Cristina Cebrián
La lista de fármacos esenciales ya es una realidad en Europa después de que la Comisión Europea (CE), los directores de las agencias de medicamentos de los Estados miembros y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) publicasen este martes el documento que incluye más de 200 principios activos. El objetivo es ayudar a evitar posibles desabastecimientos de fármacos en la Unión Europea (UE) y que resultan fundamentales para los sistemas sanitarios. “La continuidad de los suministros es una prioridad y se debe evitar la escasez de medicamentos”, aseguran desde la Comisión Europea.
La nueva herramienta refleja el esfuerzo de toda la UE en asegurar el abastecimiento de fármacos y prevenir posibles carencias. Desde el organismo matizan que “la inclusión de un medicamento en esta lista no significa que este vaya a experimentar un desabastecimiento en un futuro próximo”. Al contrario, insisten en que la prevención de estos casos es “particularmente importante” para evitar problemas en los sistemas sanitarios y que estos afecten a los pacientes. La CE informa de que la lista se ampliará en 2024 y después se irá actualizando cada año.
La lista incluye fármacos esenciales para enfermedades raras, así como antibióticos, antivirales, inmunosupresores y vacunas como la de la gripe, hepatitis A y B y la vacuna meningocócica B y C
El listado contiene principios activos que cubren un amplio rango de áreas terapéuticas, como cardiología, hematología, oncología, inmunología y neumología, entre otras. Además, se incluyen fármacos esenciales para enfermedades raras, así como antibióticos, antivirales, inmunosupresores y vacunas como la de la gripe, hepatitis A y B y la vacuna meningocócica B y C.
En total, para elaborar el documento se han revisado 600 principios activos extraídos de seis listas nacionales de medicamentos críticos. En esta revisión han participado todos los Estados miembros y también se consultó a grupos clave de los sistemas sanitarios, incluyendo organizaciones de pacientes, profesionales sanitarios e industria farmacéutica. Por último, los medicamentos incluidos en esta lista “pueden seguir prescribiéndose y utilizándose con normalidad por parte de profesionales sanitarios y pacientes”, aseguran desde la CE.
