La rehabilitación, las expectativas realistas y el esfuerzo de los pacientes, claves para lograr resultados óptimos ante un implante coclear

Cuatro especialistas en otología repasan casos habituales y complejos de pacientes que precisan de un implante coclear, durante un coloquio organizado por iSanidad y MED-EL

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Cristina Cebrián
La cirugía de implante coclear implica contar con profesionales experimentados que sigan los pasos establecidos para este tipo de intervenciones, dado que en ocasiones estos implantes suponen “una complejidad quirúrgica”, según la anatomía del oído de cada paciente y las posibles malformaciones. Así lo explicó el Dr. Luis Lassaletta, jefe de la sección de Otología en el Hospital Universitario La Paz de Madrid y presidente de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl), durante un coloquio organizado por iSanidad en colaboración con MED-EL, compañía desarrolladora de la plataforma hearbetter. Esta es una comunidad de acceso gratuito para profesionales sanitarios cuyo objetivo es fomentar la formación y el intercambio de conocimientos y experiencias en torno a la audición, así como la asistencia a cursos, jornadas y eventos exclusivos.

En los casos complejos que incluyen malformaciones, “tenemos que enfrentarnos a un oído donde las situaciones anatómicas no son las habituales” apuntó el Dr. Lassaletta. En concreto, los especialistas se encuentran “el nervio facial donde no nos esperamos encontrarlo y va a ser difícil localizar incluso la entrada a la cóclea. Es una cirugía que debemos preparar muy bien”, añadió el otólogo. Para ayudar en la intervención de casos complejos, los sanitarios cuentan con herramientas específicas de planificación quirúrgica.

Dr. Lassaletta: “Con las malformaciones nos encontramos el nervio facial donde no nos esperamos encontrarlo y va a ser difícil localizar incluso la entrada a la cóclea. Es una cirugía que debemos preparar muy bien”

“Debemos elegir una unidad de electrodos adecuada para cada caso, a veces incluso tenemos que cambiar el abordaje habitual”, destacó el Dr. Lassaletta. Entre esas herramientas se encuentran las pruebas de imagen y los estudios para medir la longitud y orientación de los caracoles, mediante las que el cirujano puede dirigirse directamente a la zona a tratar.

Proceso de rehabilitación

Una vez que el paciente se somete a esta cirugía, el implante se activa al mes de producirse la intervención y los resultados se obtienen de manera progresiva. De hecho, “hay un proceso de rehabilitación que se extiende en el tiempo y que, en el caso de los adultos, puede superar el año hasta ver una mejoría”, indicó el Dr. Íñigo Ruiz de Erenchun, jefe de sección de la Unidad de Otología y Neurootología del Complejo Hospitalario de Navarra y coordinador del programa de Implantes Cocleares de Navarra. Todo esto depende del trabajo que realicen los pacientes en ese proceso de mejora ya que “el resultado del implante va a depender de la rehabilitación y del esfuerzo y trabajo que haga el paciente”, insistió el Dr.Ruiz de Erenchun.

Dr. Ruiz de Erenchun: “El resultado del implante va a depender de la rehabilitación y del esfuerzo y trabajo que haga el paciente”

Con respecto a la rehabilitación, el Dr. Lassaletta explicó que existen dos grupos de pacientes. Por un lado, “los pacientes postlocutivos, que suelen ser adultos o niños mayores que ya han oído y pierden la audición y pacientes que pierden la audición de forma brusca”. Para estos casos, la rehabilitación que se realiza se basa en un lenguajepreviamente construido. Sin embargo, hay otro grupo de pacientes que experimentan una sordera prelingual. Se trata de niños que nacen sordos y que nunca han oído. En estas situaciones, “la rehabilitación es mucho más larga y es fundamental. Ahí sí que vemos una relación clara entre una buena rehabilitación y un mejor resultado”, destacó el Dr. Lassaletta.

Para estos casos, “los padres deben comprometerse a realizar la rehabilitación dado que, si un niño no hace la rehabilitación de forma adecuada, habremos tirado el implante al cubo de la basura, no vale absolutamente para nada”, aseguró el otólogo. También remarcó que los padres creen que el problema de audición del niño “termina con la cirugía del implante”. Sin embargo, “ahí es cuando empieza la rehabilitación. Y es un proceso duro, porque hay que pasar muchas tardes acompañando al paciente y haciendo el trabajo de rehabilitación”.

Dr. Rubén Polo: “Los límites etarios han variado mucho en los últimos años y no marcan las condiciones médicas del paciente

Diferencias de indicaciones entre niños y adultos

A la hora de establecer las indicaciones de un implante coclear la edad es un factor fundamental que deben tener en cuenta los especialistas. En este sentido, “los límites etarios han variado mucho en los últimos años”, tal y como apuntó el Dr. Rubén Polo, jefe de sección de Otología y Base de Cráneo Lateral del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. De hecho, en su hospital han tratado a pacientes de 85 años que pueden ser candidatos a implante, por lo que en personas mayores el límite etario no marca las condiciones médicas del paciente.

En el caso de los bebés, “lo fundamental son los programas de cribado, que existen prácticamente en toda España. Gracias al screening, más del 90% de las sorderas profundas de los niños se diagnostican, o se sospechan, desde el nacimiento”, añadió el Dr. Polo. En la misma línea, el Dr. Carlos de Paula, médico adjunto de la Unidad de Otología, Implantes Auditivos y Base de Cráneo Lateral del Hospital Universitario La Fe de Valencia, señaló que estos programas de cribado han facilitado mucho la detección precoz de la pérdida auditiva en niños.

Dr. Carlos de Paula: “Hoy en día el diagnóstico precoz de la pérdida auditiva nos permite saber si un niño a los seis meses de vida es un buen candidato para llevar audífono o un implante”

Antes operábamos a niños con más de un año de vida, cuando realmente teníamos un estudio completo y sabíamos que ese paciente era candidato de implante coclear. Hoy en día, el diagnóstico precoz de la pérdida auditiva nos permite saber si un niño a los seis meses de vida es un buen candidato para llevar audífono o si va a necesitar una ayuda más, como un implante”, explicó el Dr. de Paula.

Por último, los especialistas pusieron el foco en el deterioro cognitivo ya que “cada vez hay más estudios sobre la relación entre la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo”, detalló el Dr. Lassaletta. También se ha observado una conexión entre el restablecimiento de la audición y la mejora del deterioro cognitivo. “En pacientes mayores con deterioro cognitivo estamos viendo que, cuando se restablece la audición con un implante coclear, podemos mejorar no solo la audición, sino incluso ese deterioro cognitivo”, añadió el especialista. Asimismo, desde el punto de vista audiológico, el Dr. Ruiz de Erenchun indicó que varios estudios concluyen que “el resultado de un implante coclear en pacientes mayores de 65 años es prácticamente similar que en pacientes más jóvenes. Yo creo que la limitación de la indicación está condicionada por el deterioro cognitivo, el estado de salud del paciente y, muchas veces, por su entorno”.

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