Redacción
El Dr. Rafael López es jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Santiago. Además, El Dr. Rafael López es también presidente de la Fundación ECO. Con motivo del Día Mundial del Cáncer ha querido dar un repaso en iSanidad a la importancia de la formación y la investigación para los profesionales.
¿Qué aporta al oncólogo la formación? ¿qué aporta asistir a mesas redondas, congresos o presentaciones?
La formación continuada es un elemento clave en el desarrollo profesional. Especialmente ahora en medicina y en oncología, que está evolucionando de una forma tan rápida que, si no estás en un proceso de formación continua, te quedas atrasado en muy poco tiempo. Se calcula que en dos o tres años, si no tienes ningún tipo de adquisición de nuevo conocimiento, ya quedas muy atrasado y, al final, terminas por perder competencias y habilidades, y sin poder diagnosticar y tratar a los pacientes bien.
La forma más útil de formación continuada y, también, de formación de ideas y proyectos, y de intercambio de experiencias, son los congresos y las reuniones científicas. Probablemente, una de las causas del avance tan rápido del conocimiento de la medicina actual, es la cantidad de congresos y reuniones que lo hacen posible y lo aceleran.
Dr. Rafael López: “Si en dos o tres años no tienes ningún tipo de adquisición de nuevo conocimiento, ya quedas muy atrasado”
¿En qué beneficia al médico y al paciente que el médico también investigue?, ¿se puede ser un buen oncólogo sin investigar?
Este es un tema muy importante. Primero de todo, porque donde mejor asistencia se hace, mejor investigación se hace. Por lo menos en una mayoría de disciplinas o entidades, si no existe mucha investigación, la asistencia se afecta, notándose que no va bien. Hay que buscar sistemas donde se permita y, sobre todo, se potencie que se puedan desarrollar las dos facetas que están íntimamente unidas. Especialmente en Oncología.
“Donde mejor asistencia se hace, mejor investigación se hace”
Para poner un ejemplo, la guía clínica más utilizada en el mundo es la NCCN y, en todas sus páginas, dice que el mejor tratamiento para un paciente con cáncer es un ensayo clínico. Es decir, sin investigación no hay futuro. Y esto es absolutamente cierto, no es una frase hecha.
Yo creo que no se puede ser un buen oncólogo sin investigar. Si bien es cierto lo que dicen las guías clínicas NCCN, eso no significa que todos los pacientes deban estar en un ensayo clínico, pero un porcentaje de pacientes sí tiene que estarlo. Lo que permite estar actualizado no solo en la enfermedad o en el fármaco del ensayo, sino en todo lo que está alrededor, desde procesos diagnósticos hasta tratamientos sintomáticos. Y, evidentemente, el ensayo clínico tiene detrás preguntas básicas. Lo que potencia también una investigación más traslacional que, a su vez, parte de una investigación básica. Es decir, todo está entremezclado, porque también desde la clínica surgen preguntas que nos llevan al laboratorio, a intentar darle respuestas. En suma, se trata de un ecosistema que se tiene que potenciar, para ir más rápido.
Para el Dr. Rafael López no se puede ser un buen oncólogo sin investigar
¿Por qué los profesionales insisten continuamente en aumentar la investigación?
Fundamentalmente porque tenemos todavía muchas necesidades no cubiertas. El cáncer se cura aproximadamente en alrededor del 50% de los casos, lo que significa que todavía hay menos de la mitad de los casos que no se curan. Nuestra principal obligación es intentar que se curen todos y que no hay sufrimiento para los pacientes. Yo considero que tenemos la obligación de investigar hasta que haya un 100% de supervivencia. Incluso en ese 100% de posibilidad de curación, siempre habrá oportunidades de mejorar aspectos de los tratamientos, de la calidad de vida, de la influencia del impacto de la enfermedad en la vida y sobre la sociedad. Esto es una carrera muy profunda y larga que, afortunadamente, nos mejora la calidad y la cantidad de vida. Y solo hay que fijarse en que se ha avanzado más en los últimos cincuenta años que en los últimos diez siglos. Y esto es producto de la investigación.
La mitad de los casos no se curan y tenemos la obligación de investigar hasta que haya un 100%
En los últimos 25 años la oncología ha cambiado “muchísimo”, ¿se esperan también cambios drásticos en los próximos años?
