El sistema demanda profesionalización de los directivos sanitarios y despolitización de sus nombramientos

El objetivo es conseguir que estén profesionalizados y que los mejores y con mayor formación puedan dirigir las organizaciones sanitarias

Redacción
Sedisa trabaja en tres líneas para los directivos sanitarios: el desarrollo profesional continuo; la fijación y análisis de competencias directivas y la creación de es un grado universitario. Así lo ha afirmado Rafael López, miembro de la Junta Directiva de Sedisa durante el 23 Congreso Nacional de Hospitales. Así “podremos conseguir que estén profesionalizados y que los mejores y con mayor formación puedan dirigir las organizaciones sanitarias”, ha afirmado López. “Por tanto, despolitizar sus nombramientos”, ha insistido. Para él, los gobernantes van a nombrar personas afines, “pero lo deseable es que ese no sea el único móvil”, ha sentenciado.

Candela Calle es directora general de la Fundación Sant y coordinadora de la Escuela Sedisa de Liderazgo; ha incidido en la necesidad “de liderazgos fuertes” para hacer toda la transformación del sistema sanitario. Para ella, los directivos sanitarios tienen que tener cuatro competencias básicas que son las dimensiones personal, relacional, técnica y social. Para todo ello, ha insistido Calle, Sedisa crea la escuela de liderazgo con tres objetivos: formar; asesorar y hacer consultaría a las instituciones; y potenciar la investigación con respecto a liderazgo. Además, ha añadido lo importante que es “ejercer mentoría a todos los Directivos de la Salud que se incorporan a la gestión”.

Sedisa trabaja en tres líneas para los directivos sanitarios: el desarrollo profesional continuo; la fijación y análisis de competencias directivas y la creación de es un grado universitario

Inversión, del precio al valor
El Congreso también ha abordado los desafíos de la compra pública innovadora y la necesidad de un cambio en la cultura de la gestión. José María Gimeno, catedrático de la Facultad de Derecho de Zaragoza, ha asegurado que hay que pasar del precio al valor. La nueva directiva de la compra pública sanitaria no es una normativa que remoza la anterior, sino un cambio radical en los fines y principios de la Ley sobre contratación pública.

El fin de la hegemonía del factor precio en la compra sanitaria, fruto de esa nueva orientación que desde las instituciones europeas se le ha dado a la compra pública, la introducción de nuevos elementos de valoración de licitadores y ofertas, y la aparición de nuevas reglas y figuras, plantean un escenario radicalmente nuevo para el que hay que prepararse y formarse debidamente. “Hay que abordar la compra pública en clave de inversión, como nos dice Europa, y no de ahorro presupuestario”, ha explicado Gimeno. Además, ha subrayado que “para eso está la compra pública” y que “tiene un importante componente estratégico”. Para él, hay que valorar cuánto aporta, “hacerla pivotar en torno a los resultados y a las necesidades del paciente, no de cuánto me gasto”.

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