Sara García: “Son muchas las aplicaciones que se desarrollan en el espacio para traer beneficio a la tierra a nivel sanitario”

La investigadora en cáncer del CNIO forma parte de la nueva promoción de astronautas de la Agencia Espacial Europea

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Sara García, investigadora del CNIO y astronauta. Foto: CNIO

Gema Maldonado
Sara García sueña con encontrar un fármaco que pueda ayudar a mejorar la supervivencia de pacientes con cáncer de pulmón y de páncreas, dos de los más mortales. Para conseguirlo, desarrolla un proyecto de investigación para hallar la manera de eliminar de estos tumores la proteína RAF1, después de haber desvelado su estructura atómica. Acabando con ellas han eliminado el cáncer en ratones. Lo hace desde el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), donde trabaja como investigadora postdoctoral en el laboratorio de Mariano Barbacid.

Pero la investigación biomédica no es su única pasión. Ya está viviendo otro sueño muy distinto que viene desde su infancia. Un tatuaje del sistema solar y otro de un astronauta revelan que esta leonesa de 33 años siente “fascinación” por el espacio. Una convocatoria de la Agencia Espacial Europea (ESA) buscando astronautas para unirse “a la mayor aventura de la humanidad” le hizo ver que su trabajo tenía mucho que ver con el que se hace en las misiones espaciales. Así que con un “por qué no intentarlo”, se lanzó al proceso de selección para ir al espacio.

La semana pasada sus compañeros del CNIO eran los primeros sorprendidos al ver su cara y su nombre en todos los telediarios. Era una de las astronautas en la reserva de la nueva promoción de la ESA. Es, también, la primera mujer astronauta en España y de las pocas del mundo. Decenas de entrevistas y sesiones de fotos después, hace unos días volvió a su laboratorio, donde sus compañeros la esperaban con globos, aún algo incrédulos. Pasado el revuelo de los primeros días, Sara García cuenta a iSanidad todo lo que puede aportar una investigadora del cáncer a una misión en el espacio y todo lo que una misión de estas características puede aportar a los avances en salud humana.

“Un astronauta, sobre todo en misiones espaciales, lo que hace es ciencia. Desarrollan experimentos científicos, que es a lo que yo me he dedicado toda mi vida profesional”

¿Cómo ha sido tu vuelta al laboratorio después de todo lo que has vivido estos días?
Estos primeros días han sido un poco extraños, empezando por la sorpresa en mis colegas de profesión, porque nadie sabía que yo me estaba presentando a este proceso. Hoy [este miércoles] les he dado una pequeña charla sobre cómo ha sido toda la aventura de convertirme en astronauta.

Cuando llegué a mi laboratorio el viernes, mi grupo de investigación me había puesto en mi sitio globos con forma de cohete y un astronauta. Fue muy emocionante. Ya les dije que no había llorado en la gala en la que me nombraron astronauta y ellos casi me hacen saltar las lágrimas.  Fue muy bonita la vuelta al trabajo. Han sido días de algo de revuelo, pero creo que en esta semana ya todo vuelve a la normalidad aquí en el CNIO.

¿Qué te llevó a decidirte a echar la solicitud para el proceso de selección de astronautas de la ESA? ¿Habías pensado alguna vez llegar a hacer algo así?
El espacio es algo que siempre me ha fascinado. De niña, como todos, soñaba con ser astronauta cuando miraba las estrellas. Pero nunca fue algo a lo que yo me planteara dedicar mi vida profesional. Me llamaban más la ciencia y la investigación. Realmente, lo que me llevó a dar el paso fue leer desde una perspectiva adulta y madura en qué consiste esto de ser astronauta, más allá de lo que podemos ver en las películas de subir a un cohete e ir al espacio.

“De repente me dije que este era el trabajo de mis sueños”, cuenta Sara García al saber la labor de un astronauta en el espacio. “Implica ciencia, divulgación, ambiente diversos y trabajo en equipo”

Vi que un astronauta, sobre todo en misiones espaciales, lo que hace es ciencia. Desarrollan experimentos científicos, que es a lo que yo me he dedicado toda mi vida profesional. Me di cuenta de que no había tanta diferencia respecto a lo que hacemos en el laboratorio. Lo único es que, además de hacer experimentos fascinantes y estar rodeados de un ambiente multidisciplinar y multicultural, que eso ya lo tengo en el CNIO, hay un punto más: la aventura que rodea todo ese trabajo, con el tipo de entrenamiento al que hay que someterse, puesto que esos experimentos se hacen en microgravedad en la estación espacial internacional.

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Foto: Laura M. Lombardía / CNIO

De repente me dije que este era el trabajo de mis sueños y no lo sabía, porque implica ciencia, divulgación, ambiente diversos y trabajo en equipo, que es lo que más me apasiona en el mundo. Todo rodeado de aventura y con el sueño que todo niño ha tenido de salir al espacio exterior. Cuando leí que muchas de mis habilidades y experiencias encajaban muy bien con lo que buscaban en los candidatos, a pesar de ser biotecnóloga, me dije que había que intentarlo.

