nacional de Salud (SNS) para adaptar sus puestos de trabajo a personas con discapacidad. Entre sus objetivos, traerse una medalla olímpica a casa y volver a ejercer la medicina después.
No todo el mundo es portada en la revista Time. ¿Le sorprendió que le contactaran? ¿Sabía que sería la portada?
No sabía que sería portada, me enteré en redes sociales. Cuando me contactaron me sorprendí porque, al fin y al cabo, lo que hago es para mí el día a día. Lo que no me sorprende es que en otros países se valora más que en España al personal sanitario. Aquí hay muy buenos profesionales pero, desgraciadamente, las condiciones no son buenas.
“Cuando me contactaron de Time me sorprendí porque, al fin y al cabo, lo que hago es para mí el día a día. Lo que no me sorprende es que en otros países se valora más que en España al personal sanitario”
¿Cómo vivió como médica en un hospital la llegada del Covid-19 y esa primera ola de contagios?
Creo que fue sorprendente para todos, nadie esperaba algo de estas dimensiones. Ni nosotros ni el sistema podíamos estar preparados para algo así. Lo viví con estrés e incertidumbre. También con ciertos momentos de enfado por la poca responsabilidad que se veía por parte de algunos ciudadanos que, a pesar de las restricciones, buscaron la manera de desplazarse a otros lugares, por ejemplo.
¿Cómo organizaba su trabajo, su preparación para competir, su descanso y la vida personal?
En cuanto empezó la pandemia yo ya entendí que la prioridad máxima para todos era cuidar de la salud tanto individual como colectiva. En ningún momento me preocupaban los Juegos Olímpicos porque yo era consciente de que no se podrían celebrar en 2020. Un evento así necesita de un mundo en paz y estabilidad. Así que por las mañanas iba al hospital y regresaba en el tren; luego dormía un rato y entrenaba tres horas con mi bici en el rodillo, una cinta de correr y una máquina de remo. Así todos los días. En cuanto a la vida personal, a través de las nuevas tecnologías. No quedaba otra opción.
“En la pandemia iba al hospital por las mañanas y regresaba en el tren; luego dormía un rato y entrenaba tres horas con mi bici en el rodillo, una cinta de correr y una máquina de remo”
¿Qué le llevó a querer estudiar medicina, en primer lugar, y a elegir medicina física y rehabilitación como especialidad después?
Siempre me gustaron las ciencias de la salud. De hecho, antes de medicina hice la diplomatura en fisioterapia en la Universidad de Vigo. Mi padre es médico y siempre me hablo con pasión de su trabajo, quizás eso haya influido. En cuanto a la especialidad, rehabilitación fue mi primera opción a la hora de elegir, debido a mi discapacidad no tenía muchas especialidades posibles y rehabilitación cuadraba con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas. Es una especialidad muy completa y transversal, ya que está relacionada con muchas otras. Eso me gusta.
¿De qué manera le ha afectado tener una menor visión en su carrera profesional y en su día a día en el hospital?
El mundo está adaptado para que veas perfecto y el 80% de información nos llega a través de la vista. Así que, a la hora de estudiar, siempre he tratado de prestar mucha atención a todo lo que iban comentando los profesores. Tengo diferentes apoyos tecnológicos que utilicé tanto para estudiar como durante la especialidad. En el hospital mi tutora del MIR, la Dra. María José Misa, comprendió muy rápido mi situación y también mi manera, algo diferente, de aprender, y esto fue estupendo para mí. Han sido pocas cosas las que no he podido hacer, básicamente las técnicas de intervencionismo.
“Han ido pocas las cosas que no he podido hacer en el hospital, básicamente las técnicas de intervencionismo”
¿Están los centros médicos preparados para el ejercicio de la medicina de personas con discapacidad?
No, los centros no están preparados y hay mucho desconocimiento, ojalá cambie en en futuro. Yo imaginaba que en un hospital sería mucho más fácil y rápida una adaptación del puesto de trabajo porque, al fin y al cabo, es un lugar donde se conoce la variedad de circunstancias de salud de las personas. Imaginaba que sería igual con los trabajadores, pero estaba equivocada.
Con la preparación de los Juegos Olímpicos, no está trabajando en sanidad. ¿Cuándo tiene previsto volver a ejercer como facultativa?
Espero volver después de los juegos, aunque todavía no tengo un plan. Ahora mismo quiero centrarme en Tokio porque es un objetivo potente que requiere de todo cuerpo y mente concentrados en él.
“Los centros sanitarios no están preparados para los sanitarios con discapacidad y hay mucho desconocimiento”
Como médica, pero también como deportista, ¿qué le parece que finalmente no pueda haber público en Japón?
Para los deportistas el público es esencial, es una motivación cuando estás compitiendo que te empuja a dar el máximo. Pero dada la situación entiendo que no haya público en los juegos. Hay que aceptar las condiciones que Japón propone, si hay un país capaz de albergar estos juegos con garantías ese es Japón.
¿Qué objetivos quiere conseguir en estos juegos?
Mi objetivo es conseguir una medalla. Deportivamente es la medalla que me falta y estoy dispuesta a intentarlo con todas mis fuerzas hasta el final.
