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Las consultas en atención primaria por problemas de salud mental en niños y adolescentes tras la pandemia ha crecido exponencialmente en los últimos meses, por eso es imprescindible que tanto familiares como médicos de atención primaria sean consicentes de los signos de alerta y reacciones de esta población tras el confinamiento, claves “para determinar las pautas, seguimiento y recomendaciones”, según apunta la Dra. Edna Mariella Cama Meza.
Es una de las ponentes de la sesión científica sobre salud mental en niños y adolescentes antes de la pandemia, durante el confinamiento y actualmente, desarrollada este viernes en el 43 Congreso Nacional de Semergen en Zaragoza.
Para los niños y adolescentes el estrés, el miedo y la incertidumbre que ha generado la pandemia pueden ser más devastadores para su salud mental que en adultos
Los profesionales han explicado que el estrés, el miedo y la incertidumbre que genera la pandemia pueden desgastar a cualquiera. Pero para los niños y adolescentes puede ser aún más devastadora emocionalmente. El confinamiento ha hecho que se disparen las consultas relacionadas con la salud mental en los jóvenes. Especialmente se han dado casos en familias desestructuradas y padres con patologías psiquiátricas.
Según una encuesta realizada por el CIS sobre los efectos psicológicos de la pandemia el 52,2% de los padres que han convivido con sus hijos menores ha percibido cambios en su forma de ser. El 72,7% de ellos asegura que estos han mostrado cambios de humor y un 30,4%, cambios en el sueño.
“El núcleo más cercano debe de saber identificar los síntomas que pueden ser el inicio de una patología mental. Es de vital importancia que lo consulten a su médico de familia”
Para prevenir estas situaciones, es necesario que los profesionales sanitarios tengan un conocimiento estrecho de las patologías mentales y sean capaces de detectarlas. Del mismo modo, el núcleo más cercano del joven “debe de saber identificar los síntomas que pueden ser el inicio de una patología mental, por lo que es de vital importancia que lo consulten a su médico de familia”, destaca la doctora Cama.
Esos signos de alarmas son un exceso de consumo de internet y dependencia de las tecnologías; el consumo de tóxicos con el incremento del uso de drogas en adolescentes; el aislamiento de amigos y familiares o comportamientos agresivos con ellos que, muchas veces, derivan en maltrato infantil.
Aislamiento, agresividad, consumo de tóxicos, dependencia de las tecnologías, visitas al médico por sintomas banales y cambios en el comportamiento alimentario son signos de alerta
Los trastornos del comportamiento alimentario son otra señal, tanto si el niño o el adolescente deja de comer como si come demasiado. “Cualquier tipo de descompensación alimentaria tiene que ponernos en alerta”, señalaron. También pueden ser indicativo de que algo no va bien si hay un auento de las visitas al pediatra o al médico de familia por sintomatología banal o llamadas a los servicios de urgencias por las mismas razones.
El Dr. Francesc Xavier Díaz Carrasco, ponente y coordinador del Grupo de Trabajo de Niño y Adolescente de Semergen, señaló que el desconocimiento de los síntomas por parte de los padres agrava la situación. “Si no logran identificar a tiempo los signos de alerta, se pierde el factor protector de estos, por lo que aumenta de manera significativa las adicciones y empeoran las patologías mentales”.
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