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La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) han desarrollado el Proyecto Capac, Acreditación en la gestión del paro cardiaco en los hospitales españoles, coincidiendo con el Día Mundial de la Parada Cardiaca, que se celebra el 16 de octubre. La idea es minimizar estos daños neurológicos y maximizar la supervivencia de los pacientes que sufren una parada cardiaca. Además, con el proyecto Capac se busca la certificación de unidades hospitalarias en paro cardiaco, siguiendo los protocolos establecidos en las guías internacionales.
Por ello, la SEC y la Semicyuc solicitan al Ministerio de Sanidad la puesta en marcha de un proyecto nacional para la gestión eficaz y eficiente de la parada cardiaca en los hospitales a nivel nacional. Asimismo, piden a las comunidades autónomas la implantación de unidades certificadas en parada cardiaca en base a las recomendaciones internacionales en los hospitales. Ambas sociedades han desarrollado junto con Aenor un sistema de certificación de unidades de parada cardiaca. Así, siguiendo las recomendaciones internacionales, lo presentarán al Ministerio de Sanidad y a las Comunidades Autónomas.
La SEC y la Semicyuc solicitan al Ministerio de Sanidad la puesta en marcha de un proyecto nacional para la gestión eficaz y eficiente de la parada cardiaca en los hospitales
En España, se estima que anualmente se producen 52.300 paradas cardiacas, de las que el 57% se producen fuera de los centros hospitalarios. De ellos, apenas unos 4.000 consiguen recuperarse y llegar con vida al hospital y de estos, el 62% sobrevive. Sin embargo, el 31% lo hace con un estado neurológico desfavorable o muy desfavorable.
Coste eficiente y equitativo
Según el documento de posicionamiento del Proyecto CAPAC, el coste total anual estimado derivado del tratamiento de la parada cardiaca asciende a 150 millones de euros. Además, cerca de la mitad es de naturaleza no sanitaria. Por otra parte, la implementación de los cuidados postresucitación arrojaría unos ahorros estimados de 40 millones de euros.
Las recomendaciones de la práctica clínica basadas en la evidencia científica confirman que los centros especializados en cuidados postresucitación obtienen mejores resultados en supervivencia y reducen los daños neurológicos.Por eso, el proyecto Capac insiste en la necesidad de contar con unidades certificadas de resucitación cardiaca a nivel nacional. Es importante que participen en la gestión del paciente que ha sufrido parada cardiaca desde su ingreso hasta el alta hospitalaria. También deben reunir los estándares de calidad necesarios para garantizar la mejor atención a estos pacientes.
El proyecto Capac insiste en la necesidad de contar con unidades certificadas de resucitación cardiaca que participen en la gestión del paciente con parada cardiaca desde su ingreso hasta el alta hospitalaria
Reducir el daño cerebral
El retorno exitoso de la circulación espontánea es el primer paso hacia el objetivo de la recuperación completa de un paro cardiaco. Ante una parada, es fundamental que dentro de los 3-4 minutos posteriores a la parada cardiaca se realice reanimación cardiopulmonar (RCP). Pero la RCP no termina con la recuperación de la circulación espontánea de los pacientes a los que se realiza, sino con el retorno de la función cerebral normal y la estabilización total del paciente. Para aquellos pacientes que llegan vivos al hospital, las probabilidades de daño cerebral son muy altas. Así, la adecuada gestión hospitalaria post parada cardiaca puede reducir de forma significativa el daño cerebral en los pacientes.
Las guías internacionales establecen que es necesario un correcto diagnóstico del paciente para establecer la causa de la parada cardiaca y posterior ingreso en la UCI. También es necesaria la evaluación de un posible cateterismo, así como evitar la hipotensión y recomiendan el manejo de control de temperatura. De hecho, según el documento de posicionamiento de ambas sociedades, el cuidado integral del paciente incluyendo el control de la temperatura mediante dispositivos de servocontrol tendría un efecto positivo sobre la proporción de pacientes con buen estado neurológico al alta.
El control de la temperatura mediante dispositivos de servocontrol tendría un efecto positivo sobre la proporción de pacientes con buen estado neurológico al alta
El jefe de Servicio de Cardiología del Hospital La Paz, el Dr. Esteban López de Sá, afirma que “la variabilidad del resultado entre los centros que cuentan con protocolo de manejo de control de temperatura avanzado y los que no, es notable. Así, en los centros en los que se aplica este tratamiento mejoran la media de pacientes sin daño neurológico al alta y se incrementa aún más si incorporan sistemas avanzados. Es decir, el uso de sistemas de control de temperatura integrado en un manejo global del paciente podría suponer evitar que, cada año, 235 pacientes que han sobrevivido al paro cardiaco abandonen el hospital con daños neurológicos graves; y ganar cerca de 7 meses de vida en perfecta salud por paciente”.
Pero no solo los pacientes se ven beneficiados con la inclusión de este sistema. Según el jefe de servicio de Medicina Intensiva del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, el Dr. Ricard Ferrer, “los beneficios para los profesionales son también evidentes ya que se trata de un sistema automatizado que hace que se mejore la gestión del tiempo y eficiencia de la carga de trabajo de los profesionales. También reduce la variabilidad y asegura los cuidados al paciente”.
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