..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
Todo el sistema de atención primaria está “doliente”, no solo manifestante. Hace años que se están pidiendo cambios en forma de recursos, formación o inversión, y solo llegan promesas o pequeños ajustes. La desesperación ante la falta de resolución de todos estos problemas apuntan a cambios radicales que no se acaban dando. Hay una tendencia a pensar que la única solución disponible ya es que la atención primaria acabe en una gestión privada, a modo de concierto.
Sin embargo, la realidad es que la gestión privada de la atención primaria será difícil porque habría que hacer demasiados cambios estructurales. El exceso de citas, listas de espera o la carga administrativa en atención primaria no van a variar por cambiar de gestión pública a privada. Aumentar los recursos humanos y la capacidad de resolución no está hoy en manos de quien gestiona, hay demasiados defectos que corregir.
La gestión privada de la atención primaria será difícil porque habría que hacer demasiados cambios estructurales
Para “privatizar” la gestión habría que hablar no solo de presupuestos, también habría que hablar de temas tabú con los actuales estatutos de los funcionarios. Medir resultados, eficiencia, productividad, mérito o experiencia de paciente son demasiado importantes en la gestión privada como para dejarlos de lado. La continuidad asistencial, gestión de recursos humanos o inversión en tecnología también son conceptos que habría que incorporar. Antes de hablar de gestión privada en atención primaria habría que intentar que la gestión pública funcione, con planes a largo plazo. Los parches no sirven.
En el año 1942 se crea por Ley de 14 de diciembre el Seguro Obligatorio de Enfermedad (SOE), origen del actual sistema sanitario de la Seguridad Social, que se crea en el año 1963. Así, coexisten, la asistencia sanitaria de la Seguridad Social con la medicina privada y con la beneficencia. Era otra cultura, otras cifras. Ahora hay más ciudadanos, tenemos mayor esperanza de vida y mayor consumo de recursos sanitarios en edades más avanzadas. Hay muchos más fármacos y mayor consumo de fármacos, también se requiere una tecnología totalmente distinta. Tampoco pacientes y profesionales exigen igual que hace 60 años.
La sociedad ha cambiado y el sistema sanitario necesita un cambio mucho más fuerte que el parche de la gestión privada de la atención primaria.
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