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En el marco del 60º Congreso de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef) y II Encuentro Iberoamericano de Rehabilitación, Grünenthal Pharma, ha organizado dos mesas redondas donde se han abordado el tratamiento del dolor neuropático y la osteoporosis, con el objetivo de aumentar su visibilidad, así como, ayudar a las personas que lo padecen a mejorar su calidad de vida.
El dolor neuropático periférico (DNP) es causado por una lesión o enfermedad del sistema nervioso somatosensorial periférico circunscrito a un área de máximo dolor y con sensibilidad alterada. “Como consecuencia de la disfunción del sistema nervioso periférico puede producirse una alteración de la función sensorial que se traduce en la aparición de signos y síntomas diversos”, ha aseverado el Dr. Jesús Figueroa, jefe de Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Asimismo, ha señalado que hay “algunos negativos como el entumecimiento o la hipoestesia, y otros positivos que pueden ocurrir de forma espontánea o provocada por un estímulo, entre los que son frecuentes las parestesias, disestesias, hiperalgesia y la alodinia”.
Dr. Figueroa: “El diagnóstico precoz, el abordaje multidisciplinar y la toma de decisiones terapéuticas, son fundamentales para los pacientes con DNP”
Según el Dr. Figueroa, en muchas ocasiones, “la atención primaria es la puerta de entrada de los pacientes con este tipo de dolor”. Por ello, ha destacado la importancia del nivel asistencial para su detección precoz y para minimizar el impacto del dolor en el paciente. “La AP ha realizado una buena gestión formativa en dolor neuropático. Esto ha permitido un diagnóstico más temprano, mejorando de forma muy notable el abordaje terapéutico que debe ser multidisciplinar”, añade.
Además, el especialista ha subrayado que, para los pacientes con dolor neuropático es fundamental “el diagnóstico precoz, el abordaje multidisciplinar y la toma de decisiones terapéuticas basadas en la evidencia científica”. Por otra parte, ha comentado que existen diferentes alternativas de tratamiento: terapia física, farmacológica e intervencionista no sólo en la diana terapéutica del dolor sino también en el impacto funcional del dolor en el paciente.
Dr. Figueroa: “El dolor neuropático periférico tiene unas características muy especiales y responde mal al tratamiento analgésico habitual”
Asimismo, el Dr. Figueroa ha afirmado que, “aunque los estudios son limitados, se ha estimado una prevalencia en la población general de 1,5%“. No obstante, ha puesto de relieve que los estudios que se han centrado en algunas causas en particular, han determinado una prevalencia mayor. “Un estudio epidemiológico llevado a cabo en España sobre un total de 2.173 pacientes atendidos en clínicas del dolor, mostró una prevalencia del 51,9 % de dolor neuropático. Sin embargo, otros estudios realizados en España en el ámbito de la AP han ofrecido tasas de prevalencia de dolor neuropático en general entre el 30 y el 45%“, resalta.
“El dolor neuropático periférico tiene unas características muy especiales y responde mal al tratamiento analgésico habitual. Se trata de un dolor que, si no se trata adecuadamente, en ocasiones, puede evolucionar hacia la cronicidad. Hay situaciones premórbidas como la diabetes, herpes zoster, cirugías previas y procesos oncológicos, que nos deben hacer estar especialmente atentos en la identificación de este tipo de dolor”, concluye el especialista.
La osteoporosis afecta a un 5,6% de la población española, es decir, cerca de tres millones de personas padecen esta enfermedad
Osteoporosis, un proceso asintomático
La osteoporosis es una patología que afecta a un 5,6% de la población española, según el último informe de la Fundación Internacional de la Osteoporosis. Esto supone que alrededor de tres millones de personas, especialmente mujeres a partir de 50 años, padecen esta enfermedad. “Una de las características de este proceso es que se manifiesta de manera asintomática, por lo que es muy frecuente que pase desapercibida”, ha afirmado el Dr. José Antonio Expósito, especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario de Valme (Sevilla). Por ello, “cuando se manifiesta, normalmente lo hace por una fractura por fragilidad del hueso, sobre todo fractura de cadera o vertebral, que tienen una alta mortalidad y morbilidad”.
Según el especialista, la osteoporosis es un proceso crónico que no tiene un tratamiento curativo. Sin embargo, ha reconocido que sí se puede “controlar” y “prevenir” a través de unos hábitos de vida saludables y un tratamiento farmacológico correctamente indicado. “En cuanto a su tratamiento, va a depender de muchos factores y debe ser individualizado con respecto al programa de ejercicio terapéutico como al tratamiento farmacológico”, ha apuntado.
“Esto obliga a los médicos rehabilitadores a estratificar el riesgo del paciente a sufrir una fractura por fragilidad siguiendo escalas internacionalmente aceptadas. Según el nivel de riesgo del paciente, se prescribiría un tratamiento farmacológico específico para cada caso y se indicaría un programa de ejercicio personalizado”, ha aseverado. Por último, el especialista asegura que, los profesionales sanitarios deberían de tener una formación actualizada en la atención a la osteoporosis, dado que los avances terapéuticos y tratamientos innovadores “van mejorando progresivamente los resultados en estos procesos”.
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