Redacción
Para mejorar el abordaje de las Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (EAS) es fundamental contar con un enfoque multidisciplinar así como con una visión global del paciente. Esta es una de las conclusiones que destacó el Dr. Salvador García Morillo, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (GEAS) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), durante l II Simposio Multidisciplinar de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas.
“El papel de los tratamientos biológicos en las EAS, terapias basadas en la administración exógena de diversos tipos de moléculas sintéticas, relacionadas con la respuesta inmunitaria.Cada vez hay más evidencia de que las terapias biológicas han llegado para quedarse en las EAS pues se han convertido en la base del tratamiento de las mismas”, aseguró el Dr. García Morillo, también coordinador de la Unidad de Enfermedades Sistémicas Autoinmunes y Minoritarias (Uesam) del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. También reiteró que “la visión global e integral del paciente en EAS es clave, así como su manejo inter y multidisciplinar”.
El objetivo del simposio fue la puesta en común, bajo un enfoque inter y multidisciplinar, del conocimiento clínico actualizado respecto a las EAS
Por su parte, el Dr. Xavier Fulladosa, ponente de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) en el simposio y nefrólogo del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Bellvitge de Barcelona, mencionó la presentación de un reciente Consenso del Grupo de Enfermedades Glomerulares de la S.E.N. sobre el tratamiento de la nefropatía lúpica. “Los tratamientos con reciente indicación en el tratamiento de la nefritis lúpica son el Belimumab, endovenoso o subcutáneo, y la Voclosporina. Ambos se indican en triple terapia (el belimumab asociado a glucocorticoides y a micofenolato o ciclofosfamida; la Voclosporina asociada a glucocorticoides y micofenolato). Las nuevas guías y documentos de consenso incluyen estas nuevas pautas de tratamiento con recomendaciones según el tipo de nefropatía lúpica, la presentación clínica y la severidad”, indicó el Dr. Fulladosa.
Asimismo, el Dr. Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), destacó que “el uso de autoanticuerpos que se miden en los servicios de inmunología está en continua evolución y contribuye al mejor diagnóstico de las patologías a tratar como el lupus eritematoso sistémico o las miopatías inflamatorias”. Del mismo modo, el Dr. López indicó, en relación a las enfermedades autoinflamatorias, que “se trata de una condición donde hay una respuesta aberrante no autoinmune sino autoinflamatoria, con una hiperactivación de la respuesta inmunitaria innata sin producción de autoanticuerpos pero que clínicamente supone un reto importante en la clínica. Estas enfermedades suelen cursar con mutaciones en genes de la respuesta inmunitaria innata”.
Dr. Salvador García Morillo: “Cada vez hay más evidencia de que las terapias biológicas han llegado para quedarse en las EAS pues se han convertido en la base del tratamiento de las mismas”
También en relación a los avances diagnósticos, la Dra. Eva Chavarría Mur, coordinadora del Grupo Español de Enfermedades Autoinmunes y Sistémicas (Gedeas) de la AEDV, explicó que se han abordado en el simposio “diferentes aspectos en cuanto al conocimiento de la patogenia de las conectivopatías que afectan a la piel y su tratamiento. Asimismo, destacaó que “la publicación reciente de guías de tratamiento del lupus eritematoso cutáneo genera un soporte científico que permite crear un mayor grado de uniformidad a la hora de tratar a estos pacientes. En el terreno de la dermatomiositis, vamos definiendo mejor las diferentes manifestaciones clínicas dermatológicas y su asociación con distintos patrones evolutivos de la enfermedad y determinados autoanticuerpos. El futuro se presenta esperanzador para todos nuestros pacientes”.
Por su parte, la Dra. Raquel Pérez Rojo, coordinadora del Área de Enfermedades Pulmonares Intersticiales Difusas (EPID) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), destacó como novedades tratadas “la afectación pulmonar en el Síndrome de Sjögren, la Enfermedad intersticial pulmonar en vasculitis-ANCA y la afectación pulmonar y Sarcoidosis”. Además, la Dra. Susana Romero, vicepresidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER), se ha referido a que, “en el ámbito concreto de la reumatología, cabría destacar la reciente publicación de nuevos criterios de varios tipos de vasculitis, y también el avance en pruebas de imagen”. Asimismo, ha “resaltado la aparición de nuevos tratamientos en patologías muy necesitadas de nuevas alternativas como el lupus eritematoso sistémico, Sjögren o vasculitis”.
Dra. Eva Chavarría: “En el terreno de la dermatomiositis vamos definiendo mejor las diferentes manifestaciones clínicas dermatológicas. El futuro se presenta esperanzador para todos nuestros pacientes”
El Dr. Agustín Albillos, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) destacó que “el riesgo de infecciones está considerablemente aumentado en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, en gran medida debido al creciente uso de inmunosupresores, lo que hace necesario disponer de una estrategia de prevención frente a las mismas”. El Dr. Francisco Mesonero, del Hospital Universitario Ramón y Cajal, indicó que “la administración de diferentes vacunas es un pilar esencial en esta estrategia de prevención. El momento idóneo para realizar la vacunación es al diagnóstico o antes de iniciar el tratamiento inmunosupresor. La educación e información de pacientes y personal sanitario sobre las vacunas y sus beneficios son esenciales para aumentar las tasas de vacunación”.
Por otra parte, aunque el número de fármacos y moléculas disponibles para el tratamiento de la EII ha aumentado considerablemente en los últimos años, todavía existen pacientes en los que la respuesta al tratamiento actual es subóptima, desarrollan resistencia o presentan efectos adversos, lo que hace necesario el desarrollo de nuevas moléculas. El Dr. Rubén Francés, del Hospital General Universitario de Alicante, identificó la IL-23 como una citoquina proinflamatoria clave en el daño en la pared intestinal que ocurre en la enfermedad inflamatoria, señalándola como una diana terapéutica. Asimismo, la Dra. Mar Riveiro del Hospital Universitario Vall d’Hebron destacó que “el tubo digestivo y el hígado son diana de los efectos adversos de las terapias inmunomoduladoras en forma de hepatitis y enterocolitis inmunomediadas”.