Redacción
La ecocardiografía es tras el electrocardiograma la prueba de imagen más utilizada en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes cardiológicos. Consiste en una exploración de imagen cardiaca basada en el uso de ultrasonidos, cuya frecuencia no es audible para el oído humano. Gracias a esta prueba diagnóstica, los profesionales médicos disponen de una herramienta que ha experimentado una significativa innovación convirtiéndose en un apoyo clave que, “permite estudiar prácticamente todas las patologías cardiacas, miocardiopatías, valvulopatías, cardiopatías congénitas, repercusión sobre la contractilidad cardiaca de la cardiopatía isquémica y complicaciones de la misma, tumores cardiacos, infecciones cardiacas…”, relata la Dra. Amparo Martínez Monzonis, coordinadora de la Unidad de Imagen Cardiaca del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Santiago de Compostela.
Licenciada en medicina y cirugía en el año 1990 en la Universidad de Navarra y doctora por la misma universidad, para la Dra. Martínez Monzonis las prestaciones que aporta esta prueba diagnóstica son innumerables, para que los profesionales puedan establecer un rápido y preciso diagnóstico. “Nos ayuda a conocer la anatomía y función del corazón, el tamaño de las diferentes cavidades cardiacas, la capacidad contráctil del miocardio tanto global como segmentaria, el adecuado cierre y apertura de las válvulas, la existencia de patología pericárdica y su repercusión sobre la función global del corazón, entre otros aspectos”.
¿Con qué innovaciones tecnológicas en ecocardiografía cuentan los profesionales hoy?
Actualmente disponemos de ecocardiografía 2D, 3D para valorar anatomía y función cardiaca. Técnicas Doppler color, pulsado y continuo que nos permiten valorar velocidades y dirección del flujo sanguíneo en el interior del corazón y técnicas de deformación miocárdica que valoran de forma más precisa la función cardiaca en sus diferentes segmentos.
“La ecocardiografía es tras el electrocardiograma la prueba de imagen más utilizada en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes cardiológicos”
¿Qué tipos de ecocardiografía manejan?
Nos apoyamos en tres tipos y en ninguno de ellos existe radiación para el paciente. La transtorácica es la prueba de imagen cardiaca más utilizada en nuestra práctica clínica habitual. Es una técnica sencilla, que no entraña riesgos, barata, puede realizarse a pie de cama y aporta toda la información que necesitamos.
En la transesofágica introducimos un transductor tipo endoscopia por la boca y nos situamos en el esófago y en el estómago para valorar el corazón y especialmente la función valvular desde muy cerca, con una mayor resolución espacial y temporal. Esta forma de ecocardiografía también se lleva a cabo fuera del laboratorio y representa una pieza fundamental en el intervencionismo estructural. La tecnología ha avanzado mucho en esta prueba y ahora hay sondas transesofágicas micro con capacidad 4D, una gran calidad de imagen y con un mínimo impacto en el paciente.
En la ecocardiografía de esfuerzo valoramos no sólo la contractilidad cardiaca sino también el comportamiento de las diferentes válvulas cardiacas durante el esfuerzo. Es muy útil en la valoración de la cardiopatía isquémica, de los pacientes con valvulopatías y con diferentes miocardiopatías.
“Si se organiza bien el proceso diagnóstico, esta prueba lo agiliza y orienta de un modo más adecuado el tratamiento por lo que la presión asistencial se ve reducida”
Recientemente, el Hospital Vall d’Hebron y GE HealthCare han codesarrollado la primera sonda transesofágica 4D en el mundo que permite la exploración del corazón de todos los pacientes pediátricos. Estas innovaciones suponen un salto exponencial en el desarrollo de nuestro trabajo y tanto el sistema como el paciente se ven beneficiados por ello.
Para la Dra. Amparo Martinez es muy importante conocer que el proceso diagnóstico del paciente, que comienza cuando contacta con el sistema sanitario por una serie de síntomas. “La adecuada integración del enfermo para elaborar una historia clínica como la exploración física son tan importantes para el correcto diagnóstico como los resultados de las pruebas complementarias que se van a realizar y entre las que se encuentra la ecocardiografía. No debemos caer en la fascinación tecnológica, debemos seleccionar las pruebas precisas que necesita cada paciente para obtener el diagnóstico de la forma más rápida y precisa posible”, asegura.
¿Cuándo y para qué tipos de pacientes está indicada esta prueba diagnóstica?
Debe realizarse como parte rutinaria del diagnóstico. A todos los pacientes con insuficiencia cardiaca hay que hacerles una ecocardiografía para conocer su función ventricular, descartar miocardiopatías específicas y poder así orientar el tratamiento. En todo paciente con soplo hay que hacer un ecocardiograma para descartar o confirmar la existencia de una valvulopatía y el grado de esta. Ante la sospecha de una miocardiopatía por un electrocardiograma anormal o por ser familiar directo de un paciente con miocardiopatía hereditaria. En el paciente con cardiopatía isquémica para valorar función ventricular, alteraciones de la contractilidad segmentaria y ante sospecha de complicaciones mecánicas. También ante la sospecha de una cardiopatía congénita, pericárdica. Es fundamental también en el seguimiento y habría que realizarla según la periodicidad recomendada por las guías de actuación clínica y siempre que su resultado pueda suponer un cambio terapéutico.
