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En España se produce una media de 10 suicidios diarios. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 se suicidaron en España 3.671 personas. Así, el suicidio ha pasado a ser la primera causa de muerte no natural en España. Estas cifras se han disparado especialmente durante la pandemia de Covid-19. Además, ha tenido un impacto especialmente alarmante entre los jóvenes de 15 a 29 años. Concretamente, las tentativas de suicidio en la población infantojuvenil se incrementaron en un 250% durante 2020.
Las tentativas de suicidio en la población infantojuvenil se incrementaron en un 250% durante 2020
Ante el aumento de este gran problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado una guía de recomendaciones para prevenir el suicidio denominada ‘LIVE LIFE‘. “Para prevenir eficazmente el suicidio es preciso intensificar la vigilancia y hacer un seguimiento de los casos consumados y los intentos de suicidio”, explican desde la OMS.
El objetivo de la campaña es aumentar la sensibilización respecto a la relevancia del suicido. Además de otorgar la máxima prioridad a su prevención en los programas mundiales de salud pública. En este sentido, la OMS ha alentado a los países a elaborar y reforzar estrategias integrales de prevención del suicidio en el marco de un enfoque multisectorial de la salud pública.
Según la OMS, es importante aumentar la sensibilidad de la sociedad y superar los tabús para que los países avancen en la prevención del suicidio
Según la OMS, es importante aumentar la sensibilidad de la sociedad y superar los tabús para que los países avancen en la prevención del suicidio. “La estigmatización sobre los trastornos mentales y el suicidio disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en quitarse la vida y, por lo tanto, no reciben la ayuda que necesitan. La prevención del suicidio no se ha abordado debidamente porque falta sensibilización sobre la importancia que reviste como problema para la salud pública y por el tabú existente en muchas sociedades que impide tratar sobre él abiertamente. Hasta hoy, solo unos pocos países han incluido la prevención del suicidio entre las prioridades de sus políticas de la esfera de la salud y solo 38 han notificado que cuentan con una estrategia nacional de prevención específica”, concluye la OMS.
Por último, los Estados Miembros se han comprometido a trabajar para alcanzar el objetivo mundial de reducir en una tercera parte la tasa de suicidios en 2030. Por otro lado, la tasa de mortalidad por suicidio es uno de los indicadores de la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Dar visibilidad a una realidad silenciada
Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, Lundbeck ha puesto en marcha la campaña #HablemosSobreSuicidio. Así, con esta iniciativa se pretende concienciar sobre la primera causa de muerte no natural en España.
La información rigurosa y respetuosa puede ayudar a la prevención del suicidio
Según explica Cecília Borràs, psicóloga y presidenta de “Después del Suicidio-Asociación de Superviventies” (DSAS), la prevención pasa por la información y por hablar del suicidio sin tabúes. “Hay que dar visibilidad a una realidad silenciada, naturalizar hablar sobre este tema. Tratarlo de forma rigurosa, respetuosa y esperanzadora, está ayudando a la prevención del suicidio. Es primordial informar pero haciéndolo bien”.
La concienciación en torno a enfermedades mentales como la depresión, uno de los principales factores de riesgo de suicidio, es también fundamental. La detección y atención tempranas contribuyen a la prevención de graves complicaciones. Sin embargo, sobre la depresión todavía pesa el estigma y la incomprensión. “La depresión en absoluto se debe confundir con una actitud de la persona. Jamás lo pensaríamos si se tratara de otra enfermedad crónica que conllevara un riesgo de morir, como el cáncer. Por ello, y como en cualquier otro tipo de enfermedad, es vital la detección precoz y el soporte a la familia”, concluye Borrás.
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