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Fiebre, letargo, mialgia o cefalea son otros síntomas que provoca la viruela del mono, según un estudio en el que ha participado el grupo de investigación Ciberinfer en el Hospital Universitario La Paz. La investigación ha sido publicada en ‘The New England Journal of Medicine’.
Desde la identificación en 1970 del virus de la viruela del mono en humanos, se han descrito brotes esporádicos en ciertas regios africanas, donde la enfermedad es endémica. Sin embargo, desde mayo del 2020 se está asistiendo a un incremento sin precedentes en el número de casos. Actualmente, este virus se ha identificado en más de 50 países de distintos continentes.
Según los investigadores, desde mayo de 202 estamos asistiendo a un incremento sin precedentes en el número de casos registrados por viruela del mono
Además de este cambio en su distribución, el virus esta mostrando un espectro distinto en cuento a presentación clínica y población afectada. Para tratar de caracterizar mejor el actual brote y con ello definir mejor su transmisión, los factores de riesgo asociados, la evolución clínica y sus complicaciones, se ha llevado a cabo este estudio en el que se recogen 587 infecciones diagnosticadas entre el 27 de abril y el 24 de junio de 2022, en 43 centros de 16 países.
La mayoría de ellos eran hombres homosexuales o bisexuales, 98% de las personas infectadas, el 75% de raza blanca y el 41% estaban infectados por el VIH; la edad media era de 38 años. La mayoría de las infecciones se produjeron a través de la actividad sexual (95% de los casos).
Respecto a las manifestaciones clínicas, casi todos los pacientes presentaban una erupción, el 73% tenía lesiones anogenitales y el 41% tenía lesiones en las mucosas. A la erupción se asoció fiebre (62%), letargo (41%) mialgia (31%) y cefalea (27%). La linfadenopatía también era frecuente en el 56% de los casos.
Casi todos los pacientes presentaban erupción, lesiones anogenitales, y lesiones en las mucosas
Asimismo, las infecciones de transmisión sexual concomitantes se registraron en 109 de 337 pacientes que fueron atendidos. Entre aquellos en lo que se pudo identificar una exposición clara, la mediana de incubación de la infección fue de 7 días. Se identificó ADN del virus de la viruela del mono en líquido seminal de 20 de las 39 personas que se analizó. Se administró tratamiento antiviral al 5% de las personas en general. De ellas, el 70% precisaron hospitalización fundamentalmente para controlar el dolor, por sobreinfección de tejidos blandos, faringitis que limitaba la ingesta oral, lesiones oculares, lesión renal aguada, miocarditis y para el control de la infección. No se identificó ninguna muerte.
Según los investigadores, “Se ha puesto en evidencia cómo la viruela del mono se está comportando en el brote actual, cursando con una variedad de hallazgos clínicos, tanto dermatológicos como sistémicos, y trasmitiéndose fundamentalmente tras contacto sexual. El hecho de que se haya identificado, de manera simultánea, casos fuera de las zonas en las que la viruela del mono ha sido tradicionalmente endémica, pone de relieve la necesidad de identificar y diagnosticar los casos de manera precoz como medida de gran importancia para contener la propagación de esta enfermedad”.
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