Los pacientes con dermatitis atópica tienen más riesgo de sufrir depresión

El 40% de las personas que padecen dermatitis atópica grave tienen sintomatología ansiosa y depresiva, según los expertos reunidos en el ‘Ciclo de Jornadas sobre Novedades en Dermatología’

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Inés Oria
Sentía vergüenza y rechazo de mi aspecto. Pasé muchísimo tiempo sin mirarme a un espejo porque, cuando lo hacía, me daban ataques de ansiedad”. Con estas palabras describe África Luca de Tena, paciente y cofundadora de la Asociación de Afectados por la dermatitis atópica (AADA), como pasó su adolescencia conviviendo con esta enfermedad cada vez más común pero prácticamente desconocida en su vertiente más grave.

Esta patología cutánea tiene una prevalencia cercana al 20% de la población entre 0 y 18 años y su incidencia se ha duplicado en los últimos 30 años convirtiéndose en la segunda causa más frecuente de visita al dermatólogo. Además, es una de las enfermedades de la piel que más condiciona la vida de aquellas personas que la sufren ya que produce hinchazón, enrojecimiento y un intenso picor que lleva al rascado incontrolable y a la formación de heridas, generando un gran impacto en la calidad de vida del paciente.

Tanto es así que, según recientes estudios científicos, los pacientes afectados por esta patología tienen un 60% más riesgo de padecer depresión y un 40% presenta sintomatología ansiosa, una cifra que cobra especial relevancia en las etapas más vulnerables de la vida como, por ejemplo, la adolescencia.

La dermatitis atópica produce un intenso picor que lleva al rascado incontrolable y a la formación de heridas, generando un gran impacto en la calidad de vida del paciente

Se suele pensar siempre en los síntomas físicos de la dermatitis atópica obviando su estrecha relación con la salud mental. Es una patología que tiene un enorme y desconocido impacto en la calidad de vida del paciente pues síntomas como el picor, la inflamación y el enrojecimiento en muchas ocasiones llevan implícitos un impacto psicosocial muy elevado”, ha insistido Luca de Tena durante la primera edición del Ciclo de Jornadas sobre Novedades en Dermatología, organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y LEO Pharma con el objetivo de reflexionar sobre el impacto psicosocial de esta enfermedad

Es muy habitual que los jóvenes no quieran hacer deporte porque el sudor les irrita o se ven sus lesiones y todo esto les conduce a estilos de vida poco saludables que dan lugar a comorbilidades no sólo psicológicas, sino también metabólicas” ha advertido Sandra Ros, psicóloga adjunta del Servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. “Los profesionales de la salud tenemos un grado de responsabilidad muy grande”, ha insistido.

Un enfoque multidisciplinario

La dermatitis atópica puede provocar ansiedad y depresión debido a una preocupación constante por el aspecto y la limitación de actividades sociales; baja autoestima como consecuencia de las erupciones de la piel y el estigma social que conlleva; insomnio por la picazón y el dolor asociados que condicionan la calidad del sueño y estrés ya que se requiere una atención constante para mantener los síntomas controlados.

El tratamiento de esta enfermedad puede requerir de un enfoque multidisciplinario que implique a dermatólogos, psicólogos, terapeutas u otros profesionales

Por eso, los expertos señalan que dependiendo del grado de afección, el tratamiento de esta enfermedad puede requerir de un enfoque multidisciplinario que implique a dermatólogos, psicólogos, terapeutas u otros profesionales con el objetivo de controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente: “En el tratamiento de la dermatitis atópica es muy importante una atención temprana de la patología ya que, en la mayoría de los casos, los primeros síntomas se dan en edades tempranas. Además, la condición de cronicidad de la patología requiere que los tratamientos sean a largo plazo, pero, sobre todo, seguros y eficaces”, ha añadido la Dra. Yolanda Gilaberte, presidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y jefa de Servicio de Dermatología en el Hospital Miguel Servet.

En este sentido, Gilaberte ha reiterado la importancia que los nuevos tratamientos biológicos han adquirido en los últimos años, ya que actúan “de manera más selectiva” contra las moléculas implicadas en la dermatitis y tienen unos efectos secundarios significativamente más reducidos. “Antes los tratamientos se limitaban a corticoides, inmunosupresores y antihistamínicos para el prurito. Esta medicación no se podía administrar durante mucho tiempo debido a su alta toxicidad”, ha explicado.

Las enfermedades de la piel en la gran pantalla

La jornada también ha servido para reflexionar sobre el trato que se da a las patologías de la piel en las películas y las series, contribuyendo a veces a perpetuar estigmas y banalizar enfermedades que tienen un alto impacto psicosocial: “En ocasiones, patologías de la piel como la dermatitis atópica no tienen una correcta representación en la gran pantalla, lo que puede contribuir a la estigmatización y a la falta de comprensión por parte de la sociedad. En las producciones cinematográficas los personajes con afecciones cutáneas son siniestros, aislados y se presentan como los malos de las películas”, ha detallado Alipio Gutiérrez, vicepresidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).

Mostrar a personajes con afecciones cutáneas en las películas de manera estigmatizante e inexacta puede reforzar determinadas visiones y prejuicios sobre estas enfermedades

Hay que romper con el estigma y la banalización que existe hoy en día sobre la dermatitis atópica. Queremos y debemos contribuir a la construcción de un espacio más inclusivo para todas aquellas personas que, en algún momento de su vida, se han sentido o se sienten aisladas por esta patología”, ha afirmado Nuno Brás, director general de LEO Pharma Iberia.

Por su parte, el maquillador profesional y artista de efectos especiales de cine español, ganador de un Premio Oscar en 2006 al mejor maquillaje por El Laberinto del Fauno, David Martí, ha querido destacar la gran relevancia que pueden tener las películas para impulsar cambios sociales: “Representar a aquellos personajes con afecciones cutáneas desde un punto de vista empático con el paciente puede ser positivo en su lucha. Un trato adecuado contribuirá a disminuir el estigma y la discriminación asociados a estas enfermedades y permitirá un cambio en el discurso social alrededor de las enfermedades de la piel”, ha concluido Martí.

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