Disponible en España fenfluramina, una nueva opción terapéutica para dos formas graves de epilepsia infantil

Este nuevo agente liberador de serotonina, desarrollado por UCB, está indicado para el tratamiento de las crisis de epilepsia vinculadas a los síndromes de Dravet y Lennox-Gastaut, dos enfermedades raras

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Redacción
La biofarmacéutica UCB ha anunciado que el Ministerio de Sanidad ha aprobado el uso y comercialización de fenfluramina (Fintepla), un agente liberador de serotonina desarrollado para reducir la frecuencia de crisis epilépticas vinculadas a los síndromes de Dravet (SD) y Lennox-Gastaut (SLG), considerados formas graves de epilepsia infantil detectadas en los primeros años de vida. “La llegada de este tratamiento supone un gran hito para ambas indicaciones al tratarse de enfermedades raras con pocas opciones terapéuticas. Se trata de una nueva opción terapéutica que mejorará la vida de los pacientes”, ha señalado Susana García, directora médica de Neurología de UCB.  Fenfluramina estará disponible en el Nomenclátor de la Aemps a partir del jueves 1 de junio.

El nuevo tratamiento es un agente liberador de serotonina (SRA), por lo que estimula múltiples subtipos de receptores 5-HT. Este fármaco puede reducir las crisis actuando como agonista en receptores específicos de serotonina en el cerebro, incluidos los receptores 5-HT1D, 5-HT2A y 5-HT2C, y también actuando sobre el receptor sigma-1. Así, gracias a su mecanismo de acción diferente y complementario al de los anticrisis existentes, puede utilizarse sin alterar los tratamientos anticrisis actuales en pacientes a partir de los 2 años.

Se calcula que los síndromes de Dravet y Lennox-Gastaut afectan a 1 de cada 16.000 nacimientos y a 1-5 de cada 10.000 habitantes respectivamente

Según ha indicado la directora médica de Neurología de UCB, este tratamiento se administra por vía oral con una jeringuilla. Además, puede alterarse sin alterar los tratamientos anticrisis actuales en los pacientes pediátricos a partir de los dos años de edad. “Fenfluramina consigue una reducción y control de las crisis epilépticas mejorando la calidad de vida de los pacientes con estas dos patologías”, ha destacado García.

Se calcula que los síndromes de Dravet y Lennox-Gastaut afectan a 1 de cada 16.000 nacimientos y a 1-5 de cada 10.000 habitantes respectivamente. Su prevalencia inferior a la de otras patologías y formas de epilepsia no solo suponen un reto para pacientes y familiares, sino también para la comunidad de neurología infantil y de adultos, especialmente en el campo de la epileptología, a la hora de administrar tratamientos que puedan ser efectivos para controlar las crisis.

En este sentido, a aprobación de este medicamento aborda una importante necesidad no cubierta tanto para el SD como para el SLG, ya que en ambos casos se da un alto grado de farmacorresistencia a medicamentos antiepilépticos, por lo que los pacientes a menudo no pueden controlar la frecuencia de sus crisis. En el caso del síndrome de Dravet, menos del 10% de pacientes consigue controlar sus crisis epilépticas combinando hasta más de tres fármacos antiepilépticos existentes.

Menos del 10% de los pacientes con SD consigue controlar sus crisis epilépticas combinando hasta más de tres fármacos antiepilépticos existentes

La decisión del Ministerio ha estado respaldada por los resultados positivos de tres ensayos clínicos en fase III, dos de ellos en Síndrome de Dravet y uno en síndrome de Lennox-Gastaut, que han estudiado la eficacia y seguridad de la fenfluramina en ambas indicaciones: un ensayo global en 264 pacientes de Lennox-Gastaut de entre 2 y 35 años de edad, junto con dos estudios de 206 pacientes de Dravet de entre 2 y 18 años. En ellos se han observado mejoras en el periodo de tiempo libre de crisis epilépticas en comparación con los pacientes que recibieron placebo. En el caso de Dravet, la dosis de 0,7mg/kg/día amplió el intervalo de tiempo sin crisis de los 10-13 días a los 29-32. Del mismo modo, los pacientes de Lennox-Gastaut que recibieron esta misma dosis redujeron más de un 50% la frecuencia de crisis de caída cada 28 días.

En palabras del Dr. Antonio Gil-Nagel, director del programa de Epilepsia y jefe servicio asociado del departamento de Neurología de Hospital Ruber Internacional de Madrid e investigador en los estudios clínicos para ambas indicaciones: “Los tres ensayos mostraron resultados positivos en los pacientes. En Dravet se logró una disminución de entre el 60 y 70% en la frecuencia media de crisis convulsivas mensuales y una reducción de hasta 10 veces en la tasa de Muerte Súbita Inesperada en Epilepsia, que es uno de los grandes riesgos y motivos de preocupación entre los cuidadores de pacientes de estos síndromes”. El estudio de este fármaco para Lennox-Gastaut también consiguió buenos resultados al reducir la frecuencia de crisis de caída, un tipo de crisis recurrentes que pueden derivar en lesiones y traumatismos graves en los pacientes.

Fenfluramina logró una disminución de entre el 60 y 70% en la frecuencia media de crisis convulsivas mensuales y una reducción de hasta 10 veces en la tasa de Muerte Súbita Inesperada en Epilepsia

Las encefalopatías epilépticas y del desarrollo (EED) como el síndrome de Dravet y de Lennox-Gastaut generan un impacto que va más allá de su síntoma más conocido: las crisis epilépticas. Como expone la Dra. Patricia Smeyers, responsable del área de epilepsia de la sección de neuropediatría y de la Unidad Multidisciplinar de Epilepsia del Hospital Universitario y Politécnico la Fe de Valencia: “Los pacientes están expuestos a otras comorbilidades relacionadas con aspectos conductuales y cognitivos. Estos tienen un impacto enorme en su calidad de vida, ya que conllevan una disminución de la capacidad cognitiva, trastornos del control motor y problemas de conducta, lo cual implica que necesiten la monitorización de cuidadores en todo momento”.

Por este motivo ha incidido en que los especialistas “estén muy atentos en detectar estos síndromes, que se creen protocolos de diagnóstico y evitar poner fármacos inadecuados que empeoren el trastorno”.

Precisamente, el entorno del paciente también se ve afectado por un diagnóstico de Dravet o Lennox-Gastaut. En este último caso, por ejemplo, convivir con la enfermedad siendo paciente o cuidador genera sentimientos de aislamiento, restricciones en la interacción social e incluso preocupaciones económicas por los costes asociados al síndrome. En este sentido, el medicamento puede favorecer la experiencia de los cuidadores y familiares de los pacientes.

Por su parte, desde la Federación Española de Epilepsia (FEDE) también celebran la llegada de esta nueva opción terapéutica a España por su capacidad de aliviar preocupaciones en pacientes y familiares. Su presidenta, Elvira Vacas, añade: “Desde las asociaciones, seguiremos abogando por los derechos de los pacientes y reivindicando la necesidad de obtener tratamientos que controlen la epilepsia y mejoren así la calidad de vida de los pacientes y sus familias, también en casos de síndromes poco comunes”.

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