Redacción
La Xunta de Galicia ha dado el visto bueno en su reunión semanal a un decreto para incentivar y promover que más médicos del Servicio Gallego de Salud (Sergas) dediquen sus esfuerzos a la formación de los médicos internos residentes (MIR). Los tutores contarán con incentivos en su labor profesional como la ampliación de las facilidades para ejercer a labor docente, asegurando que el tutor pueda disponer de un tiempo específico para el ejercicio de sus funciones; el establecimiento de formación específica para tutores; la priorización de su participación en las actividades de formación continuada para personal sanitario y acortando el tiempo para conseguir los grados de carrera profesional en el caso de los tutores en la especialidad de medicina familiar y comunitaria.
La norma garantiza también que los profesionales que ejerzan tutoría reciban una puntuación adicional en los baremos, e incluso se les pueda reservar plazas específicas, permitiéndoles el acceso a aquellos centros que están acreditados. El nuevo decreto se aplicará al personal que ejerza la tutoría de las más de 620 plazas formativas convocadas este año en la que es la “mayor oferta de formación sanitaria especializada de la historia de Galicia“.
El nuevo decreto incluye ventajas para los tutores MIR en la organización de sus horarios, en su acceso a formación, en la reserva de plazas o en los baremos para ofertas de empleo, concursos de traslados o carrera profesional
Actualmente, en el Sergas hay 900 tutores de residentes de todas las especialidades, 350 de medicina de familia. Además, muchos de estos profesionales están próximos a la edad de jubilación. Este decreto fija incentivos para los tutores de los sanitarios residentes “con el objetivo de mantener o incrementar el número de profesionales que desempeñan esta labor en el Sergas”, ha señalado Alfonso Rueda, presidente de la Xunta. El consejero de Sanidad de Galicia, Julio García Comesaña, ha señalado que “hay un problema importante de tutores, sobre todo para atención primaria”. La oferta gallega de plazas en medicina de familia será de 207 (todas ellas acreditadas por el Gobierno Central en esta especialidad) de 620 que habrá para todas las categorías.
El proyecto de decreto, que se someterá al dictamen del Consello Consultivo antes de su aprobación definitiva, define las estructuras sanitarias docentes, regula los órganos docentes colegiados y unipersonales, así como el procedimiento para autorizar las rotaciones externas y las estancias formativas de extranjeros. Además, esta norma sobre formación sanitaria especializada, que consta de 63 artículos, divididos en 9 capítulos, 4 disposiciones adicionales, 3 transitorias y 1 derogatoria, recoge los criterios sobre el procedimiento de supervisión de los especialistas en formación para su asunción progresiva de responsabilidades por parte del residente.
Se acorta el tiempo para conseguir los grados de carrera profesional en el caso de los tutores de la especialidad de medicina familiar y comunitaria
Además, el decreto reconoce y regula formalmente las subcomisiones de docencia, que son fundamentales en el caso de algunas especialidades de enfermería. Otorga además el nivel de jefatura de servicio de carácter docente a los jefes de estudios y recoge la figura de tutoría de apoyo para el caso de unidades que reciban un número importante de residentes en rotación, como las urgencias.
Igualmente, la norma promueve la adquisición de competencias transversales por parte de los especialistas, prima la perspectiva de género en los indicadores de calidad e incorpora las especialidades de enfermería en la Red de Comisiones de Docencia de Galicia (Redega). El proceso de elaboración fue muy participativo: comisiones de docencia, sociedades científicas, colegios profesionales y organizaciones sindicales, entre otros, hicieron aportaciones y sugerencias al texto.
