Combinar tiazidas con diuréticos de asa es “eficaz y seguro” en pacientes con insuficiencia cardiaca aguda con congestión

Es el resultado del ensayo clínico Clorotic, realizado por la Sociedad Española de Medicina Interna en 25 hospitales de España

apagliflozina-insuficiencia cardiaca

Redacción
La combinación de terapias tiazidas con el tratamiento con diuréticos de asa ha demostrado ser “eficaz y segura” para abordar la congestión en pacientes con insuficiencia cardíaca aguda con resistencia a diuréticos de asa. Así lo ha demostrado el ensayo clínico Clorotic promovido y realizado por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Sus resultados se han presentado en el 43 Congreso Nacional de la SEMI recién celebrado en Gijón.

El estudio Clorotic sobre tiazidas y diuréticos de asa en insuficiencia cardiaca se ha realizado en 25 hospitales de España

Se trata del primer ensayo independiente de la sociedad científica, diseñado y desarrollado por investigadores del Grupo de Trabajo ICyFA (Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular) en 25 hospitales de toda España. “Actualmente, en estos casos, las guías de práctica clínica europeas recomiendan la combinación de tiazidas con diuréticos de asa”, ha explicado el Dr. Juan Carles Trullas, “sin embargo, esta estrategia se basaba exclusivamente en recomendaciones de expertos, hasta la llegada del estudio Clorotic”. El especialista ha destacado que sus resultados demuestran que la asociación de ambos tipos de fármacos “es eficaz y segura, ya que aumenta la diuresis, pero no los efectos adversos”.

Los resultados del ensayo se presentaron en una mesa redonda específica de la insuficiencia cardiaca, donde se abordó, además, el tratamiento con los cuatro fármacos recomendados en insuficiencia cardiaca reducida. Los participantes debatieron si es viable o no introducirlos antes de dar el alta al paciente ingresado en medicina interna.

Las guías clínicas ya recomendaban la combinación de tiazidas con los diuréticos de asa en insuficiencia cardiaca pero no había evidencia sobre ello

El Dr. Jesús Casado, coordinador del Grupo de Trabajo ICyFA, comentó que el ingreso “se puede considerar como una oportunidad para mejorar el tratamiento de los pacientes una vez que retornen a su domicilio”. Pero también reconoció que este posicionamiento tiene “dificultades y complejidades”. Y es que los pacientes habitualmente ingresados en medicina interna son de mayor edad”. Por tanto, suelen presentar “mayores tasas de fragilidad y comorbilidad que los representados en los ensayos clínicos, lo cual confiere una dificultad añadida”, afirmó.

Sin embargo, los expertos también pusieron de manifiesto que hay evidencia de que los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen tasas de prescripción de fármacos para esta patología “por debajo de lo deseable”. Por lo que es otro motivo para aprovechar esos días para optimizar el tratamiento.

Hay evidencia de que los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen tasas de prescripción de fármacos para esta patología “por debajo de lo deseable”

Aumenta la incidencia de la insuficiencia cardiaca
Pese a ser una oportunidad, los participantes en la mesa redonda expusieron que el ingreso hospitalario por insuficiencia cardiaca “empeora significativamente el pronóstico vital de los pacientes y que este es un periodo de máxima vulnerabilidad para el paciente”. La edad y la fragilidad juega un papel clave en esto. La incidencia de la insuficiencia cardiaca aguda es cada vez mayor, sobre todo a partir de los 70 y los 80 años. El envejecimiento de la población y el aumento de los factores de riesgo cardiovasculares, están entre las causas. También crece esta patología porque se ha logrado reducir la mortalidad en las cardiopatías y se han producido avances en su diagnóstico.

Actualmente, la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años es la insuficiencia cardiaca. Muchos de ellos ingresan en los servicios de medicina interna, cuyos especialistas “desempeña un papel primordial en la atención a estas personas con insuficiencia cardíaca”, apuntaron los expertos. En los últimos años se ha mejorado el curso evolutivo de la enfermedad gracias al tratamiento farmacológico y no farmacológico. Pero los internistas también admitieron que, cuando la enfermedad avanza y se vuelve refractaria al tratamiento, se entra en una fase de gran consumo de recursos sanitarios.

Noticias complementarias

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en