..Verónica Casado, consejera de Sanidad de Castilla y León desde julio de 2019 hasta diciembre de 2021.
Anuario iSanidad 2021.
La pandemia ha iniciado signos de retirada hace apenas tres meses. Llegamos a este diciembre de 2021 conscientes de que desconocemos cuál será el comportamiento del Covid-19 a partir de ahora, pero convencidos de que hemos logrado contener los efectos de la emergencia provocada por el SARS-CoV-2 gracias al empeño del conjunto de la sociedad y de un sistema sanitario, capaz y comprometido, que ha organizado y puesto en marcha una atención y una vacunación masivas sin precedentes.
Una emergencia sanitaria que, a lo largo de año y medio, nos ha atropellado en forma de cinco interminables olas, en las que una sola patología llegó a ocupar la mitad de las camas de nuestros hospitales, triplicando las camas de críticos, y que ha obligado a la atención primaria a realizar seguimiento y despistaje de un sinfín de pacientes y de sus contactos sin dejar de atender a su población. Una atención primaria que continúa realizando gran parte de ese trabajo de contención y que tanto está contribuyendo a la recuperación de la normalidad en la situación de riesgo controlado en la que ahora nos encontramos.
Desde hace dos décadas nuestra atención primaria presenta claros signos de fragilidad
Desde hace dos décadas nuestra atención primaria presenta claros signos de fragilidad. Son múltiples las causas, que podríamos resumir en tres: financiación insuficiente de la sanidad en general y de la atención primaria en particular; deficiente organización intrínseca por sesgo de modelo y extrínseca por sesgo de organización; y gravísimo déficit de reposición de especialistas en medicina familiar y comunitaria y de pediatras en atención primaria.
Se han realizado muchos diagnósticos, pero todavía no se ha puesto el adecuado tratamiento que, en estos momentos, no admite más demoras. Nos enfrentamos a una situación crítica, que debería obligarnos a evitar todo ruido que impida el consenso social, político y profesional. Además, en Castilla y León, para poner en marcha la ineludible
reordenación y refuerzo de la atención primaria, hemos de tener en cuenta tres inherentes y complejos atributos de nuestra comunidad como son la dispersión geográfica, el envejecimiento y la despoblación.
En 2022 destinaremos un 20,3% del presupuesto para sanidad a la atención primaria
Castilla y León está aumentando la financiación en sanidad, lo que nos permite consolidar una inversión de al menos el 7% del PIB regional, con un presupuesto asignado a la sanidad pública de más de 4.449,4 millones de euros para el año 2022, del que destinaremos un 20,3% a la atención primaria. Estamos mejorando la organización incorporando nuevos perfiles, ajustando el mapa sanitario a la realidad demográfica actual, potenciando la atención continuada y revisando el modelo de salud comunitaria, con la garantía de que cada persona cuente con su médico de familia y su enfermera, así como con su equipo de atención primaria. La situación actual de la atención primaria es la razón para su reordenación y refuerzo. No hacer nada no es una opción. El sistema sanitario en su conjunto saldrá fortalecido.
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