Sí, pero drásticos en el sentido actual. Los cambios se van acelerando. Cada vez son más rápidos e importantes. Estamos en un período revolucionario que va a terminar de explotar en los próximos años, alcanzando el objetivo que nos marcamos de más de un 70% de supervivencia en el año 2030, así como de tener un control elevado del 75-80% del tumor, en los próximos diez años. O sea que estamos en un momento muy esperanzador para la Oncología, para la investigación y para los pacientes.
Estamos en un período revolucionario que va a terminar de explotar en los próximos años, alcanzando el objetivo de más de un 70% de supervivencia
¿La oncología en España es competitiva?, ¿los medicamentos innovadores son una prioridad?, ¿es un hándicap el retraso en el acceso a estos medicamentos?
Ha sido competitiva en estos últimos años, especialmente en investigación clínica. Va a seguir siéndolo en los próximos años, pero tiene que adaptarse a los nuevos paradigmas que están apareciendo. Por ejemplo, a la medicina de precisión; a tener una cartera de biomarcadores muy amplia; a buscar colaboración para que, trabajando en red, se pueda hacer investigación clínica sobre los nichos que están cada vez haciéndose más pequeños, y tener una “n” para ser competitivos a nivel europeo, americano o asiático.
Me duele mucho tener que decir que los medicamentos innovadores, en este momento, no son una prioridad en nuestro país. Se está retrasando mucho la incorporación práctica y generalizada de los medicamentos innovadores. Tenemos la comparativa que, en los años previos a la crisis, entre los 2000 y 2010, España estaba en las primeras posiciones de incorporación de estos tratamientos, mientras que ahora hemos caído algunas posiciones. Ahora ocupamos lugares intermedios o bajos en la tabla. Desafortunadamente esto repercute en la salud de nuestros pacientes. Tanto en cantidad como en calidad ya que, sobre todo actualmente, están apareciendo fármacos mucho más eficaces. Por lo tanto, el retraso en el acceso a estos fármacos es un hándicap. Completamente.
Dr. Rafael López “Me duele mucho tener que decir que los medicamentos innovadores, en este momento, no son una prioridad en nuestro país”
En todo este contexto, ¿qué función tiene la Fundación ECO y qué está aportando para el Dr. Rafael López?
La Fundación ECO persigue la calidad y la excelencia en Oncología, tanto en asistencia como en investigación y formación. Nuestro motivo de existir es potenciar, incrementar y favorecer la máxima calidad de estas facetas de la Oncología, en particular.
Para ello, hemos puesto en marcha diferentes iniciativas que contribuyen a estos objetivos. Un claro ejemplo es el Programa de Certificación QOPI, que desarrollamos en colaboración con nuestros homólogos americanos, ASCO. A través del cual promovemos y facilitamos las herramientas a los hospitales nacionales para que, en función del cumplimento de una serie de estándares, se pueda reconocer su máxima excelencia en la calidad asistencial a los pacientes con cáncer. De hecho, somos el país europeo con más centros acreditados con este prestigioso reconocimiento internacional.
La Fundación ECO persigue la calidad y la excelencia en Oncología, tanto en asistencia como en investigación y formación
También impulsamos diversos foros de debate y de formación, o actualización, permanente en aquellos campos de interés para la Oncología. Espacios donde especialistas nacionales e internacionales compartimos nuestra experiencia centrados en todas las novedades que van surgiendo gracias a la investigación y al desarrollo de la innovación. Un claro ejemplo es el próximo Foro ECO, que celebramos este año, el 9 de marzo. Esta undécima edición pone el foco en el trabajo que se está desarrollando en Europa, para luchar contra el cáncer, como modelo en el que inspirarnos en nuestro país.
Por último, también somos conscientes de la responsabilidad social que tenemos como agente potencialmente impulsor de mejoras en el campo de la Oncología, ante la sociedad y los decisores, por ello también centramos nuestros esfuerzos en acciones de concienciación y sensibilización sobre los retos pendientes en la lucha contra el cáncer. Probablemente, Cáncer NOW el mejor ejemplo de este compromiso de la Fundación. Gracias a los esfuerzos de todos los agentes implicados en este proyecto, por posicionar al cáncer en la agenda política de los próximos años, hemos conseguido que la lucha contra esta enfermedad se convierta en una de las prioridades de la agenda para la presidencia española del Consejo de Unión Europea, tal y como ha anunciado recientemente la ministra Carolina Darias.