Cristina Cebrián
Los problemas de salud mental ya son una de las áreas clínicas más prevalentes en la consulta diaria de atención primaria (AP). Por ello, es necesario dotar a este nivel asistencial de recursos y herramientas para afrontar este nuevo escenario clínico. Uno de esos recursos es la formación que, a día de hoy, ya tienen los profesionales de AP, según destaca la Dra. Ana González-Pinto, catedrática de Psiquiatría de la UPV-EHU, jefa del área de Salud Mental en el Hospital Universitario de Álava y directora Científica del Cibersam.
En su opinión, el problema viene de la falta de tiempo y del gran número de casos de trastornos mentales que reciben. De hecho, la psiquiatra insiste en que, para realizar un abordaje psicoterapéutico, se necesitan al menos 20 minutos en la agenda del médico de AP.
Desde hace un tiempo y, agravado por la pandemia de Covid-19, se habla cada vez más de la salud mental. ¿Se necesitan más recursos para abordar la problemática de la salud mental en España?
Absolutamente sí. La inversión en salud mental en nuestro medio es de las más bajas de Europa, con grandes desigualdades entre unas regiones en las que se invierte más y otras con carencias muy preocupantes.
La inversión en salud mental en nuestro medio es de las más bajas de Europa, con grandes desigualdades entre regiones
Los profesionales sanitarios que no se dedican a la salud mental, ¿cuentan con una preparación suficiente para abordar estos casos? ¿Por qué es importante que conozcan de cerca el ámbito de la salud mental?
Los profesionales de atención primaria tienen formación en salud mental. Están capacitados para atención al trastorno mental leve y para el diagnóstico de casos graves. El problema que tienen es la falta de tiempo y el gran número de casos que reciben. Por ejemplo, realizar un abordaje psicoterapéutico, aunque sea breve, requiere disponer de huecos de al menos veinte minutos en la agenda.
En el caso de la atención primaria, ¿deberían tener más formación para poder derivar antes al especialista y establecer intervenciones tempranas?
Recibir formación es siempre valioso para los profesionales y, en consecuencia, los pacientes. Lo ideal es la intervención temprana y, dependiendo del tipo de patología, si es importante la derivación. Un trastorno psicótico, un trastorno bipolar, un trastorno de alimentación o un trastorno obsesivo compulsivo deben ser tratados por la medicina especializada, al igual que una depresión que no responde al tratamiento.
La prevención en salud mental debe comenzar en la infancia y el mejor lugar para hacer intervenciones es la escuela
Las enfermeras especialistas en salud mental piden un reconocimiento a su labor en el abordaje de estas patologías, ¿está de acuerdo en que no está suficientemente reconocida su labor?
En el ámbito en el que yo trabajo las enfermeras en general y las de salud mental en particular están reconocidas. Su formación es excelente y son una parte fundamental del sistema. Se que esto es muy variable según los lugares de trabajo.
Muchos especialistas en salud mental denuncian la falta de programas de prevención. ¿Cómo ayudarían estos a disminuir la prevalencia de los trastornos de salud mental o los casos de suicidio?
La prevención en salud mental debe comenzar en la infancia y el mejor lugar para hacer intervenciones es la escuela. En un proyecto europeo denominado Upright hicimos un entrenamiento en resiliencia personal y grupal y una formación en mindfulness y técnicas de mejora emocional y social que mostraron eficacia. Eso mismo ayuda a la prevención del suicidio, aunque las estrategias para la prevención del suicidio abarcan más ámbitos, desde la salud de las ciudades, su arquitectura (por ejemplo, evitando puentes o estructuras que faciliten actos impulsivos) hasta intervenciones sociales, en atención primaria, coordinación con educación, ayuntamientos, diputaciones, etc.
