Cristina Cebrián
La depresión resistente al tratamiento (DRT) tiene un gran impacto en la vida del paciente, tanto en el ámbito familiar como en el social y profesional. Además, supone una pérdida significativa de la calidad de vida. Entre los factores de resistencia al tratamiento de la depresión se encuentran algunas comorbilidades, como la diabetes, las enfermedades coronarias o algunos trastornos endocrinos.
Por todo ello, la investigación y la innovación en la DRT se vuelven fundamentales para seguir avanzando en la patología. Tal y como indica la Dra. Marina Díaz, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y psiquiatra responsable de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria y de la Unidad de Intervención Precoz en Psicosis de Inicio Reciente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, “la innovación en psiquiatría va asociada a una investigación de calidad y precisa del esfuerzo de todos”.
¿Qué características presenta la depresión resistente al tratamiento?
La DTR afecta hasta al 30% de los adultos con trastorno depresivo mayor, que es una condición clínica caracterizada por sentimientos persistentes de tristeza y pérdida de interés. En la actualidad, de todos los pacientes con depresión en los que se inicia un tratamiento antidepresivo, aproximadamente el 50% fracasa. Se denomina DRT aquella que no mejora después del tratamiento con al menos dos antidepresivos en dosis suficientes y durante un período de tiempo suficiente (seis semanas).
Algunos de los factores predictores de no respuesta al tratamiento son una mayor gravedad de la depresión, edad de inicio más temprano o presencia de episodios recurrentes, entre otros
No obstante, existe una falta de consenso en torno al concepto. El informe del proyecto European Patient-centric clinical trial platforms, Innovative Medicines Initiative (EU-PEARL, IMI) recomienda que se adopte una definición más clara de DRT y propone utilizar el término de DRT cuando los pacientes experimenten una reducción mínima de los síntomas (en un 25% o menos) tras el uso de al menos dos antidepresivos. La DRT es una patología con un gran impacto tanto en el ámbito familiar, social y profesional, que supone una pérdida significativa de la calidad de vida.
¿Qué personas con depresión no responden al tratamiento?
Algunos de los factores predictores de no respuesta al tratamiento son una mayor gravedad de la depresión, una mayor duración, edad de inicio más temprano, presencia de episodios recurrentes, mayor número de hospitalizaciones, rasgos melancólicos, riesgo de suicidio, el consumo de alcohol y las comorbilidades con otras enfermedades psiquiátricas. En este sentido, la comorbilidad con trastornos de ansiedad, trastornos de personalidad o la presencia de síntomas psicóticos pueden ser causa de resistencia al tratamiento.
Contribuyen también a la resistencia al tratamiento algunas comorbilidades médicas como la diabetes, las enfermedades coronarias o algunos trastornos endocrinos, así como el tratamiento con betabloqueantes, calcio-antagonistas, esteroides y antihipertensivos podrían interferir en la respuesta terapéutica. Existen otros factores a tener en cuenta, como el uso de dosis subterapéuticas por parte de los profesionales o el defectuoso cumplimiento de las prescritas por parte de los pacientes. La proporción de pacientes que no utilizan los fármacos como se les prescribió puede llegar al 50%.
La investigación es fundamental para conocer nuevos mecanismos de acción que puedan ayudar a los pacientes en la DRT y en otros trastornos
¿Como influye la investigación en el acceso de terapias de valor para los pacientes?
La investigación es fundamental para explorar nuevas moléculas que sean eficaces y bien toleradas, así como para conocer nuevos mecanismos de acción que puedan ayudar a los pacientes en la DRT y en otros trastornos. La innovación en psiquiatría va asociada a una investigación de calidad y precisa del esfuerzo de todos.
¿Cuáles son las necesidades no cubiertas de los pacientes con DRT en España?
Necesitamos un abordaje amplio del problema. La combinación del abordaje farmacológico con intervenciones psicoterapéuticas y psicoeducativas en todos los pacientes es todavía algo pendiente. Además, la instauración de estrategias de diagnóstico precoz y prevención, así como el fortalecimiento de los sistemas de información, de las evidencias y de la investigación son otros de los aspectos a tener en cuenta.
La acción de la esketamina sobre los receptores de NMDA conllevaría un incremento transitorio de liberación de glutamato, que aumentaría la estimulación del receptor de ácido Ampar
¿Qué importancia tienen la investigación, la innovación y el descubrimiento de nuevas vías y mecanismos de acción para mejorar el abordaje de los pacientes?
La investigación y la innovación en salud mental son prioritarias. De hecho, recientemente disponemos de una molécula para la DRT, la esketamina. Se trata de un antagonista de los receptores de NMDA y se presenta en forma de solución para pulverización nasal. La acción de esta molécula sobre los receptores de NMDA conllevaría un incremento transitorio de la liberación de glutamato, que aumentaría la estimulación del receptor de ácido α-amino-3-hidroxi-5-metilo-4-isoxazolpropiónico (Ampar).
Como consecuencia, se potenciaría la señalización neurotrófica de regeneración neuronal que podría contribuir al restablecimiento de la función sináptica en las regiones cerebrales implicadas en la clínica depresiva. La modulación de la neurotransmisión dopaminérgica en los circuitos cerebrales vinculados a los fenómenos de recompensa, placer y motivación también puede contribuir a la respuesta terapéutica con esketamina y a la hora mejora de síntomas como la anhedonia. Este sería un ejemplo de innovación y nuevas vías de administración, fruto de la investigación y modelo para el desarrollo de nuevas moléculas que abrirían nuevas opciones terapéuticas al tratamiento de la depresión.