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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamamiento para que se acelere el desarrollo de vacunas contra el estreptococo del grupo B (EGB). Se trata de una bacteria común que puede transmitirse de madre a hijo en el vientre materno, durante el parto o en las primeras semanas de vida del recién nacido. Además, cada año provoca unas 150.000 muertes de bebés, más de medio millón de partos prematuros y una importante discapacidad a largo plazo.
Por ello, un nuevo informe de la OMS desarrollado junto a la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Lshtm) recuerda que las vacunas maternas contra este estreptococo ayudarían a reducir estas cifras. Además, se trata de vacunas muy costoeficaces que aportan importantes beneficios para la salud en todas las regiones del mundo. Los autores hacen un llamamiento a investigadores, desarrolladores de vacunas y a financiadores para que aceleren el desarrollo de una vacuna eficaz contra el EGB. La idea es que pueda administrarse a las mujeres embarazadas durante las revisiones rutinarias del embarazo.
Dr. Lambach: “El estreptococo del grupo B es una amenaza importante e infravalorada para la supervivencia y el bienestar de los recién nacidos”
Según el autor del informe y médico del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, el Dr. Phillipp Lambach, “esta nueva investigación muestra que el estreptococo del grupo B es una amenaza importante e infravalorada para la supervivencia y el bienestar de los recién nacidos. Y tiene efectos devastadores para muchas familias en todo el mundo. La OMS se une a sus asociados para pedir que se desarrolle urgentemente una vacuna materna contra el EGB, que tendría profundos beneficios en los países de todo el mundo”.
En la actualidad están en desarrollo varias vacunas candidatas contra el EGB. Sin embargo, todavía no hay ninguna disponible a pesar de haber estado en fase de desarrollo durante varios decenios. Por otra parte, si la vacunación llegara a más del 70% de las mujeres embarazadas, se podrían evitar más de 50.000 muertes anuales relacionadas con el EGB; así como más de 170.000 nacimientos prematuros. Asimismo, el informe de la OMS destaca que, si las vacunas tuvieran un precio asequible, los beneficios económicos netos tras un año de vacunación materna alcanzarían los 17.000 millones de dólares acumulados a lo largo de varios años.
Durante 2020 se produjeron 91.000 muertes de recién nacidos por EGB, así como más de 46.000 mortinatos
Durante 2020 se produjeron 91.000 muertes de recién nacidos por EGB, así como más de 46.000 mortinatos. También fue la causa de 518.000 nacimientos prematuros, 390.000 casos de infección por EGB en lactantes y 40.000 lactantes presentaron deficiencias neurológicas tras infecciones por el EGB.
Salvar la vida de cientos de miles de bebés
Por primera vez, esta nueva investigación cuantifica la importante contribución del EGB a los nacimientos prematuros, así como a las deficiencias neurológicas, como parálisis cerebral y pérdida de audición y visión que pueden producirse tras las infecciones por el EGB.
Joy Lawn: “La vacunación materna podría salvar la vida de cientos de miles de bebés en los próximos años”
Una de las colaboradoras del informe, la directora del Centro de Salud Reproductiva y de la Madre, el Adolescente y el Niño de la Lshtm, Joy Lawn, explica que “la vacunación materna podría salvar la vida de cientos de miles de bebés en los próximos años. Sin embargo, 30 años después de que se propusiera esta medida por primera vez, el mundo no ha suministrado una vacuna. Ahora es el momento de actuar para proteger a los ciudadanos más vulnerables del mundo con una vacuna contra la infección por el EGB”.
Actualmente, la profilaxis antibiótica administrada a la mujer durante el parto es el principal medio para prevenir la enfermedad estreptocócica del grupo B en recién nacidos, si se detecta la bacteria durante el embarazo. Sin embargo, incluso en las regiones con una alta cobertura de profilaxis, siguen existiendo importantes riesgos para la salud. De hecho, es poco probable que esta intervención evite la mayoría de las muertes prenatales y los partos prematuros asociados al EGB o la enfermedad estreptocócica del grupo B que se produce más tarde después del nacimiento.
Acceda aquí al informe de la OMS
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