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Han pasado dos años y siete meses desde el estallido de la pandemia de Covid-19, del confinamiento y del parón que sufrieron los programas de cribado de cáncer de mama. Los tres primeros meses de la crisis llevaron al límite al sistema sanitario. Posteriores olas volvieron a tensarlo. En todo este tiempo, los cribados de cáncer de mama se han vuelto a reactivar, incluso a normalizar, pero no lo ha hecho el número de mujeres que acuden a la llamada para realizarse la mamografía.
Los cribados de cáncer de mama se han vuelto a reactivar, incluso a normalizar tras la pandemia, pero no lo ha hecho el número de mujeres que acuden
“En 2020 contabilizamos una reducción en la participación de más de un 7%. El 2021 fue más de un 5%. En lo que llevamos de 2022 volvemos a tener una diferencia de más de un 7% con respecto a 2019”, afirma la Dra. Pilar Manchón, radióloga especialista en senología, directora médica regional en Affidea España y directora de la Unidad de Mama de Grup Manchón, en un coloquio realizado en iSanidad en colaboración con Fujifilm.
Algo parecido ha ocurrido con los cribados oportunistas, según ha detectado la Dra. Francisca Gras, radióloga y gerente de la Clínica CDI Tarragona, quien señala que “el número de pacientes que venían antes de la pandemia no lo hemos recuperado”. Es ahora cuando están en el camino de volver a las cifras de 2019, “pero nos ha costado”.
Dra. Gras: “El número de pacientes que venían antes de la pandemia no lo hemos recuperado”
Factores influyentes en la disminución del screening
Las especialistas señalan algunos factores que han influido en la caída de participación en los programas de screening. Por una parte, los tres meses de confinamiento entre marzo y mayo hicieron que “nadie se hiciera una mamografía en ese tiempo”, apunta la Dra. Manchón. “Hemos detectado que los ciclos en los que se hacían los estudios se han trastocado. Esos tres meses de cierre eran ‘temporada alta’ donde la gente acudía a los cribados”. Muchas de las pacientes que acudían en esos meses han visto cómo su ciclo de cribado “ha cambiado” y eso, para la radióloga, “tiene impacto”.
Por otra parte, la pandemia hizo que “mucha gente rechazara la invitación a los programas de screening ante el temor de acudir a lugares públicos y contagiarse”. Una reacción que se dio no solo en los primeros compases del Covid-19, sino que volvió a repetirse en sucesivas olas. La Dra. Machón señala la onda pandémica que causó la variante Ómicron entre diciembre y enero de este año y que “tuvo bastante impacto“.
Hay estudios que prevén “más muertes, tumores más grandes y estadios más avanzados” debido a los retrasos en los cribados de cáncer de mama y al miedo a acudir a los centros y contagiarse
Riesgo de tumores más avanzados
Las consecuencias de los retrasos en las revisiones y del miedo de las mujeres a acudir a los centros sanitarios y contagiarse “están empezando a verse ahora”, refiere la Dra. Manchón, y se refleja en estudios que prevén “más muertes, tumores más grandes y estadios más avanzados”.
La Dra. Gras dibuja varios escenarios posibles como consecuencia de los retrasos y del miedo a visitar un hospital durante la pandemia. “Si el paciente no acude, no se puede hacer el diagnóstico. Si acude con un tumor más grande, puede ser que esté localizado en la mama o que pueda tener ya afectación ganglionar, incluso metástasis. Esto es negativo de cara a la disminución de la morbilidad”, advierte.
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