¿Qué tienen en común las habilidades y competencias de una investigadora en cáncer con las que debe reunir una astronauta?
Los investigadores tenemos que leer muchísimo en el día a día las publicaciones científicas para estar actualizados y al corriente de lo que nuestros colegas investigan y publican. Hay que asimilar grandísima cantidad de información y quedarse con lo que es relevante y esto es algo muy útil para un astronauta.

“Hay que tener un buen control y gestión del riesgo en el espacio. Y esto es algo primordial en los laboratorios científicos”

Es necesario ser capaz de seguir procedimientos establecidos, siguiendo todos y cada uno de los pasos y registrando absolutamente cada acción, de tal manera que si ocurre algún fallo se pueda detectar a tiempo y solucionarlo. Y eso es hacer protocolos y experimentos, cosas que hacemos en el laboratorio todos los días.

Hay que tener un buen control y gestión del riesgo en el espacio. Y esto es algo primordial en los laboratorios científicos, donde tenemos que garantizar nuestra seguridad y la de nuestro equipo porque trabajamos con material que puede ser potencialmente peligroso, desde muestras biológicas, ya sean bacterianas, víricas o tumorales, hasta otros reactivos que pueden ser radiactivos en algunos experimentos.

El trabajo en equipo es también primordial en una misión espacial y, en ciencia, trabajamos en equipo y coordinados. Incluso los proyectos muy grandes, cada uno desarrolla su parte para que todas las piezas encajen, estén interconectadas y haya una comunicación eficiente entre todos.

Sara García destaca que muchos de los estudios que se han hecho en astronautas en el espacio “se aplican hoy para paliar los efectos del envejecimiento”

¿De qué forma son útiles para la investigación biomédica los trabajos que se realizan en las misiones en el espacio?
Sirven para múltiples propósitos que se pueden analizar desde distintos ángulos. La mayoría de los experimentos científicos que se hacen en la estación espacial internacional están relacionados con salud humana. Por ejemplo, al someter a los astronautas a microgravedad durante seis meses, sufren una degeneración ósea y muscular extrema, que mimetiza muy bien lo que ocurre a medida que envejecemos. Casi todos los estudios que se han hecho en estos astronautas se aplican hoy para paliar los efectos del envejecimiento.

Hay otros muchos ejemplos; parte de la tecnología que se ha desarrollado en el espacio se utiliza para la cirugía láser aplicada a problemas de visión. Actualmente, se están haciendo muchos estudios sobre trauma cerebral y estar en microgravedad permite simular lo que podría ser un trauma cerebral y cómo paliarlo. Son muchas las aplicaciones que se están desarrollando para traer beneficio a la tierra a nivel sanitario.

“Estar en microgravedad permite simular lo que podría ser un trauma cerebral y cómo paliarlo”

Desde la perspectiva industrial también se plantean problemas en el espacio para los que se desarrolla una solución que después repercute positivamente en la tierra. Por ejemplo, se nos plantea la imposibilidad de llevar grandes cantidades de agua a la estación espacial, porque es muy caro. Es necesario un sistema que permita reciclar la orina. Son muchos los ingenieros que buscan una solución a este problema, con sistema que después se puede aplicar en zonas con grandes sequías o con escasez de agua.

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Por cada euro que se invierte en el espacio retornan 3,5 euros a la tierra. Aparte del aspecto inspiracional que supone mandar astronautas al espacio, que hace que crezca el interés por la investigación, por la ciencia y por el avance, y eso siempre es bueno para un país.

“Los retos son inmensos porque el sistema humano es tremendamente complejo. Cuando consigues entender una pequeña rama de la raíz de un desafío médico descubres otras 35 que están interconectadas”

¿Dónde hay más retos por investigar, en cáncer y salud humana o en el espacio?
Sabemos tan poco en comparación con lo que nos queda por saber que puedes encontrar retos en cualquier parte. Pero se está avanzando muchísimo en investigación en salud y, en concreto en cáncer, que es lo que me toca más de cerca por trabajar en el CNIO. Hay mentes brillantes, muchísimo talento y cada vez más coordinación, de tal manera que se están dando pasos muy importantes.

Los retos son inmensos porque el sistema humano es tremendamente complejo. No son problemas que tengan fácil solución o que tengan una única explicación, sino que en el momento en el que consigues entender una pequeña rama de la raíz de un desafío médico descubres otras 35 que están interconectadas. Son problemas complejos y por lo tanto las soluciones son complejas. El cáncer, que es tan difícil de comprender, es paradigma de estos retos.