¿Qué innovaciones tecnológicas valoran más los profesionales en esta área?
La ecocardiografía 2D y las técnicas Doppler actuales no son las de hace quince años. Con la calidad de imagen y la información que hoy en día aportan las tecnologías sanitarias de última generación hemos dado un paso de gigante. Gracias a las técnicas 3D, técnicas de deformación miocárdica, estaciones de trabajo para la revisión y el análisis de las imágenes obtenidas, la posibilidad de fusión con otras técnicas de imagen en procedimientos de intervencionismo estructural ha cambiado nuestra forma de trabajar mejorando, sin duda, nuestra capacidad diagnóstica.
“Es importante el adecuado uso y mantenimiento de los equipos para que la obsolescencia no reste eficacia al diagnóstico”
¿De qué forma impacta esta prueba en los flujos de trabajo?
Si se organiza bien el proceso diagnóstico, esta prueba lo agiliza permitiendo conocer la patología del paciente y orientando de un modo más adecuado el tratamiento por lo que la presión asistencial se ve reducida.
La Inteligencia Artificial, ¿de qué manera repercute en el diagnóstico clínico?
En ecocardiografía la inteligencia artificial permite automatizar las medidas, lo que reduce los tiempos al realizar los informes, disminuye la variabilidad inter e intraobservador y aumenta la reproducibilidad de estas. Permite protocolizar procedimientos, por ejemplo, de intervencionismo estructural agilizando los mismos y reduciendo los errores al facilitar las medidas y ayudar en la búsqueda de las mejores proyecciones.
¿Qué aspectos cree son fundamentales para el correcto uso de los equipos de ecografía?
Es fundamental la formación continuada de los ecocardiografistas para sacar la mayor información en cada estudio utilizando todas las herramientas disponibles. También es importante que los clínicos que solicitan ecocardiogramas conozcan las indicaciones adecuadas y lo que el ecocardiograma les va a aportar para evitar exploraciones innecesarias.
“La tecnología de última generación ha cambiado nuestra forma de trabajar mejorando, sin duda, nuestra capacidad diagnóstica”
¿Qué aspectos destacaría en la evolución de la ecocardiografía?
Yo resumiría los cambios que ha experimentado en los últimos años en tres pilares: la mejora tecnológica, disponemos de mejores sondas tanto transtorácicas como transesofágicas con tecnología de cristales que no se calientan, como lo hacían las sondas tradicionales. El segundo pilar, las técnicas 3D, que ahora tienen posibilidad de tener 2-3 vistas ortogonales simultáneas de cualquier estructura cardiaca, y por último las técnicas de deformación miocárdica y las estaciones de trabajo.
Creo que la aplicación de la inteligencia artificial a la ecocardiografía que no ha hecho más que empezar y, por último, lo que yo denomino como la “democratización de la ecocardiografía”, que supone la posibilidad de realizar ecocardioscopia gracias a la disponibilidad de equipos de bolsillo que, con una adecuada formación del que los usa, mejora el diagnóstico clínico de los enfermos.
¿Cuál será el futuro de esta prueba diagnóstica y qué mejoras puede incorporar en un futuro próximo?
Mejorará la calidad de las imágenes con mejor resolución espacial y sobre todo mejor resolución temporal. Mejorarán las técnicas 3D y la fusión de la imagen multimodal y seguro que se conseguirá reducir los tiempos de captura de imágenes y la interpretación de estas con técnicas de inteligencia artificial.
¿En qué medida la obsolescencia de este tipo de equipos resta eficacia al diagnóstico clínico?
Es cierto que con el tiempo, los equipos pierden calidad o en muchas ocasiones, las mejoras tecnológicas en las nuevas generaciones de equipos nos hacen pensar que han empeorado. Es importante el adecuado uso y mantenimiento de los equipos para que esa obsolescencia no reste eficacia al diagnóstico y por parte de las compañías intentar que se pueda disponer de todas las actualizaciones y mejoras técnicas que cada ecocardiógrafo permita.
¿Qué papel juegan la formación, el acompañamiento y el seguimiento al clínico y al paciente en todo el proceso diagnóstico?
Todos estos aspectos representan un papel fundamental en la confianza del profesional sanitario con los nuevos equipos de ecocardiografía. Disponer de equipos, herramientas, soporte, formación y colaboración de las compañías de tecnología sanitaria es un valor fundamental para que el clínico haga un adecuado diagnóstico y seguimiento al paciente sacando el máximo rendimiento.
Las innovaciones en tecnología van asociadas a la gama premium. En su opinión, ¿qué funcionalidades podrían incorporarse a las gamas más básicas sin las que no tendría cabida un diagnóstico apropiado y acorde con las necesidades actuales?
Hoy en día es fundamental contar con técnicas de deformación miocárdica (strain) en la mayoría de los equipos de ecocardiografía, por ser de uso frecuente en múltiples patologías. También sería importante poder contar con herramientas de medida automática en equipos de baja gama para conseguir menor variabilidad inter e intraobservador en las medidas y con ello, mayor reproducibilidad.
