I. Oria
España continúa siendo uno de los países mejor posicionados para lograr eliminar el virus de la hepatitis C (VHC), acorde con los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cara a 2030. Superar este reto supone mejorar la identificación de pacientes con infección oculta por hepatitis virales y contar con la implicación de los profesionales sanitarios e instituciones tanto en el ámbito hospitalario como fuera del hospital para mejorar el diagnóstico y facilitar la vinculación de todos los pacientes a la asistencia sanitaria. Un aspecto en el que coincidieron los diferentes expertos reunidos en el marco de la celebración de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en San Lorenzo de El Escorial, durante la V jornada ‘Retos en Salud Pública para la Enfermedad Hepática’, apoyada por Gilead Sciences.
Los expertos reunidos en la jornada organizada con el apoyo de Gilead señalaron que España continúa siendo uno de los países mejor posicionados para lograr eliminar el virus de la hepatitis C
“A pesar de los grandes avances conseguidos hasta la fecha, y del liderazgo de España en la eliminación de la hepatitis C, es innegable que todavía queda trabajo por hacer y grandes desafíos por afrontar en nuestro país”, señaló Marisa Álvarez, directora médica de Gilead Sciences. “Una situación en la que, acorde al firme compromiso de Gilead con la enfermedad hepática y la Salud Pública, seguimos poniendo nuestra experiencia de décadas de innovación en el campo de la Virología al servicio de las instituciones y, por supuesto, de nuestros pacientes. Más allá de la Hepatitis C, seguimos investigando en otras enfermedades hepáticas, como el NASH, la Colangitis Esclerosante Primaria o la Hepatitis B y Delta, tratando de aportar soluciones a necesidades médicas no cubiertas y de enorme gravedad”, añadió.
Lo cierto es que España se ha convertido en un referente internacional en el camino hacia la eliminación de la Hepatitis C. En los últimos años, la prevalencia del VHC ha ido disminuyendo tanto en la población general como en grupos vulnerables (VIH+, drogodependientes, trabajadores sexuales o personas que se encuentran en prisión) y el número de trasplantes hepáticos debidos a este virus ha disminuido un 21% entre 2014 y 2021, según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Estas cifras se deben, en gran parte, a la autorización en el año 2015 de los nuevos antivirales orales de acción directa (AAD), que han permitido tratar a más de 158.000 pacientes con unas tasas de curación cercanas al 95%.
Es fundamental la implicación de los profesionales sanitarios para mejorar el diagnóstico y la vinculación de la población con VHC a la asistencia sanitaria
Pero a pesar de los esfuerzos formativos y clínicos, se estima que hay más de 76.500 personas con el virus de la hepatitis C entre la población general y 22.500 tienen la infección activa pero todavía no han sido diagnosticadas.
“Una característica fundamental en las enfermedades hepáticas, es que es silente hasta el final del proceso de la enfermedad. En muchas ocasiones llegamos tarde, cuando hay pocas posibilidades de curación. Y eso que sabemos que la mayor parte de las enfermedades hepáticas son claramente prevenibles. Por eso, desde las sociedades europeas y mundiales se está trabajando mucho en el concepto de prevención de la enfermedad hepática”, recordó el Dr. José Luis Calleja, jefe de servicio de digestivo del Hospital Puerta de Hierro (Madrid), quien también afirmó que la prevalencia de la enfermedad hepática y la curva de mortalidad seguirá aumentando en los próximos años impulsada por factores cada vez más prevalentes como la obesidad, la diabetes o el consumo excesivo de alcohol.
Localización de pacientes vulnerables y más screening
Los expertos resaltaron la necesidad de seguir avanzando en el diagnóstico y localizar a aquellos pacientes más vulnerables que, en muchas ocasiones, se encuentran “fuera del sistema sanitario” mediante el fomento de las pruebas a través de muestras de sangre y serologías y también insistieron en la conveniencia de acelerar la automatización del screening.
En este sentido, los servicios de urgencias se posicionan como principal puerta de entrada al tratamiento para las personas que no suelen acudir al médico de cabecera, tal y como sucedió en 2019 con el VIH.
“Urgencias es el candidato ideal para estos cribados, pero es necesario implicar a los médicos y solucionar el problema logístico de las serologías que se envían al laboratorio”, señaló el Dr. Juan González del Castillo, jefe del servicio de urgencias en el Hospital Clínico San Carlos (Madrid).
El Dr. Javier Crespo, jefe del servicio de digestivo en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), recordó que la eliminación del virus de la hepatitis C requiere “aprovechar todas las oportunidades de diagnóstico” y apostó por realizar un cribado etario para mayores de 40 años no sólo en urgencias, sino también en atención primaria, donde es posible lograr un diagnóstico rápido e integral de las hepatitis virales crónicas gracias a una única extracción analítica. “Ante la sospecha de cualquier virus es necesario testar todos los demás. Así podemos aprovechar el diagnóstico con sólo una consulta y una única extracción”, afirmó.
Los servicios de urgencias desempeñan un papel clave como principal puerta de entrada al tratamiento para las personas que no suelen acudir al médico de cabecera
Por su parte, el Dr. Pablo Ryan, del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Infanta Leonor, insistió en la necesidad de ir a buscar a los pacientes con una mayor prevalencia entre la población más vulnerable que, generalmente, tiene escaso acceso a la atención médica y barreras para acceder al tratamiento. “Debemos trabajar para acabar con el estigma y la discriminación, garantizando el acceso equitativo al sistema sanitario, además de facilitar los tratamientos y concienciar a los profesionales”, destacó.
El papel clave que desempeña la atención primaria en materia de prevención, diagnóstico precoz y seguimiento del paciente fue otro de los aspectos en los que más incidieron los facultativos. El Dr. Francisco Atienza, médico de atención primaria en el centro de salud El Porvenir (Sevilla) afirmó que este nivel asistencial “aportaría un plus de entre el 20 y el 40% de rescatados” siembre y cuando se impulsara “la coordinación y el trabajo en red” entre los diferentes profesionales implicados.