..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
No ha pasado aún el tiempo de los gestores, seguimos en plena pandemia. Se acabaron las ruedas de prensa diarias. Hace tiempo ya que no vemos a Fernando Simón en televisión. Se mantiene aún la reunión semanal del Consejo Interterritorial pero también pasará. En todo este tiempo los gerentes de los hospitales y de centros salud han jugado un papel clave, ya no solo para contener la presión hospitalaria, sino para transformar el sistema sanitario.
Hemos visto a multitud de expertos en televisión, pero los directivos no han dejado de estar en primera línea. Han sufrido contagios y también la pérdida de algún compañero. Se les ha criticado injustamente cuando han recibido la vacunación, como si ellos no acudieran al centro sanitario. “Es mejor liderar desde atrás y poner a otros al frente, especialmente cuando las cosas van bien. En cambio, debes tomar la primera línea cuando hay peligro. Es entonces cuando la gente apreciará tu liderazgo”, decía el líder surafricano Nelson Mandela.
En todo este tiempo de pandemia los gerentes de de hospitales y centros salud han jugado un papel clave, ya no solo para contener la presión hospitalaria, sino para transformar el sistema sanitario
En un año y medio de pandemia han puesto las bases para iniciar la transformación del sistema sanitario. Se ha avanzado más en digitalización y en big data durante la pandemia que en la última década. Así lo han puesto de manifiesto gran parte de los gerentes que han participado en el Congreso Nacional de Hospitales organizado la semana pasada en Málaga por Sedisa y ANDE. La utilización del dato resulta clave para medir los resultados en salud e identificar aquellas bolsas de ineficiencia.
Gerentes y directivos han apostado por el dato hasta el punto que están dispuestos a someterse a él. Así lo expresó el presidente de Sedisa, José Soto, durante la inauguración del congreso. “Aceptamos que nos evalúen y nos elijan en función de nuestros resultados. Pero deben poner en marcha herramientas para medir”. La pelota está en los tejados de las consejerías de sanidad que deben apostar por una verdadera profesionalización de la gestión.
Los gestores y directivos de los hospitales y de los centros de salud no deben ser hombres de partido sino profesionales con conocimientos sobre gestión. Porque hoy no se trata de hacer poítica sino de cambiar el sistema sanitario para siempre y estar preparados para próximas crisis. El obstáculo ya lo advirtió Winston Churchill el siglo pasado. “El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes”.
