Redacción
El Consejo Científico de la Fundación Lilly incorpora un nuevo miembro, el doctor Lluís Montoliu, científico del CSIC y vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), además de miembro del Comité de Dirección del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Raras (Ciberer) del ISCIII.
Mariano Barbacid preside este órgano de gobierno formado por 14 personalidades de la investigación. Tiene el objetivo de asesorar y garantizar que todas las actividades y programas responden a los fines fundacionales de la entidad. Lluís Montoliu considera que parte de su contribución en la Fundación Lilly “puede ir dirigida a impulsar una medicina más centrada en el paciente”.
Lluís Montoliu: “Representa una oportunidad inmejorable para aportar mis conocimientos y experiencia en bioética, así como mi trayectoria científica”
El científico cree que formar parte de este consejo “representa una oportunidad inmejorable para aportar mis conocimientos y experiencia en bioética, así como trayectoria científica, a impulsar los valores humanistas que promueve la Fundación”.
La trayectoria investigadora del Montoliu ha estado dedicada desde sus inicios al estudio de los organismos modificados genéticamente. Realizó su tesis doctoral en genética molecular de plantas, en maíz, y posteriormente, sus estudios se han centrado en el ratón como modelo animal experimental. También ha realizado aportaciones tecnológicas relevantes a la transgénesis animal, como el uso de cromosomas artificiales, y ha sido pionero en la introducción, uso y diseminación de la tecnología Crispr de edición genética en nuestro país.
Lluís Montoliu: “Mi vida profesional cambió de manera muy significativa cuando me acerqué a los pacientes de enfermedades raras y a las asociaciones que los representan”
Actualmente, en su laboratorio investiga sobre temas básicos; cómo se organizan los genes en el genoma, y aplicados; modelos animales para el estudio de enfermedades raras humanas, como el albinismo. “Mi vida profesional cambió de manera muy significativa cuando me acerqué a los pacientes de enfermedades raras y a las asociaciones que los representan”, explica.
Su trayectoria había transcurrido hasta ese momento en el área de la investigación básica. “No había tenido ocasión de conocer la realidad diaria de las personas que conviven con una enfermedad rara“, explica. “Descubrí lo mucho que podíamos aportar a la sociedad, ya fuera en forma de diagnóstico genético, de desarrollo de terapias o, sencillamente, proporcionando la información que estos colectivos necesitan y frecuentemente no encuentran”.
Lluís Montoliu: “Descubrí lo mucho que podíamos aportar, ya fuera en forma de diagnóstico genético, de desarrollo de terapias o proporcionando la información a estos colectivos”
Lleva más de 18 años colaborando con asociaciones de pacientes, por lo que considera que su experiencia “puede aportar aspectos complementarios tanto científicos como humanistas a los temas que se debaten habitualmente en el seno de la Fundación Lilly”, concluye.
