Redacción
Fiel a su compromiso con la puesta a disposición de sus pacientes de una oferta asistencial que combine la mejor medicina, profesionales con experiencia, equipamiento de vanguardia y el trato y experiencia más humanizados, el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red pública madrileña (Sermas), ha renovado, actualizado y ampliado las instalaciones de su hospital de día para ofrecer una atención sanitaria de excelencia y cercana que aúna salud, tecnología y confort.
El nuevo servicio cuenta 700 metros cuadrados de espacio diáfano, y con luz natural, en el que sus 38 puestos individuales disfrutan de amplitud e intimidad
Concretamente, la remodelación del nuevo servicio, que ha permitido habilitar dos áreas separadas para el hospital de día oncohematológico y el hospital de día de alergia, ha permitido optimizar las necesidades, clínicas y no clínicas, de los pacientes, así como el trabajo del personal asistencial para mejorar tanto los resultados en salud y en experiencia de los primeros, como la satisfacción y desarrollo profesional de los segundos.
Así, el nuevo hospital de día oncohematológico del centro ubicado en Valdemoro (Madrid) cuenta unos 700 metros cuadrados de espacio diáfano, y con luz natural, en el que sus 38 puestos individuales disfrutan equilibradamente de amplitud e intimidad en un medio que prioriza el cuidado de la salud, sin olvidar el confort y las demandas y necesidades personales de cada paciente. El área se completa con siete boxes independientes y 60 metros cuadrados de consultas de especialidades relacionadas con la atención de los pacientes oncohematológicos.
Optimización de la actividad
Un esfuerzo valorado muy positivamente por los pacientes y que ha permitido optimizar la actividad del servicio para atender la demanda en este ámbito con mejores ratios cuantitativos y cualitativos, como demuestran los “alrededor de 600 actos clínicos más realizados en el último año, en torno a un 20 por ciento más que en el anterior ejercicio”, señala la Dra. Adriana Pascual, directora médica del Hospital Universitario Infanta Elena.
“Además de haber podido separar los hospitales de día oncohematológico y de alergia, y de facilitar la puesta en marcha de nuevos proyectos del Hospital de Día de Insuficiencia Cardiaca o atender en estas instalaciones a pacientes de medicina interna o reumatología al disponer de más espacio, gracias a esta remodelación hemos podido reubicar consultas de todos los servicios que atienden a pacientes oncohematológicos alrededor de este espacio, permitiendo incluso que haya algunas con acceso directo al mismo”, añade.
Cada puesto individual de tratamiento cuenta con mobiliario específicamente diseñado, un confortable sillón y un iPad en el que el paciente puede disponer de todas las opciones de conectividad y entretenimiento
Esta mejora, “demandada por los propios profesionales médicos y por el personal de Enfermería para mejorar, no solo la experiencia del paciente, sino también la calidad y seguridad en la asistencia clínica, al estar más cerca del ‘core’ del servicio y tenerlo más accesible, fue una apuesta estratégica de la renovación de esta área”, incide la Dra. Pascual.
El proceso, como recuerda Jorge Álvarez Poveda, responsable de ingeniería y mantenimiento del hospital valdemoreño, surgió de la necesidad de “ampliar el espacio para los pacientes que necesitan ser tratados en el hospital de día”, y en su desarrollo se priorizó “que tuviera luz natural, ofreciera zonas de intimidad para los usuarios y que, a su vez, fuera amplio y acogedor”. Para ello se creó un espacio casi diáfano, abierto a través de un gran ventanal a un patio interior dotado de jardineras y vegetación, con un suelo similar a la madera para favorecer el confort y bienestar del paciente.
Entre los elementos innovadores del nuevo servicio destacan, a nivel de climatización, los sensores de CO2 con los que está dotado para controlar la calidad del aire, la renovación del mismo y la temperatura. Asimismo, “cada puesto individual de tratamiento cuenta con mobiliario específicamente diseñado, un confortable sillón, espacios para que el paciente pueda dejar sus objetos personales, mesa retráctil y un iPad en el que, además de disponer de todas las opciones de conectividad y entretenimiento, el usuario tiene instalado su portal del paciente -aplicación propia del hospital-, desde el que puede acceder a toda la información de su proceso de salud, historia clínica, recomendaciones médicas y agenda de citas, entre otras funcionalidades”, matiza Álvarez.
Cuidados asistenciales y atención personalizada
Pero, además de la atención médica y el confort, el nuevo Hospital de Día del Infanta Elena favorece, y mucho, los cuidados asistenciales y la atención personalizada, como asegura su directora de Enfermería, Pilar de Gustín: “Creemos que un espacio tranquilo, con luz natural, colores cálidos, con un ambiente íntimo proporciona privacidad, cuidados individualizados, seguridad y confort y esto repercute directamente en la respuesta emocional de nuestros pacientes, humanizando su asistencia y proporcionándoles calma”.
Y es que -asevera-, la presencia de luz natural produce en los pacientes menor sensación de fatiga y aumenta su energía, generando relajación y descanso durante su tratamiento, lo que está relacionado con una mejora en su bienestar emocional.
Entre las innovaciones del servicio destacan los sensores de CO2 para controlar la calidad del aire, su renovación y la temperatura
“Lo que hemos querido conseguir en todo momento en este nuevo espacio es que el paciente siempre tenga sensación de familiaridad, que se sienta como en casa, teniendo a su alcance todo lo necesario para que su tiempo con nosotros le resulte cómodo, relajado y seguro, y que su experiencia como paciente sea excelente”, apunta De Gustín.
Y, a la vista de los resultados, el reto está conseguido, en todos los aspectos. Así al menos lo manifiestan los usuarios del renovado Hospital de Día, como Ángel, que lleva ya muchas sesiones en este servicio y que, aunque afortunadamente asegura encontrarse bien y que la enfermedad “está controlada y estable”, también sabe que “sigue ahí”, por lo que tendrá que seguir viniendo a tratarse.
Una perspectiva ante la que agradece mucho y valora muy positivamente esfuerzos como el realizado en estas instalaciones: “Es extraordinario”, afirma, calificando el cambio de “sustancial”, ya que aporta “más confort e intimidad”. “Hasta ahora, mis palabras son solo de agradecimiento, tanto por el trato profesional como por el personal, que me parece fenomenal”, insiste Ángel.
Y añade un último mensaje en positivo: “Hay que valorar lo que se ha hecho y que se sigan haciendo mejoras así porque esto nos anima a los pacientes que estamos en circunstancias como la mía a poder continuar con más energía”.