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La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) afirma que ante la situación actual de la pandemia de Covid-19 en España se debe priorizar la atención de las personas vulnerables. Para ello, consideran necesario que se realicen importantes modificaciones en la manera actual de abordar la vigilancia epidemiológica, la metodología diagnóstica, la organización de los sistemas asistenciales, la aplicación de medidas de prevención de la transmisión y, finalmente, la aplicación de los avances científicos en los campos de la terapéutica y de la utilización de las vacunas en la población general.
Desde Seimc consideran necesario que se realicen importantes modificaciones en la manera actual de abordar la vigilancia epidemiológica
La elevada frecuencia de casos y la alta transmisibilidad de la variante Ómicron condicionan, que en el momento actual muchos pacientes sean diagnosticados de Covid-19 al ingresar en el hospital por otras causas. Aunque, en la mayoría de los casos se trata de pacientes que son asintóticos o leves. Esto ocasiona en las instituciones sanitarias una excesiva carga laboral y asistencial. Además, genera relevantes problemas organizativos que afectan a la atención a los pacientes al aplicarse las mismas estrategias y recomendaciones que en pasadas olas de la pandemia.
En este sentido, Seimc ha emitido un documento de posicionamiento basado en dos premisas principales. La primera, que la variante ómicron puede producir enfermedad grave en personas no vacunadas, incompletamente vacunadas y en pacientes vulnerables. Por tanto, según afirman, “es en estos grupos de población donde hay que centrar el esfuerzo preventivo, diagnóstico y terapéutico. La segunda, es que la contagiosidad de la variante Ómicron es de tal magnitud que hace muy probable que la mayoría de la población acabe infectada”.
Así, añaden que “este nivel de contagiosidad sin precedentes sugiere que más del 50% de la población mundial podría estar infectada antes del final de próximo mes de marzo. Por otro lado, se ha determinado que hasta el 80-90% de las infecciones producidas podrían ser asintomáticas”.
Seimc: “La respuesta frente a la variante Ómicron debe de ser diferente y proporcional a la carga de enfermedad que produce”
Según aclaran, este documento no se trata de un protocolo o quía, está abierto a discusión pública. Además, puede cambiar en el futuro si aparecen nuevas variantes con características biológicas diferentes y con mayor riesgo de producir una enfermedad más grave. Por este motivo, señalan que la respuesta frente a la variante Ómicron debe de ser diferente y proporcional a la carga de enfermedad que produce. Las acciones de prevención, diagnóstico y tratamiento deberían focalizarse en los grupos de personas vulnerables.
Para ello, plantean transmitir y explicar que determinadas medidas que se realizan con frecuencia, como el control de la temperatura corporal a la entrada de los establecimientos públicos o pulverizar las superficies con soluciones antisépticas en dichos establecimientos, carecen de utilidad; y suprimir la obligatoriedad de certificados de vacunación para entrada en locales públicos. Asimismo, recomiendan dosis vacunales adicionales; usar como indicadores principales de evolución del impacto clínico de la pandemia deben utilizarse los de incidencia de hospitalización y mortalidad; Y, por último, no realizar pruebas diagnósticas en casos leves en personas no vulnerables.
Asimismo, creen que la estrategia de detección de variantes en nuestro país adolece de varios defectos. Por un lado, se secuencia un número bajo de aislados en comparación con países de nuestro entorno. Y, por otro, no se focaliza en pacientes de mayor riesgo de desarrollar nuevas variantes y proporciona los datos con retraso.
Las acciones de prevención, diagnóstico y tratamiento deberían focalizarse en los grupos de personas vulnerables
Por ello, ven necesario lograr una nueva estrategia, una modificación de la atención médica en los hospitales; priorizar el fortalecimiento del sistema sanitario en su conjunto. Además, la pandemia ha evidenciado la necesidad de contar con redes de investigación financiadas que permitan la realización de ensayos clínicos a gran escala de forma eficiente y rápida.
