..Cristina Cebrián.
España sigue sumando casos de viruela del mono y ya ha alcanzado los 6.543 positivos confirmados, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) del 30 de agosto. Además, en Europa se han notificado un total de 15.334 casos. Mientras tanto, la OMS pronosticó esta semana el final del brote ante las “primeras señales de ralentización”.
Una afirmación que plantea ciertas dudas a los médicos preventivistas ya que todavía no se ha logrado “acorralar” la transmisión y se necesitan más medidas de control. Así lo explica para iSanidad el Dr. Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (Sempspgs) y jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico de Valencia.
La OMS acaba de señalar que se puede eliminar la viruela del mono tras las “primeras señales de ralentización del brote”. ¿Realmente estamos ante el fin del brote en Europa?
Tengo bastantes dudas. Lo que estamos viendo es que ha habido un aumento de casos progresivo. Por ejemplo, en nuestro hospital hemos tenido situaciones un poco anecdóticas que hablan de la dificultad para hacer estudios de contactos, en algunos casos, debido a las tácticas de riesgo que suelen estar detrás de los contagios.
El final del brote dependerá mucho de cómo se tome en serio la labor de educación sanitaria, sobre todo en los colectivos más expuestos y con mayor transmisión
También hemos tenido algún caso de falso negativo en laboratorio que luego se confirmó mediante las pruebas del Instituto de Salud Carlos III. Esto no creo que sea lo habitual pero sí puede dificultar el control de los casos. Ya lo hemos visto en otras experiencias previas.
En todo caso, el final del brote dependerá mucho de cómo se tome en serio la labor de educación sanitaria, sobre todo en los colectivos más expuestos y con mayor transmisión. Si se limitan estos colectivos y se hace un buen control de los casos y sus contactos, estaríamos a tiempo de evitar la transmisión.
Con la experiencia que hemos tenido de la pandemia de Covid-19 vimos que esto era difícil. En cambio, la situación con respecto a la viruela del mono me recuerda al inicio de la pandemia del VIH, que se empezó a transmitir entre la población general y ya no se daba solo en determinados colectivos. Este puede ser un factor limitante para decidir si se controla o no.
En España seguimos viendo casos todas las semanas y, aunque algunos de ellos son por contacto estrecho, en otros se trata del primer caso de un brote cuyo origen es desconocido
Y en España, ¿cuál es la situación?
La situación en nuestro país está tibia. Yo tengo mis dudas porque seguimos viendo casos todas las semanas y, aunque algunos de ellos son resultado de haber sido contacto estrecho, en otros se trata del primer caso de un brote cuyo origen es desconocido. También resulta incierta la efectividad de la aplicación de las medidas preventivas.
¿Habría que tomar nuevas medidas en España para lograr reducir los casos?
Habría que tomárselo en serio. Y esto quiere decir que hay que hacer buenas campañas. Con el VIH ya ocurrió que no se quería hablar demasiado del tema. Pero si queremos cercar la transmisión, hay que hacer buenos estudios de contacto y seguir cada caso. Además, esto hay que acompañarlo de buenas campañas informativas entre la población general.
Por otro lado, contamos con las vacunas, pero nos va a pasar como con el Covid-19: si se nos desmadra la situación, habrá que empezar a producir las vacunas en gran cantidad. Aunque no es la misma situación, ya que la transmisión de la viruela del mono se produce principalmente por contacto y por gotas y el Covid-19 se transmite por gotas y por vía aérea, que resulta mucho más difícil de evitar.
Los servicios de atención primaria deben estar preparados, y en principio lo están, para notificar cualquier caso que se les presente a los servicios de Epidemiología
¿Qué actuaciones deben llevar a cabo los Servicios de Medicina Preventiva de los hospitales españoles?
Deben realizar un esfuerzo muy grande por la detección precoz de cada caso, a través de los sistemas de información habituales. Algo que no ocurre en los hospitales, ya que todavía no vemos tantos ingresos, los servicios de atención primaria y los médicos de familia deben estar preparados, y en principio lo están, para notificar cualquier caso que se les presente a los servicios de Epidemiología. También deberá hacerse un seguimiento rápido y efectivo de todos los casos, así como controlar los posibles brotes.
Esta es la clave del éxito: promover la educación sanitaria y realizar un esfuerzo de prevención, control y aislamiento de casos, al menos en las fases iniciales. Una vez que se pierde el control es más difícil.
¿Es necesario realizar estudios sobre la eficacia de las vacunas? ¿Esto ayudaría a mejorar el acceso a las mismas?
La eficacia de las vacunas ya se conoce. Yo creo que el esfuerzo no debe dedicarse a los medicamentos. Siempre parece que los medicamentos nos van a salvar y no es cierto. Cuando tenemos un inicio de un brote epidémico, lo importante son las medidas de control y de acorralamiento de la transmisión. Si conseguimos esto, se acabó el problema. Por supuesto, disponer de vacunas entre colectivos de riesgo y personas que están expuestas debido a su profesión, siempre va a venir bien. Pero, en estos momentos, las vacunas son una medida preventiva de apoyo a las medidas clásicas de prevención y control.
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