..Dr. Carlos Camps. Director de programas científicos de la Fundación ECO y Catedrático de Medicina.
El impacto socio-económico del cáncer alcanza una magnitud incalculable e inaceptable. Se estima que esta enfermedad pasará a ser la principal causa de muerte mundial, con un aumento de los nuevos casos hasta los 21,6 millones cada año. Además, la incidencia del cáncer continúa en expansión. Ahora más que nunca es imprescindible incrementar los esfuerzos en prevención, detección y tratamiento del cáncer, reforzando la investigación científica y la innovación oncológicas. Una investigación ágil es clave para poder abordar este desafío global.
El propio Parlamento Europeo ha destacado recientemente el carácter prioritario del cáncer, que ha venido acompañado por el desarrollo del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. Un Plan Europeo que potencia la investigación oncológica y que, a su vez, también pone de manifiesto la importancia de la inversión en investigación.
Sin embargo, si ponemos el foco en España, las cosas se complican. Desde 2008 se ha producido un descenso en la inversión en la industria de la investigación. Esto ha generado la desaparición tanto de investigadores, como de empresas investigadoras; lo que se traduce en una notable disminución de la capacidad investigadora del país.
Es imprescindible incrementar los esfuerzos en prevención, detección y tratamiento del cáncer, reforzando la investigación científica y la innovación oncológica
Mención aparte para el porcentaje del PIB español que se destina a I+D por parte de las empresas, ya que en nuestro país representa la mitad que la contribución de la media europea, y equivale a un 45 y 29% de lo que lo hacen las francesas y alemanas, respectivamente; según cifras del Primer Informe sobre la Investigación e Innovación en Cáncer en España, elaborado en 2018 por Aseica, AECC y Fundación Bancaria La Caixa. Reclamamos más presupuesto en I+D español para investigación porque, el que hay, es insuficiente.
Si bien es cierto que en los últimos años se ha incrementado en un 20% la supervivencia —en términos generales— y que tenemos previsiones alentadoras sobre el crecimiento de este porcentaje, si se sigue investigando al mismo ritmo, la realidad es que España no tiene las mejores cifras de supervivencia en Europa. Esta situación se debe a varias causas, entre ellas al poco desarrollo de la investigación.
En nuestro país hay buenos centros de investigación y también buenos grupos de investigadores. El problema de nuestra investigación es la financiación. Necesitamos que el Gobierno, o las autoridades competentes, haga un esfuerzo para establecer nuevas fórmulas de financiación para la investigación. No podemos seguir poniendo parches.
Necesitamos que el Gobierno, o las autoridades competentes, haga un esfuerzo para establecer nuevas fórmulas de financiación para la investigación
En este sentido, es fundamental que se favorezca la filantropía, así como también urge una modificación de la ley de mecenazgo, con una propuesta específica para Sanidad. La sociedad está concienciada con el carácter esencial de la investigación para el avance y lucha contra el cáncer. Nuestra sociedad quiere colaborar. Como no haya cambios en la legislación, no habrá donaciones. Con investigación hay futuro. El cáncer podrá ser una enfermedad prevenible y curable solo si continuamos progresando en la investigación oncológica.
Por todo, tenemos por delante el reto de hacer nuestro el Plan Europeo, y no podemos hacerlo de otra forma que alineando nuestra Estrategia Nacional de Investigación en Cáncer, con los objetivos concretos de mejora de la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes definidos en el mismo.
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