“Hemos visto que cuando eliminamos en modelos de ratones la proteína RAF1 de los tumores de pulmón el cáncer desaparece. Queremos mimetizar en humanos lo que ocurre en ratones”

Tu investigación ha hallado la estructura molecular de la proteína RAF1 y ahora buscas posibles fármacos que puedan inhibirla. ¿En qué momento estáis?
Más que inhibirla queremos degradarla. Con las publicaciones que hemos hecho en el grupo de Mariano Barbacid hemos visto que cuando eliminamos completamente de modelos de ratones la proteína RAF1 de los tumores de pulmón, el cáncer desaparece. En el caso del tumor de páncreas ocurre algo similar, pero hay que combinarlo con otra proteína.

Nosotros queremos mimetizar en humanos lo que ocurre en los ratones. Pero no podemos eliminar un gen en humanos, necesitamos un fármaco que sea capaz de conseguir que la proteína se elimine, ya que hemos visto que inhibir su función no es suficiente. Y estamos desarrollando un proyecto para encontrar fármacos que puedan hacerlo. Por eso era tan importante aislar la proteína y determinar su estructura atómica que es la publicación de la que soy primera autora y que ha salido recientemente.

Con su investigación en el CNIO han hallado “claves de dónde dirigir los fármacos y qué tipos de medicamentos son los apropiados” en tumores de pulmón y páncreas

Estamos desarrollando un proyecto para encontrar fármacos que puedan hacerlo y sabemos que es un proceso muy largo. Pero antes no había prácticamente ninguna pista de por dónde empezar y, ahora, tenemos las claves de dónde tenemos que dirigir nuestros fármacos y qué tipo de fármacos son los apropiados, algo que ha sido un paso de gigante. Yo soy bastante optimista con que vamos a conseguir algo relevante en un futuro cercano.

Entonces va a poder continuar trabajando en esta línea de investigación pese a formar parte de la nueva promoción de astronautas de la ESA.
Exactamente. Podría estar decepcionada por haber quedado en la reserva entre los astronautas de la ESA, pero no es así porque puedo tener lo mejor de los dos mundos. Soy muy optimista con que en el futuro voy a tener una misión espacial y voy a poder ir al espacio. Pero hasta que eso se decida, yo puedo seguir en un proyecto de investigación que me apasiona y en un grupo y un centro de investigación que me apasionan. Así que esto es un regalo para mi y estoy tremendamente feliz con la situación.

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Foto: CNIO

“Podría estar decepcionada por haber quedado en la reserva entre los astronautas de la ESA, pero no es así porque puedo tener lo mejor de los dos mundos”

¿Cómo es trabajar en el CNIO y con un investigador como Mariano Barabacid?
Estoy muy feliz de trabajar con Mariano Barbacid. De hecho, cuando le contacté era en parte porque yo le admiro desde que era niña. Mi idea era marcharme fuera de España, pero no quería dejar pasar la oportunidad de trabajar con él, porque es un investigador al que admiro profundamente desde niña, y de trabajar en el CNIO, que es mi centro de referencia desde que empecé la carrera. Me hubiera dolido tener que dejarlo todo de lado.

¿Qué sueños tienes en el mundo de la investigación biomédica?
Si pudiésemos encontrar un fármaco para los pacientes con cáncer de pulmón y de páncreas, en ese caso como una terapia combinada, y ayudase a aumentar la supervivencia a cinco años, sería un sueño hecho realidad. Ese ha sido mi objetivo desde el inicio, contribuir a traer un beneficio en este caso para los pacientes de cáncer.

“Sería un sueño hecho realidad poder encontrar un fármaco que ayudase a aumentar la supervivencia en pacientes con cáncer de pulmón y de páncreas”

Como mujer científica, ¿queda mucho por recorrer en materia de igualdad en la investigación?
Las mujeres empezamos a tener mejores notas en la universidad, hay más mujeres que se doctoran, que hacen el postdoctorado y que incluso publican mejor. Sin embargo, a medida que avanzamos en la carrera investigadora cada vez somos menos. El problema está ahí y hay que cambiarlo. Pero cada vez hay más conciencia de que existe y se están empezando a hacer políticas para intentar revertir la situación. Es un hecho que hay que cambiar.

A los hombres se les premia por asumir riesgos profesionales y quizás a las mujeres se les castiga por asumirlos o se ven forzadas a tener que renunciar a cierta parte de su vida profesional por conciliar una vida personal o viceversa. Y no es bueno que esa responsabilidad se les atribuya a las mujeres. Debe ser perfectamente compatible tener una vida familiar y profesional.

“Como primera mujer astronauta de España voy a intentar abogar por la igualdad de oportunidades, especialmente en carreras científicas y tecnológicas, donde la mujer siempre ha tenido que ir un pasito por detrás”

Se está luchando en esa dirección, pero aún nos queda mucho camino por recorrer, especialmente en ciencia y en investigación. Como primera mujer astronauta de España voy a intentar abogar por la igualdad de oportunidades, especialmente en carreras científicas y tecnológicas, donde parece que la mujer siempre ha tenido que ir un pasito por detrás.

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