Las células adiposas pueden ser clave para nuevos tratamientos contra la obesidad y la diabetes

Un estudio internacional revela que el tejido de "grasa buena" podría aprovecharse para combatir la obesidad y eliminar la glucosa de la sangre, ayudando a controlar la diabetes

Obesidad-diabetes

Redacción
El tejido de “grasa buena” podría aprovecharse para combatir la obesidad y eliminar la glucosa de la sangre, ayudando a controlar la diabetes. Es la principal conclusión de un estudio internacional, publicado recientemente en Science Advances, en el que participaron investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) y las universidades de Cambridge y East Anglia (Reino Unido) y Libre de Bruselas (Bélgica).

El cuerpo humano se compone de dos tipos de grasa: la parda y la blanca. La grasa parda descompone la glucosa y las moléculas de grasa, generando calor en respuesta a las bajas temperaturas. Así ayuda a mantener la temperatura corporal normal. La mayor parte de la grasa humana es grasa blanca y acumular demasiada grasa blanca contribuye a la obesidad y a otros problemas de salud.

La mayor parte de la grasa humana es grasa blanca y acumular demasiada grasa blanca contribuye a la obesidad y a otros problemas de salud

Gracias al uso del Krios G3i, un microscopio electrónico criogénico del Centro de Nanotecnología Penn Singh, los investigadores observaron por primera vez con detalle atómico la proteína desacoplante mitocondrial 1 (UCP1). Esta permite al tejido adiposo quemar calorías en forma de calor.

Funcionamiento de la proteína UCP1

Por otro lado, el trabajo revela nuevos conocimientos sobre cómo podría aprovecharse la actividad de esta proteína en las células de grasa parda para perder peso. “Se trata de un avance apasionante que se produce tras más de cuatro décadas de investigación sobre el aspecto y el funcionamiento de la UCP1. Estos nuevos indicios no habrían sido posibles sin la colaboración entre todos los implicados”, señala la Dra. Vera Moiseenkova-Bell, catedrática de Farmacología de Sistemas y Terapéutica Traslacional y directora del Centro Beckman de Microscopía Crioelectrónica.

El trabajo revela nuevos conocimientos sobre cómo podría aprovecharse la actividad de la proteína UCP1 en las células de grasa parda para perder peso

Finalmente, en el caso de los mamíferos, la UCP1 confiere a la grasa parda una capacidad especializada de quemar calorías en forma de calor para mantener una temperatura corporal estable. Así, cuando los ácidos grasos la activan, la UCP1 cortocircuita la mitocondria que se conoce como la central eléctrica de la célula por su trabajo de liberación de energía a partir de los alimentos. Esto permite que los protones se filtren a través de la membrana interna mitocondrial y el cortocircuito genera calor y permite al cuerpo regular su temperatura mediante un proceso denominado termogénesis.

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